Hugo Díaz Jiménez (San José, Costa Rica, 1930-2001), es considerado uno de los mejores caricaturistas costarricenses. No tuvo una educación formal como dibujante, por lo tanto fue un autodidacta que completó su talento con textos importantes del dibujo artístico, que fortalecieron su disciplina como caricaturista.
Empieza a trabajar como dibujante de cartografía en la dirección nacional de estadística y censo, donde para el año 1950 junto con Emilio Willie, trazaron los mapas censo nacional. Tiempo después pasa a trabajar al Instituto Geográfico Nacional. Nunca militó para ningún partido político sin embargo en 1962, colabora de forma activa con la formación de grupos revolucionarios y antiimperialistas.
En 1970 trabaja como dibujante en el Semanario Universidad, donde logra expresar su sentir social por medio de la caricatura. Más tarde trabaja para el diario El pueblo. El autor basa su trabajo en situaciones cotidianas, la situación política y la denuncia social de las clases populares, por medio de un humor sencillo pero cálido. Gracias a ello gran cantidad de jóvenes creadores acuden a él con trabajos de gran variedad ideológica y temática para escuchar su opinión.
Hugo Díaz es también uno de los padres de la caricatura nacional, lamenta el poco apoyo que el pueblo le ha dado al caricaturista “tico” y defiende el talento de jóvenes en grupos como “El taller del comic” y “La zarigüeya”.
En su carrera gana varios premios como el Salón Noé en 1970, el premio Joaquín García Monge en 1976, y en 1972 obtiene el segundo premio en el campo editorial en Canadá. En Canadá lo premió el Salón del Humor, en España lo homenajeó la Universidad de Alcalá y, en Costa Rica, mereció los galardones: Joaquín García Monge, Pío Víquez y Aquileo J. Echeverría, entre otros.
Buena parte de esos trabajos se encuentran recopilados en sus dos libros personalísimos: El mundo de Hugo Díaz (1978) y Díaz todos los días (1995). Este último recopila algunos de sus mejores trabajos desde la década de 1970 hasta 1993, entre las caricaturas podemos encontrar obras publicadas en: Semanario Universidad y La República (bajo la firma de Lalo); Pueblo (Pancho), Marketing Interamericano, Voz de ANDE, entre otros.
Además se pueden encontrar muchas ilustraciones suyas en conocidas obras literarias costarricenses, tales como: Cuentos de mi tía Panchita, de Carmen Lyra; Cocorí, de Joaquín Gutiérrez; Una burbuja en el limbo, de Fabián Dobles; Memorias de Alegría, de Carlos Luis Sáenz; Pantalones Cortos, de Lara Ríos; etc. La amplitud de su trabajo en el mundo de la plástica nos ha legado un verdadero mural crítico de Costa Rica. Nos ha mostrado los grandes defectos, y las buenas virtudes del pueblo costarricense, gracias a esto, Hugo Díaz llegó a ser un personaje muy querido y respetado.
Falleció el 17 de junio de 2001.