Escritor y dramaturgo madrileño, hijo de un actor y empresario de teatro, vivió desde niño en el ambiente teatral que influiría considerablemente en su obra. Tras terminar sus estudios secundarios, abandonó la instrucción académica para dedicarse al dibujo humorístico en diversas publicaciones, como Muchas Gracias, Macaco, Buen Humor o Gutiérrez.
En 1932 escribe Tres sombreros de copa, obra que no es entendida por los empresarios que se niegan a representarla (no se estrenó hasta 1952), por lo que el autor decide cambiar de rumbo y hacer obras de teatro más burguesas, en línea con lo que se lleva en esos momentos. Durante la Guerra Civil funda y dirige La Ametralladora, revista de humor de la zona nacional, donde ya se puede ver su particular concepción del humor que alcanzará un gran éxito con su siguiente revista, La Codorniz, fundada por él en 1941.
Su humor, totalmente original, fresco y descabellado seguía la línea de lo que se hacía la vanguardia europea en aquel entonces. Después de vender La Codorniz decide pasarse al cine donde escribirá numerosos guiones y reanudará su creación teatral en 1953, continuándola hasta 1968. Sin embargo todas sus obras están por debajo de la genial Tres sombreros de copa, ya que se ve obligado a frenar su libertad creadora y su magnífica imaginación. Son los años de A media luz los tres, El caso del señor vestido de violeta, y Carlota. Pero alcanzará el éxito total de público con Melocotón en almíbar (1958) y Maribel y la extraña familia (1959). Después habría que destacar La bella Dorotea (1963) y Ninette y un señor de Murcia (1964).
Entre otros galardones recibió el Premio Nacional de Teatro (1952) y el Premio Cortina de la Real Academia Española (1970).