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CIC, # 7

CIC   Cuadernos de Información y Comunicación, núm. 7, 2002

Edición: Departamento de Periodismo III Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Contacto: cic@ceinf.ucm.es
http://www.ucm.es/info/per3/cic

Director: Felicísimo Valbuena de la Fuente
Coordinadora: Eva Aladro Vico
Comité editorial: Félix Valbuena, Cristina Peñamarín, Asun Bernárdez, Eva Aladro, Gonzalo Abril, Jorge Lozano, Wenceslao Castañares, José Luís Dador, Javier del Rey, Ana Segovia.

ISSN: 1135-7991          Depósito Legal: M-390044-1995

Precio: 15 €     |     17 x 24 cm.    |     410 pp.

[ Ilustración de la cubierta: Demócrito, el filósofo sonriente, de Agostino Carracci ]


Comentario, por Natalia Meléndez Malavé.


Cualquier actividad que vincule el humor con el ámbito académico es digna de ser saludada con gran entusiasmo (dadas las escasas ocasiones en que podemos verlos unidos) y, en el caso del monográfico que nos ocupa, la calidad de los textos hace que ese recibimiento sea doblemente caluroso. Si además añadimos el tercer elemento que de manera amplia se desarrolla en esta publicación, la comunicación, obtendremos un resultado aún más interesante. Es pues una feliz noticia que la revista CIC, Cuadernos de Información y Comunicación, del departamento de Periodismo III de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid dedique su séptimo número a la comunicación del humor.

La revista CIC, que tiene ya siete años de antigüedad, presenta entre sus objetivos tratar cuestiones relacionadas con la comunicación de manera profunda. Como dice su principal responsable, el profesor Felicísimo Valbuena en la Presentación que abre el texto: «con la intención de dedicar el mayor número de páginas de cada número a un asunto». Eso explica las más de 400 páginas que alcanza el volumen -y no lo decimos con ánimo sarcástico sino con satisfacción por los argumentos que proporciona el texto a los defensores del humor como objeto de estudio-.

Y aun así, la preocupación por el papel del Humor como propiedad de la Comunicación, los eternos interrogantes sobre su origen, sus fundamentos y sus esencias definitorias quedan y quedarán siempre sin contestar. Porque sabemos que no podemos mirar de frente al humorismo sin salir mal parados. Como dijo Breton, resulta fácil imaginar el partido que el humor podría sacar de su propia definición. Todo el que intenta acotar el concepto de humor está abocado al fracaso, porque sólo podemos enfrentarnos a él con mucha precaución, bien pertrechados de metáforas, escudados bajo alegorías, comparaciones y símbolos y armados hasta los dientes con las afiladas lanzas de la ironía. Nuestros paladines de CIC lo saben y se acercan al humor desde distintos ámbitos, acorralando al “enemigo” pero sin apresarlo. Conforman así una visión general que nos ayuda a comprender mejor el humor, enfocándolo desde distintas lentes.

Así, el humor es revisado en combinación con otros fenómenos comunicativos (el teatro, el cine), y disciplinas como la psicología o, muy especialmente, la filosofía. La relación de esta última, sobre todo con el primer bloque de textos del volumen, es puesta ya de manifiesto en la propia portada, feliz idea del profesor Jorge Lozano, que ilustra el número con la obra de Agostino Carraci Demócrito, el filosofo sonriente (1598). A partir de la invitación que con la mirada y el gesto nos hace el pensador -del que no siempre se entendió bien su apuesta por la risa-, nos adentramos en un amplio panorama de ideas sobre el humor, vistas por grandes estudiosos y conocedores de la cuestión de todos los tiempos, completadas además por aportaciones actuales y trabajos inéditos sobre el humor en ámbitos concretos.

Como adelantábamos, el primer bloque, que es también el más extenso, está dedicado a la Teoría del Humor y en él se incluyen artículos clásicos, buena parte de ellos traducidos o publicados por primera vez en mucho tiempo. La selección, muy de agradecer toda vez que más de un texto alcanza el estatus de auténtica rara avis, resulta variada y necesaria. Variada, porque se trata de teóricos de muy distintas procedencias, épocas, gustos y estilos. Y necesaria, porque a quienes nos empezamos a adentrar en el estudio del humor en cualquiera de sus vertientes se nos hace difícil hallar ciertos escritos fundamentales que no gozan de la popularidad, y por lo tanto de las ediciones, de un Freud, un Bergson o un Baudelaire.

