Pintor y grabador adscrito a la escuela Ukiyo-e del periodo Edo. Fue el principal exponente de la escuela conocida como «pinturas del mundo flotante», que se considera un anticipo del manga en Japón.
Fue autor de una obra inmensa y variada sobre hábitos del pueblo llano. También realizó grabados de paisajes (Treinta y seis vistas del monte Fuji -富嶽三十六景- o Cien vistas del monte Fuji, en 1834), a las que pertencen grabajos reproducidos infinitamente como "La gran ola de Kanagawa" (神奈川沖浪裏, Kanagawa Oki Nami Ura) y "Fuji en días claros" (凱風快晴, gai kaze kaisei).
A mediados del siglo XIX sus grabados llegaron a París e influyeron sobre artistas postimpresionistas como Vincent Van Gogh, Paul Gauguin o Henri de Toulouse-Lautrec.