El primer contacto que
Díaz (Francisco Díaz Luque,
1967) tuvo con el medio fue de muy pequeño en un kiosko situado al
lado de la estación de tren donde su madre tenía un bar. Allí
adquirió los primeros cómics, que fueron de superhéroes. Se pasaba
mucho rato haciendo dibujos en la escuela para sus compañeros. Más
o menos en esa época cayó en sus manos un Trinca que le
abrió los ojos a otro tipo de cómics al mismo tiempo que despertó
su admiración por Víctor de la Fuente. El salto siguiente fue a
las revistas de Toutain, con 1984 e Ilustración + Comix
Internacional a la cabeza. Ya en el instituto le entró
definitivamente el gusanillo del dibujo y con Xavier Marturet hizo
una historieta para un concurso de 1984 que no sabe muy
bien cómo terminó. Poco tiempo más tarde, mientras tanteaba las
carreras de derecho y filología hispánica, colaboró en el fanzine
Plomí Corcat, de donde salieron dibujantes como Pau.
Se fue a Barcelona a
estudiar Bellas Artes pero aquello tampoco no le convenció y
después de dos años lo dejó al mismo tiempo que Toutain lo cogía
para la última etapa de Tótem el Comix, cabecera en la que
hizo algunas historietas cortas durante el año y pico siguiente.
Paralelamente trabajó también con Rafa Vaquer en los lápices de
Johnny Roqueta y con Pere Joan. Siguiendo esta dinámica, entintó y
dió color a algunas páginas del álbum El Imperio Azteca – El
Jugador de los Dioses de Max.
Toutain cerró y Paco
volvió a Mallorca, desde donde tuvo noticias de Marturet, quien le
propuso hacer superhéroes para Marvel UK. Lo que a Paco Díaz le
interesaba (y le sigue interesando) era trabajar para el mercado
francés, pero tampoco le hizo ascos al tema de los superhéroes,
aunque fuesen británicos en vez de yanquis. En Gran Bretaña empezó
con dos números de la serie Death Metal vs. Genetix, al
estilo de Image. Después Marturet y él propusieron una serie que
se tenía que titular Europe Force a la que Marvel UK dio el
visto bueno. Marturet y Díaz fueron a Londres para concretar un
poco más el proyecto y volvieron a España convencidos de que se
haría realidad inminentemente pero no pasó ni un día cuando
recibieron una llamada del sello editorial para anunciarles que
cerraba, dejando todos los proyectos al aire.
El proyecto de Europe
Force fue recogido por Marvel Italia y se convirtió en
Euroforce gracias a la intervención de Salvador Larroca. Entre
una cosa y otra, Díaz dibujó y entintó una historieta de seis
páginas para Marvel Comics Presents titulada “Cross Time
Critters”, tras lo cual volvió a Euroforce, realizando una
miniserie de cinco números numerados del 0 al 4 encartados con
otro cómic hecho por italianos en el mismo volumen. Finalmente la
serie se extinguió porque según los editores no se vendía lo
suficientemente bien. También hizo Paco algunas páginas para un
número de Conan il Conquistatore que se realizaba en
Italia, entintadas por Àlex Fito, y que tampoco prosperó.
El salto a los EE UU lo
dió Díaz de la mano de Acclaim Comics, sello para el que hizo los
lápices de un especial de 56 páginas de Harbinger. Debía
seguirle una serie regular pero le dieron un número de Magnus
Robot Fighter. La colaboración con Acclaim Comics terminó
aquí, con solo dos obras, porque el sello canceló los cómics para
centrarse en los videojuegos.
Mientras esperaba tiempos
mejores, Paco Díaz hizo la miniserie Creatures para Dude
Cómics con Kokomos Studio (estudio que en su momento cumbre tuvo
como miembros a Xavier Marturet, Paco Díaz, Rafael López, Roger
Bonet y Nacho Carmona) de la que no está nada satisfecho. Aún así
empezó a preparar la segunda parte de la serie, esta vez a color y
con sello editorial propio sin continuidad, llamado Dreams Comics,
con los mismos miembros que Kokomos Studio. Al mismo tiempo hizo
unas 60 páginas de la serie «Lulú Girls» para Kiss Comix.
