Lino Landolfi

Lino Landolfi realizó estudios de pintura y escenografía en la Academia de Bellas Artes en Roma, antes de dedicarse al cómic desde 1946. Comenzó trabajando para revistas como Il Corrierino (con personajes como Zenzero y Ali Cali) e Il Giornalino (Ticco e Cicca). En 1947 inició su colaboración con la revista Il Vittorioso, e la cual se encargó de hacer adaptaciones a la historieta de obras de Alphonse Daudet, como Tartarin de Tarascon, de Giulo Cesare Croce, como Bertoldo, y también de Mark Twain, como Un Yankee en la Corte del Rey Arturo. Luego abordó otras series, las tituladas Joe (desde 1951) y Procopio di Torrecupa (1952-1968), la cual fue merecedora de premio en 1958, en el concurso de radio organizado por la RAI "Un amigo es un tesoro".

Landolfi también colaboró en las revistas Il Messagero dei Raggazi y en Vitt. En la primera, con la serie titulada La Famiglia Bertolini, entre 1962 y 1970, y en la segunda, una revista para niños, con la serie Don Chisciotte (que era una adaptación de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, en 1968). En 1969, regresó a las páginas de Il Giornalino, inicialmente con adaptaciones de Jonathan Swift y Gilbert Keith Chesterton (llevando a viñetas sus obras respectivas: Los viajes de Gulliver y El Padre Brown) y luego con una serie de cómics de humor.

Después de resolver una nueva tanda de episodios de Procopio, Landolfi comenzó en 1970 Il Colonnello Caster Bum, serie con guiones de Claudio Nizzi, que narraba las desventuras de un coronel chapucero que trata en vano de hacer la guerra a tribu de indios Assaibonis, aunque estas aventuras acabaron centrándose en el personaje de Diente Pequeño, el hijo del jefe indio. Con su participación en esta serie, Landolfi ganó el premio Yellow Kid en 1973 y la siguió dibujando sin pausa hasta su fallecimiento en 1988.

En 2009, la reedición de su Don Chisciotte por Nicola Pesce Editore fue merecedora del Premio Micheluzzi a la mejor reposición de un clásico.