Se lo recuerda principalmente por haber dibujado, para Columba y a partir de 1977, numerosos episodios de Nippur de Lagash, el famoso personaje creado por Robin Wood y Lucho Olivera; una de las historietas más importantes en la historia del género en su país.
Leopardi se destaca en el episodio en que el protagonista queda tuerto, la famosa "Saga del ojo" y la saga que le sigue a éste. En 1980 desarrolló un proyecto más personal, la miniserie Atila, basada en la vida de Atila el Huno. En la década del '80 incursionó en el campo del dibujo animado, integrando el equipo de Jaime Díaz Producciones, que realizó en 1986 los «layouts» de la serie infantil Wildfire, de Hanna-Barbera.