Poco después conoció a
Rubén Díaz, que por aquel entonces era editor de Marvel Comics,
quién se interesó por los dibujos de la segunda parte de
Creatures y otras muestras de superhéroes que le enseñó. De
este encuentro salió un trabajo para la serie regular Masacre,
de la que Paco Díaz hizo siete números. Unos cambios en el staff
editorial y algunos malentendidos hicieron que la colaboración de
Paco Díaz terminara de forma un tanto brusca. Luego, fue Image la
que se interesó en su buena mano para la segunda parte de
Creatures y después de hacer algunas pruebas, le concedieron
el lápiz y la tinta de la miniserie Tekken Forever, basada
en el videojuego Tekken. De los tres números previstos sólo ha
salido (y ha cobrado) uno. El problema vino de la forma de
trabajar de Image, no directamente con los dibujantes sino a
través de estudios, algo turbia desde el principio porque hizo un
primer número que luego tenía que ser el segundo, un segundo que
tenía que pasar a ser el tercero y, en el último momento, con solo
tres semanas de tiempo, hizo el único número que ha salido. Con el
revuelo de los atentados del 11 de septiembre de 2001 el estudio
DDW, que era con quien trataba Díaz en lo referido a la serie,
desapareció sin dejar rastro visible y sin pagar.
De su experiencia en los
EEUU, Paco Díaz ha llegado a la conclusión de que es un mercado
bien pagado pero ingrato desde el punto de vista humano. El
dibujante es una simple pieza del engranaje industrial, pura mano
de obra a la que no se explica nada de los constantes cambios de
planes. Después de la experiencia con Image, Paco Díaz se quiere
curar con salud y exige un contrato antes de trabajar con el
editor, nunca con un estudio intermediario, y cobrar por todo lo
que haga, aunque sean unos bocetos preparatorios.
Le ofrecieron la serie
Lady Death de Chaos Comics, pero ya estaba trabajando como
director de Eros Comix y no se quiso comprometer, cansado
de hacer dibujos y páginas sin cobrar. E hizo bien porque poco
tiempo después aquel sello cerró. También le ofrecieron The
Exiles para Marvel, unos números de Kiss para Image y
algo para Buffy de Dark Horse pero ninguno de estos
proyectos fructificaron. Finalmente, para el mercado
norteamericano le han ofrecido una prueba para relanzar Conan,
seguramente con Dark Horse, pero no la ha aceptado porque no la
pagan bien.
Para el mercado español,
Díaz ha realizado últimamente “Lara Jones”, que empezó como una
serie de Kokomos Studio para la revista Eros Comix de la
futura editorial Dolmen. Mas, Paco Díaz se dio cuenta de que podía
trabajar al margen del estudio, que ya empezaba a resultarle un
lastre. A partir del segundo número se desvinculó bastante de
Kokomos Studio.
Su colaboración con
Ediciones Dolmen como director de Eros Comix vino a raíz de
una visita a la feria del libro infantil de Frankfurt del año 2002
en la que coincidió con Vicente García, quien recurrió a los
conocimientos de francés de Díaz y a su criterio como dibujante
para intentar comprar derechos a los editores franceses. Allí
acordaron que Paco Díaz sería el director artístico de la revista
erótica. Y algo se ha notado su gestión porque ha pasado a ser
regularmente mensual, ahora se paga más a los autores, se han
vendido historias cortas a Francia y se están negociando más
ventas con Alemania, Italia y EE UU. En estos momentos, aparte de
su trabajo en Eros Comix, Paco está realizando una serie de
historias cortas infantiles para el mercado sueco.
Su forma de trabajo ha
evolucionado a fin de economizar tiempo. Antes hacia los bocetos
preparatorios a escala real para después calcarlos con la mesa de
luz. Ahora lo dibuja directamente, lo entinta, lo escanea y con un
programa de retoque fotográfico le da los grises o el color.
Entre sus posibles
proyectos futuros está un álbum para Humanoides y un libro en
blanco y negro para Delcourt con una historia cuyo embrión se
encuentra en el único número de Creativa. Y su trabajo
favorito es la segunda parte de Creatures, inédita aunque
puede ser que deje de serlo pronto. |