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COMICGUÍA |
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Comicguía.
Cuaderno de la historieta, 1976-2005, Valencia
Fanzine sobre
historieta |
sin periodicidad fija, generalmente anual |
número de páginas variable, entre 28 y 64 I
Números publicados: 62 números hasta el final de 2005, más dos
extraordinarios [se incluyen los cuatro catálogos de promoción
de Telio].
ISSN:
1133-6226 I Depósito Legal: V-2899-1989.
Redacción: Francisco Tadeo Juan / C/ Editor Manuel
Aguilar, 17, 7ª. Valencia 46001.
Edición, dirección y coordinación:
Francisco
Tadeo Juan.
Colaboradores (habituales, además de su director):
José Vicente Bort, Enrique Martínez Peñaranda, Luis Conde
Martín, José Fernández García, Miguel Fernández Soto, Manuel
López, David Recio Gil, Francisco Nájera, Agustín Riera Torres,
Lopoldo Sánchez, Raúl Valverde, José Sanchís, Emilio Cegarra,
Juan Castañer, Alfonso Moliné, Juan Antonio Almagro, Manuel
Olalla, Arturo Rojas de la Cámara, Ramón Sabatés, Jesús Tarrasó,
José Mª Varona, José Ramón Galán, Nené Estivill, Juan Álvarez,
Juan Arocas, José Martínez (Rebote), Armando Salas y PGarcía.
COMICGUÍA
(libro)
1997
(©
de 1996),
Comicguía. Historia de una
revista sobre cómics : vivencias, recuerdos y anécdotas con
ilustraciones inéditas, Valencia – edición en rústica,
21 X 15,5 cm. I 310 páginas, b/n I Edición: Francisco
Tadeo Juan I ISBN: 84-605-5735-9. I Depósito Legal:
V-1559-1997 I Impresión: TEXTO-GRAF S. L., Matías Perelló,
21 46005 Valencia.
Cubierta del primer catálogo de la librería Telio, antecedente
de Comicguía, con dibujos de José Ortiz. Al lado, cubierta del
libro compilatorio y homenaje de los 20 años de la publicación
Comicguía. Historia de una revista sobre cómics, con
cubierta ilustrada por Rafael Fonteriz.
Clic para ampliar
]
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COMICGUÍA. MEMORIA Y NOSTALGIA, comentario por Félix Cepriá.
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En 2006 se cumplen
treinta años de andadura de Comicguía, lo que convierte a esta
publicación teórica en la decana de la historieta española hoy en día.
Para su recuerdo cabe echar mano de lo expuesto en Comicguía,
aquel libro / homenaje subtitulado Historia de una revista sobre
comics, en el que de una forma amena su director y alma mater,
Tadeo Juan, nos narra las vivencias, recuerdos y anécdotas en sus
primeros veinte años de historia editorial.
Comicguía nació
en diciembre de 1976 cómo catálogo de las publicaciones extranjeras
(cómics, ilustración, etc.) que se podrían adquirir en la Librería TELIO
de Valencia al año siguiente. El aficionado de principio del siglo XXI
verá de lo más normal la publicación de un catálogo con este material,
pero hay que tener en cuenta que en aquellas fechas, cuando nació
Comicguía, en España no había librerías especializadas en cómics;
como mucho, había alguna en Barcelona y Madrid, con apartados dedicados
a la historieta, además de la mencionada TELIO, pero no dedicadas
expresamente a los tebeos y con la oportunidad de proveer al cliente de
cómics procedentes del extranjero.
Por lo tanto,
Comicguía nació con el propósito de dar a conocer y poner a al
alcance de los aficionados las novedades del siguiente año 1977,
fundamentalmente clásicos americanos en edición original o italiana,
ediciones francesas de diferentes autores, etc. El primer número fue un
catálogo de 36 páginas con formato cuartilla, con una portada que
mostraba dos ilustraciones de José Ortiz. En el número 3, sin dejar de
ser catálogo de publicaciones de cómics y otros productos afines, se
publica “Las joyas del Maharajah”, una aventura de Jim de la selva
(planchas dominicales de 1947 dibujadas por Austin Briggs), a razón de
siete páginas por número, continuándose en siguientes entregas del
boletín hasta el fin de la aventura. Así mismo, en aquel mismo núm. 3 se
publicó una muy breve biografía de José Ortiz. Poco a poco, el boletín
iba alejándose del concepto inicial de catálogo para convertirse en un
fanzine que intercalaba textos e ilustraciones originales de diversos
autores, además de reproducciones de diferentes historietas, según el
personaje o autor que se tratara. El núm. 5 ya lleva en cubierta la
identificación “Comicguía”, aún escrita a mano y en el núm. 6 desaparece
el logotipo de la librería Telio para seguir la publicación su curso con
el nuevo logo. Mas, no será hasta el núm. 14 (invierno de 1987), a los
once años de su nacimiento, que aparece el logotipo COMICGUÍA
cuaderno de la historieta que conocemos en la actualidad y con el
que ha continuado la publicación hasta recientes fechas.