Así, encontramos dos primeras aportaciones dedicadas a contrarrestar la concepción del humor como fruto de la modernidad: el comentario de Lane Cooper al Tractatus Coislinianus (manuscrito anónimo que da una serie de pautas para lograr la comicidad, presumiblemente inspiradas en los libros perdidos de la Poética de Aristóteles) y un, algo más flojo, análisis de Santo Tomás y sus aproximaciones a los numerosos conceptos de estulticia, al que más que un acercamiento al humor, se le ha de suponer un tono humorístico que el abuso de citas nos impide digerir.
Del resto, destacamos muy especialmente la elección de textos de verdaderos maestros teóricos del humor, sobre todo del literario, como Richter y Pirandello o la profundidad de Koestler (autor más reciente) o Hazlitt, especialmente brillante. En la aportación española pesa sobre todo el humor teatral con textos de Mihura o Jardiel Poncela, aunque también Pío Baroja o Julio Casares, éste por partida doble, nos ofrecen visiones del humor lo suficientemente esclarecedoras como para que el aficionado comience a complicar el problema del humor hasta el infinito. Al fin y al cabo ese es el único objetivo al que podemos aspirar: enredarnos en la madeja del humor hasta que nos envuelva de tal modo, que buscando la solución a una de las muchas dudas que lo rodean, aparezcan veinte dudas más y que, sin embargo, el tema nos siga apasionando.
Adentrándonos ya en el segundo bloque, advertimos la descompensación que supone la aparición de un único artículo. Una falla del número, que no es producto del olvido de los coordinadores sino de la imposibilidad de contar con los derechos para publicar ciertos textos. Debemos conformarnos pues, siendo tan larga y fructífera la historia de amor entre humor y cine, con el texto de Gerald Mast sobre los diálogos cómicos de Preston Sturges, apuesta original de los responsables que es digna de mención.

Más original resulta aún, la inclusión de un tercer apartado bajo el título “El humor en las Ciencias Humanas”. Sorpresa que encierra la publicación y que nos atrapa con artículos que aúnan crítica y amenidad. Resalta especialmente el trabajo de Eric Berne, que con su delirante título nos da idea del contenido: una burla irónica sobre las palabras de moda y las rebuscadas piruetas del lenguaje que hacen fortuna en el discurso académico y especialmente en el ámbito de la Psicología. Por los mismos derroteros va el texto de Hackett Fisher, esta vez haciendo hincapié en los tópicos por los que se dejan arrastrar los historiadores.

El último conjunto de artículos es el reservado a las aportaciones inéditas de autores actuales, todos ellos miembros del equipo de CIC. Si bien todos los artículos de este último bloque resaltan cuestiones de interés, sobresale particularmente el de la profesora Cristina Peñamarín, único dedicado al humor gráfico. No es la primera vez que Peñamarín aborda el dibujo humorístico, sobre el que ha publicado artículos en los números 42 y 44 de La Balsa de la Medusa. En el texto que nos ocupa se expone, con gran brillantez y una profunda capacidad de interpretación, cómo el género ayudó a contradecir el discurso oficial de la dictadura. Con ejemplos muy esclarecedores extraídos de La Codorniz o ABC se plantean los nuevos referentes que iban calando en sectores favorables a la democracia en la España de los últimos años del franquismo.
Hemos de manifestar, por último, que la inclusión de un sólo texto sobre dibujo de humor nos sabe a poco. Para bien o para mal, el problema de la comunicación del humor no se agota aquí y, consciente de ello, el profesor Valbuena nos promete en uno de sus textos una segunda parte. Aguardaremos con resignación ese nuevo número deseando que el espacio reservado al humor gráfico se amplíe como sin duda el medio merece.


INDIZACIÓN


Presentación, por Felicísimo Valbuena

9

1. TEORÍAS SOBRE EL HUMORISMO 

 

Tractatus Coislinianus. Comentario de Lane Cooper, Anónimo

31

La Tontería y los tontos en el análisis de Tomás de Aquino, por L. Jean Lauand

37

El Humor en Thomas Hobbes, por Félix Valbuena

47

Del humorismo, por Jean Paul Richter

53

Sobre el ingenio y el humor, por William Hazlitt

69

Esencia del humorismo, por Luigi Pirandello

95

La caverna del humorismo, por Pío Baroja

131

Ideas sobre el humorismo, por Enrique Jardiel Poncela

139

Sobre “Maribel y la extraña familia”, por Miguel Mihura

159

Concepto de humor, por Julio Casares

169

El acto de creación: el Bufón, por Arthur Koestler

189

Juegos de palabras sobre juegos de palabras, por Walter Redfern

221

2. EL HUMOR EN EL CINE 

 

Preston Sturges, por Gerald Mast

255

3. EL HUMOR EN LAS CIENCIAS HUMANAS 

 

La descripción literaria y el inventario notarial: la falta de inventiva, por Julio Casares

267

Más allá de una teoría del impacto de la interacción interpersonal en la cooperación no verbal, por Eric Berne

275

Las falacias del historiador, por David Hackett Fisher

293

4. ARTÍCULOS SOBRE EL HUMOR 

 

El humor como medio cognitivo, por Eva Aladro

317

La risa, una actividad de la inteligencia, por Javier Del Rey

351

El humor gráfico del franquismo y la formación de un territorio translocal de identidad democrática, por Cristina Peñamarín

335

Humor verbal y humor de situación, por Felicísimo Valbuena

381


 [ © 2003 Natalia Meléndez Malavé, para Tebeosfera 031223 ]