Formado en la School of Industrial Art (luego High School of Art and Design), fue un joven brillante que se unió con solo dieciséis años a la redacción de Archie Comics para trabajar en el departamente artístico y publicitario del sello. Allí se afanó durante años realizando correcciones, aplicando color y revisando entintados, y también colaborando en la coordinación de producción y editorial, hasta que se convirtió en editor jefe de las colecciones de cómics de la casa.
Gorelick estuvo implicado en muchos éxitos de la compañía, sobre todo en la difusión de sus cómics y en la implicación publicitaria de los mismos (con empresas como Kraft General Foods, Radio Shack o incluso el FBI). Mantuvo muy buenas relaciones con la Comic Magazine Association of America, responsable de la Comics Code Authority, y fue miembro del Board of Advisors of the Joe Kubert School of Cartoon and Graphic Art.
También enseñó narrativa de cómic en el Kingsborough Community College de Nueva York. No llegó a participar en el diseño de producción de las adaptaciones del universo de Archie a la televisión en el siglo XXI (las series Riverdale y Sabrina), pero sí que bendijo sus presupuestos de partida, que no gustaron a todos los fans de los viejos cómics de Archie.
Fue galardonado por su propia compañía en 2008, con una placa que certificaba sus cincuenta años de servicio fiel. También recibió un premio Inkpot el mismo año, en la convención de San Diego.