En el número 12 de
esta publicación Tadeo Juan inició un Conciso Diccionario Universal
Ilustrado del Comic, en el que se hacía una breve reseña de
personajes del cómic mundial, acompañadas de una viñeta del personaje en
cuestión. Este breve diccionario alcanzó a publicarse hasta el número 40
del fanzine, a lo largo de veinticuatro entregas, reseñando un total de
250 personajes. No se trata de una cuestión anecdótica. Téngase en
cuenta que algo así no era habitual en la España de mediados de los
ochenta (en referencia a la historieta patria). Por entonces, sólo
existían en lo referente a información sobre la historieta española, las
revistas BANG!, SUNDAY y el fanzine asturiano El
Wendigo, todos ellos dedicados en gran parte al cómic en general,
dejando al margen la mayoría de obras y autores de los cuadernillos de
los años de la posguerra y otros tebeos españoles. De ahí el gran valor,
entonces, de Comicguía, que desde su nacimiento como fanzine se
dedicó a recuperar obras de interés para el aficionado a los tebeos
producidos en España y a sacar del olvido a autores que en su mayoría
habían fallecido o están apartados del mundillo de la historieta.
Primero enfocó su atención Tadeo Juan sobre la llamada Escuela
valenciana (precisamente a partir del núm. 5) para posteriormente
abrir su campo de trabajo a personajes de otras latitudes: Italia,
Argentina, Francia, etc., o a autores españoles que habían trabajado
para aquellos mercados. Con dos ejemplos bastará: uno, el encono de
Tadeo Juan por datar la primera aparición de El Guerrero del Antifaz,
con el fin de enmendar la plana a otros historiadores del tebeo
español. Dos, la oportuna recuperación de la producción, aún en curso,
de autores tan prolíficos e interesantes como Carlos Cruz, que de no ser
por él hubieran seguido estando en el olvido para la mayoría de los
españoles.
Cada vez con más
confianza, en Comicguía se fueron realizando estudios sobre
personajes y obras rescatadas del olvido, sin importar su vigencia o
interés general, sólo pendiente su director del rescate de la memoria.
Aportó datos que nadie más podía dar, solicitó insistentemente imágenes
a los autores vivos o a los familiares de los fallecidos, entrevistó a
todos cuantos encontró, aportó tebeografías y datos que luego
engrosarían otros diccionarios y ensayos, y siguió trabajando incansable
en su Conciso Diccionario Universal Ilustrado del Comic, eso sí,
escrito con su peculiar estilo, diametralmente opuesto a lo académico.
En lo fundamental,
Comicguía fue creada, dirigida y realizada con cariño y con mucho
tesón por Francisco Tadeo Juan, logrando que en ella colaboraran gran
cantidad de autores, tanto españoles como extranjeros, ya fuera con
textos sobre la historieta o con dibujos inéditos, o elaborando
ilustraciones originales para cubiertas o para el interior (véase abajo
la impresionante relación alfabética de autores colaboradores). Si algo
hay que destacar como negativo en este fanzine es la “mala” costumbre de
Tadeo Juan de informarnos con toda puntualidad de los fallecimientos de
autores o personas relacionadas con este mundo del cómic. Qué tiene esto
de malo, diréis; en sí no es nada malo, es información, puesta al día,
información que posiblemente apenas unos pocos conocerían de no ser por
Comicguía, pero es triste ver que se van al otro mundo los
autores que en uno u otro momento nos han hecho soñar y volar por esos
mundos de fantasía que se hallan en la historieta.
