Sus obras trasladan al espectador a un mundo imaginario en el que todo es posible: un escenario mágico y acogedor para que el ser humano pueda sentirse identificado. Son paisajes y situaciones que narran sus incógnitas más profundas del proceso creativo, dejando entrever, en la obra final, el desarrollo pictórico que ha sufrido la idea. Sir viéndose de las cualidades intrínsecas de cada material, Lucía trata de reflejar, metafóricamente, la búsqueda de la coexistencia entre la obra y el espectador. Buscando anécdotas y viajes que puedan generar una visión más sincera y divertida que la de la vida misma.