26-I-1939 · Chincha · Talara · Piura · 
Gonzalo Mayo es un creador peruano conocido internacionalmente, junto con otros dibujantes notables como Boris Vallejo, Pablo Marcos o Ricardo Villamonte. Se inició profesionalmente en 1963, en el diario limeño Expreso. Su trabajo atrajo a Carlos Sánchez Fernández, director del suplemento dominical Estampa, y lo atrajo para formar equipo con Pablo Marcos, Marino Sagástegui, José "Pepín" Alvarado, Dextre y Paco Cisneros. Mayo ilustró portadas de dicho suplemento y también se hizo cargo de los motivos de un álbum de cromos lanzado en 1964 por el diario, trataba sobre los incas y llevó por título El que sabe sabe. Luego, Mayo fue elegido por el escritor Ciro Alegría para ilustrar su novela El mundo es ancho y ajeno, que para muchos fue el trabajo que le consagró como dibujante, aunque aún no había podido sacudirse los estilemas de Harold Foster. Gonzalo Mayo también dibujo en el suplemento educativo Escolar desde 1966, y en las enciclopedias Venciendo de la editorial Bruño.
La situación política del Perú empeoró y tras el golpe de estado de Juan Velasco Alvarado en octubre de 1968, algunos profesionales decidieron emigrar. Como Pablo Marcos había partido para dibujar en México, Mayo le siguió, no sin antes dejar una de sus impactantes ilustraciones (precisamente reflejando el golpe de estado) en el suplemento Estampa. En Mexico fue contratado para ilustrar diversos títulos de la Editorial Novaro, tales como Hata-Yoga, Joyas de la Mitología, Personajes Célebres, Fantomas y otros. No detuvo su migración profesional en México y en 1972 intentó la aventura americana, acudiendo a Nueva York para vender su arte. Convenció a varios editores y logró publicar abundantes historietas en revistas de horror, como Eerie, Creepy y Vampirella, personaje este último del cual se convierte en su "dibujante oficial" durante tres años.
En 1975 abandonó los Estados Unidos para afincarse en México con un contrato firmado con Publicaciones Edar para ilustrar diversas historietas de corte histórico y sentimental. Desde allí continua publicando para el extranjero y por lo tanto no deja de colaborar con Warren (por ejemplo, por entonces publica en Eerie con éxito su serie sobre El Cid, con guiones de Budd Lewis). En México, su obra más personal nació en septiembre de 1976, Cachorro de León, una creación junto al guionista mexicano Pedro Zapiain, que se publicó semanalmente hasta 1978. Durante los años ochenta y noventa también dibujó abundantes historietas de corte erótico y pornográfico, y en la década de los años noventa trabajó principalmente como entintador en los cómics de Valiant, en series como Timewalker, Turok: Dinosaur Hunter, Harbinger y Magnus Robot Fighter.