Comicguía,
siguiendo fiel a su
trayectoria, continua hoy en día (ha alcanzado el número 60 en verano de
2005), rescatando del olvido a personajes que en nuestra niñez nos
hicieron soñar, haciendo retroceder nuestra memoria para recordar esos
tebeos y revistas que veíamos inalcanzables tras el cristal del quiosco.
En mi caso, llegué tarde a la explosión de cuadernillos y revistas
semanales, pues apenas se publicaban series siendo yo pequeño, si
exceptuamos a El Guerrero del Antifaz con sus mil y una
ediciones, El Capitán Trueno y pocas series más. Editorial Maga
se volcaba ya entonces en la edición de álbumes de cromos, estando
próxima su desaparición, y la mayor parte de los personajes los conocí
mediante el intercambio entre amigos o en el propio quiosco, donde el
quiosquero hacía de intermediario, por lo que pude conocer series y
personaje editados ocho o diez años antes. Por ello, para mí, como para
muchos aficionados a la historieta, el hecho de recibir cada semestre el
número correspondiente de Comicguía suponía poder recordar los
años de mi niñez, con sus cosas buenas y malas, sobre todo buenas (ya
que las malas las trato de olvidar de forma natural), e igualmente me
permitió conocer obras y autores argentinos que no se conocen por estos
lares, por obra y gracia de la gran afición de Tadeo desarrollada hacia
aquella historieta debido a su estancia allí en sus años mozos.
Francisco Tadeo Juan,
además del fanzine, también ha editado el libro
Comicguía, historia de una revista sobre
cómics : vivencias, recuerdos y anécdotas con ilustraciones inéditas,
en el que homenajeaba al fanzine
al cumplir los veinte años. Este es un valioso documento que contiene,
en su primera mitad, una selección de textos fundamentales publicados en
Comicguía, acompañados de valiosas imágenes originales
solicitadas por Tadeo Juan a autores del calibre de Font, Romero, Bernet,
Gago, Estivill, Frejo, Sabatés, Schmidtz, Martínez Osete, Carrillo,
Carlos Freixas, Iranzo… Y, en su segunda mitad, un nomenclátor titulado
Algunas concisas biografías sin freno ni marcha atrás que da fe
de la vida y obra de lo más granado de los historietistas españoles del
período clásico.
Sólo
cabe desear que Comicguía cumpla otros treinta años más. Gracias,
maestro. |
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EXTRACTO DE COMICGUÍA
(por Manuel Barrero).
Si algo ha caracterizado
a Comicguía, por encima de todo, ha sido su impagable aportación
de datos sobre autores de nuestra historieta de los que poco o nada se
sabía. Tadeo Juan se esforzó en desfacer los entuertos de la
memoria historietística española, aplicando en la tarea tanto rigor como
pudo y difundiéndolo luego con una filosofía editorial que no escapó del
amateurismo por cuanto las posibilidades económicas jamás le permitieron
editar un producto de apariencia profesional. Ese fue el gran problema
de Comicguía, su aspecto de fanzine, reacio a la subvención y
cuya independencia se vio, a veces, como reaccionaria. Esto era así
porque Tadeo Juan no sólo defendía los tebeos clásicos, también mostró
sin complejos su rechazo frontal a la historieta contemporánea,
denostando la moderna historieta española y, sobre todo, el manga y los
cómics de superhéroes, y realzando los valores de la historieta de
aventuras argentina e italiana, cuyos mercados defendió por encima de
modas y tendencias. Todo ello con su característico lenguaje, a veces
trufado de interjecciones, divagante, más pendiente de acometer contra
lo que no era de su gusto que de comentar las cualidades del tebeo en
cuestión. La lectura del siguiente extracto del “Capítulo único” de su
libro Comicguía da fe de su personalidad y de algunas de las
claves de su quijotesca trayectoria como faneditor y cronista de
la historieta española. Una labor que muy pocos han desarrollado con
tanto tesón y amor por los tebeos:
«Realmente, lo que yo quería hacer [en 1976], era una
revista-muestrario, de una época, entonces actual, y hoy pasada, peor
rica en entusiasmo y actividades, que fueron, como se puede recordar,
coronadas por el éxito, efímero si se quiere, pero éxito de un público
que volvía, prácticamente «de entre los muertos».
