Pintor y dibujante chileno, trabajó para Quimantú, dibujando las portadas de la colección Agente Silencio/Dimensión Cero, al menos desde el número 48 hasta la cancelación de la revista.
Fué su única incursión en el mundo del cómic, en 1974 se exilió en Argentina, para después trasladarse a EEUU, en donde se dedicó a la pintura en general y al retrato en particular.
Pasó una temporada en España, exponiendo su obra y trabajando.
Gran aficionado al western, en Concón (Chile), realizó uno de sus sueños, montando un museo del antiguo Oeste americano, construyendo el mismo las replicas a tamaño real de los personajes.