Chamblain estaba desde niño convencido de que su oficio debía ser el de historietista. Traba probar en su adolescencia a ser autor completo y publicar varios fanzines, se percató de que tenía más talento como escritor de ensayos y de historias y se esforzó hasta que se publicó su primer álbum La recherche d'emploi dentro de la colección Ciboulot.
Su aproximación fresca a la adolescencia y su comprensión de la problemática propia de la juventud sobresalió en su siguiente serie, Les Carnets de Cerise, y siguió produciendo obras del estilo, a veces trufadas de humor, a veces con una interesante componente fantásitca, como Sorcières sorcières, Enola et les animaux extraordinaires, Nanny Mandy, Journal d'un enfant de lune y Lili Crochette et Monsieur Mouche.
Debido a su gran capacidad para la historieta adolescente, se ha hecho cargo de guiones de series reputadas como Les Tuniques Bleues, Yakari o Gaston.