Nació en el valenciano barrio de Benicalap en 1892. Inicia sus estudios primarios en la Escuela de la Compañía de Jesús y a los catorce años ingresa en la entonces Escuela de Bellas Artes de San Carlos, cursando estudios de pintura y cartelismo.
Con 17 años gana la Medalla de Plata de la Exposición Regional Valenciana y a partir de ese momento, será habitual colaborador de las más importantes revistas gráficas de su época: El Guante Blanco, El Cuento del Dumenche y La Semana Gráfica.
En 1916 gana el Segundo Premio de la sección de carteles y dibujos de la exposición de la Juventud Artística Valenciana y el Primer Premio de Carteles de los Festejos de Mayo.
Se traslada a Madrid en 1922, contratado como director artístico de la fábrica de perfumes Floralia. Desde allí alterna ilustración y publicidad, colaborando en los diarios Debate e Informaciones y realizando ilustraciones para la editorial Aguilar.
A finales de la década inicia su participación en el diario El Mercantil Valenciano, enviando puntualmente sus dibujos desde Madrid.
En la capital amplia su círculo de amistades relacionandose con el mundo de los tebeos y la caricatura de su tiempo. Fue gran admirador de Bagaría, del que coleccionaba los periódicos en que aparecían sus dibujos y amigo personal de K-Hito, Guasp, Pertegás, Vercher, Renau y González Martí (Folchi). Precisamente K-Hito, fundador y director de las renovadoras Macaco (Ribadeneyra, 1928) y su prolongación más popular Macaquete (Estampa, 1930) introducirá a Dubón en el mundo de la historieta. Para Macaquete dibujará series como: Lili el Mono Sabio, Travesuras del Mono Poli, El gigante trotamundos, Cosas de Polichinela y 20.000 kilómetros de viaje aéreo.
En 1929 El Mercantil Valenciano inserta entre sus páginas el suplemento semanal infantil Los Chicos. Durante su primera época (nº 1 a 152), Dubón ilustra la página de relatos de aventuras escritos por José Sanchís Nadal y realiza la maquetación y varias cabeceras de sección al más puro estilo art deco, dando a Los Chicos un aspecto moderno y cuidado, realmente pionero en los tebeos de su tiempo.
En su segunda época, a partir del número 153, Los Chicos reduce su formato de periódico a la mitad (29.5x25 cm.), Dubón realiza la última página titulada Fábulas Ilustradas. Poseedor de un dibujo preciso y estilizado de gran expresividad y un concepto de página como totalidad, su lastre será la narración gráfica. La ausencia de bocadillos y los largos textos a pie de viñeta, confieren a sus historietas un aspecto anticuado en contraste con la rabiosa modernidad del trazo.
En 1932 regresa a Valencia y es nombrado Profesor Meritorio de la clase de Dibujo y Ropajes de la escuela de Bellas Artes de San Carlos. Ese mismo año gana el Primer Premio del Concurso de Carteles de la Feria de Julio y pinta los paneles de la sala capitular del Ayuntamiento de Valencia.
Un año después, en 1933, ingresa en la plantilla de la litografía Durá y comienza su actividad como artista fallero.
En 1935 nace la revista Niños (La Gutemberg), editada por la Iglesia Católica en Valencia. Dubón diseña cabecera y maquetación y dibuja la serie de animales humanizados Cosas de Don Rufo y Pirulo con textos de Pepe Picó. En su número 42 la revista pasa a llamarse Meñique, en honor del exitoso personaje creado dos años antes por Cabedo (FCT).
Con el inicio de la Guerra Civil (1936-1939) Niños desaparece y Los Chicos entra en decadencia.
Durante estos años, Dubón compagina su vertiente de ilustrador y dibujante de historietas con la de caricaturista. Los políticos y especialmente los dictadores europeos de la época son su especialidad.
Iniciada la guerra, se traslada a Ribarroja e inicia su colaboración con los talleres de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Realiza caricaturas y carteles de propaganda política a favor del bando republicano e incluso diseña los billetes de 25 y 50 cts. con la efigie de Azaña y una alegoría de la República para el Consejo Municipal de Los Navalmorales (Toledo).
A partir de 1937 sus caricaturas de Franco, Hitler y Mussolini para El Mercantil Valenciano aparecen esporádicamente sin firmar o bajo el seudónimo de Juan Español. Un año después, Los Chicos ocupa una sola hoja, para desaparecer definitivamente en 1939 con la entrada de las tropas franquistas en Valencia.
Finalizada la guerra y ante el temor de posibles represalias por su declarada actividad antifranquista, sufre presiones de la dirección de El Mercantil para que no firme sus dibujos. Dubón se niega y rompe relaciones con el diario para regresar a su antiguo trabajo en la litografía Durá. Él, que fue un pionero, nunca más dibujará una historieta.
Los últimos años de su vida los dedica a la pintura de retrato y bodegón, la pintura de abanicos y al diseño de fallas. Murió el 28 de agosto de 1953. Años después, el Ayuntamiento de Valencia le rinde homenaje dedicandole una plaza en su barrio natal, Benicalap.
BIBLIOGRAFÍA:
JESÚS CUADRADO
PEDRO PORCEL
Mª DE LOS ANGELES VALLS
VV AA
LOS CHICOS. El Mercantil Valenciano (1929-1939)
NIÑOS. La Gutemberg (1935-1936)
Y mi agradecimiento al Cercle Obert de Benicalap