Ilustrador de sólida formación clásica, la cual cimentó entre Madrid y París, en esta ciudad bajo las alas de Sáez de Tejada. Destinó sus primeros trabajos a encargos publicitarios para diferentes agencias, elaborando trabajos para el exterior incluso (Suiza, Argentina, Venezuela). Como ilustrador, se inició iluminando cuentos y novelas en los años treinta. Entre 1934 y 1936 ilustró, por ejemplo, las novelas populares Padrinos de cuatro patas, de Gabriel Gretner y El crimen del balneario, de Alfonso de Sola.
Su labor más difundida es la de dibujante ligado a las publicaciones del bando franquista durante la Guerra Civil. En 1937 participó como humorista gráfico en LA AMETRALLADORA en el arranque de esta publicación, y luego en la misma cabecera como ilustrador, tanto de portadas como de artículos del interior, e ilustró otras revistas con carga ideológica ligadas a Falange, como Vértice e Y. También fue editor de publicaciones populares en Madrid, bajo la dirección del editor Vecchi supuestamente, en la cabecera Leyendas.
Lo más destacado de su trayectoria profesional fueron sus carteles. Junto con su hermano Álvaro Delgado e ilustradores como Carlos Sáenz de Tejada, Juan Antonio Acha o Jesús Olasagasti, representa el grupo de autores que atina con un modelo de joven y aguerrido combatiente, estilizado y nervudo, que representa líricamente el falangismo y los fines del régimen que Franco deseaba imponer. Con estos objetivos, junto a Romero Escassi, Pedro Pruna y otros artistas, Delgado trabajó en el Departamento de Plásticas, Sección de Información y Propaganda de la Vicesecretaría de Educación Popular de Falange bajo la dirección de Juan Cabanas.
También fue ilustrador para Abc, decorador de porcelana en los años cincuenta, pintor de óleos y presidente de la Asociación de Dibujantes.
Carlos Boves le dedicó un estudio, titulado Teodoro Delgado: Forja de Lapiz y Pincel, distribuido por Createspace Independent en 2014.