Más o menos, como
«veinte años después», sólo que ahora, aparte de estar viejos, secos,
marchitos y cansados, el aficionado no vuelve, las nuevas técnicas y
estilo, mecánicos y fríamente realizados de un solo molde, alejan al
crío cuando deja de serlo, y es ignorado por el adulto que tiene otras
cosas a las que acudir en prioridad, esto es: gasolina, electricidad,
electrónica y ludopatía. En mayor cantidad, añadiría yo, que «sexo,
violencia y drogas», que más no pueden dar las revistas de historietas
actuales.
El cómic, pues, está en
un duro trance, y me refiero a todo el cómic, con el nombre que se le
quiera dar, o cada cual prefiera en su fuero interno: cómic, tebeo,
historieta…
(…) La idea [de
Comicguía] se iba realizando, inspirada en la forma de
enfoque de los ingleses, con su Sight & Sound y la argentina
Tiempo de Cine, que son mis revistas favoritas de todos los tiempos
en lo referente al Cine, que también me apasiona, y al cual, momento
hubo, estuve a punto de dirigir mis esfuerzos. Pero revistas de cine
había muchas, y de cómic quedaban dos, el subvencionado Wendigo
de Tino y vuestra Comiguía. Como a mi la comercialidad me
importaba un pito, y el comportamiento del artista de cómic me
entusiasmaba, a por ello fui, tratando siempre de buscar a los
marginados, olvidados o como se les quiera llamar.
Gaucho quijotesco que es
uno… Che, collons.
(…) Queda mucho,
todavía, por hacer. Veremos hasta donde llegamos, todo depende de la
salud del subscriptor con sus donativos, pues se trata de una revista de
mil ejemplares, con el noventa por ciento en servicio de prensa
divulgativo y el diez por ciento de subscriptores.»
[
Comicguía.
Historia de una revista sobre cómics,
F T J Ediciones, Valencia, 1996,
pp. 4-13 ] |
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Relación
alfabética de autores que han colaborado en uno u otro momento en
Comicguía. |
Adriano Blasco
Agustín Riera
Torres
Alberto Marcet
Alfonso Font
Alfonso moliné
Alfonso
Ambrós
Ángel Pardo
Antonio Guerrero
Antonio
Hernández Palacios
Antonio Lara
Armando Salas
Arturo Rojas de
la Cámara
Barrio Nuevo
Brocal Remohí
Carlos Cruz
Carlos Ezquerra
Carlos Fraixas
Carlos Giménez
Carrillo
Celedonio Frejo
D Abad
David Guerrero
Martín
David Recio Gil
Eduardo Vañó
Emilio Cegarra |
Enrique Badía
Romero
Enrique Martínez
Peñaranda
Escandell
Eugenio Giner
F Coria Cabero
F Medina
Ferrando
Rafael Fonteriz
Francisco Batet
Francisco
Fuentes Man
Francisco Nájera
Franco Paludetti
Gordillo
Harca
J Cance
J Lumbreras
J V Bort
J Varona Ché
Jesus Blasco
Jesús Tarrasó
Espí
Joan Arocas
Joe Kubert
Jordi Bernet Cusso
José Fernández
García
José Fernández
José Grau |
José Lanzón
José Luis
Martínez (Rebote)
José Ortiz
José Sanchís
Juan Álvarez
Juan Antonio
Almagro
Juan Castañer
Juan Espallardo
Juan García
Iranzo
Juan Gonzalez
Alacreu
Karpa
Leopoldo Ortiz
Leopoldo Sánchez
López Blanco
Luis Bermejo
Luis Conde
Martín
Luis Rosales
M López
Miguel Quesada
Manfred Sommer
Manuel Barrero
Manuel Gago
(hijo)
Manuel Gago
Manuel Olalla
María del Carmen
Ballesteros Boix
María Pilar
Sanchís |
Mariano Ayuso
Martín Salvador
Martínez Osete
Martz Schmidt
Matias Alonso
Miguel Fernández
Soto
Mique Beltrán
Montero
Nene Estivill
Nicolás
Ortifus
Paco Olivares
Palop
Rafa Ramos
Ramón Guerra
Giraldo (Monchi)
Reinoso
Roberto Diso
Sebas
Serafín
Tibet (Gilbert
Gascard)
Tomás Marco
Vicente Ibañez
Víctor de la
Fuente
Víctor Ramos
Villaescusa
Viñas |
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[ © 2005 Félix Cepriá. Publicada en Tebeosfera 051230 ] |
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