29-I-1919 · Pasig · Rizal · Calabarzon · 
Francisco V. Coching fue fundamentalmente un artista autodidacta; comenzó con dibujos a pluma y tinta y aprendió a narras historias con su padre, que era novelista. Bajo la tutela del aclamado Tony Velásquez, creador de la serie Kenkoy, el primer trabajo serio de Coching fue Bing Bigotilyo, creado en 1934. A esto le siguió Marabini, una creación interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, durante la cual se unió a los cazadores del ROTC, alistándose en su grupo guerrillero llamado la Unidad Kamagong. En 1944 Coching conoció y se casó con Filomena Navales, quien se convirtió no sólo en su esposa sino en su asistente de por vida.
La séptima creación de Coching fue Hagibis, que creó entre 1947 y 1950. Libremente inspirado en Tarzán de Edgar Rice Burroughs, Hagibis demostró ser tan popular que se convirtió en una película con en 1947, y Coching tuvo que dibujar varias secuelas, ayudando a afianzar su fama como artista. Desde Hagibis hasta Pedro Penduko en 1954, pasando por Thor en 1962, Tiagong Lundag en 1966 y El Vibora en 1972, Coching produjo un sinfín de sagas de romance y aventura, de hazañas heroicas y de grandes prodigios que alimentaron la imaginación popular del lector filipino y del público asistente al cine. Coching fue muy prolífico, con aproximadamente 60 títulos en su haber, y sus obras cubrieron muchos géneros: misterio, fantasía, romance, aventura, mitología, folklore, horror, biografía, sexo, drama y comedia, entre otros. Aunque de vez en cuando se inspiraba en obras extranjeras como Tarzán y en novelas occidentales como las de Louis L'Amour, Coching se mantuvo cerca del color local filipino, y hoy en día es considerado el Decano de los ilustradores filipinos.
Coching murió en 1998, y su esposa e hijos le rindieron homenaje en el Museo Pasig, donde enormes carteles de películas escritas por Coching y fotos de estudio de LVN Pictures, Sampaguita Studios y Premiere Productions adornaban el museo. Coching ayudó a hacer de los "komiks" un medio eficaz de alfabetización verbal y visual, promoviendo así el filipino como lengua nacional.
