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100 BALAS

100 balas

Guión: Brian Azzarello

Dibujo: Eduardo Risso

Edición: Norma Editorial: Vértigo, # 148 - 202 (varios números), 2000 - 2002

Serie abierta de libros de cómic con formato prestige    |    25,5 × 17 cm.   |   encuadernación en rústica, con lomo presado    |    36 pp     |    PVP facial: 5 € / 6 €   

Serie original: 100 Bullets, DC Comics: Vertigo, 2000

Premios: 2001, Premio Eisner al mejor "arco argumental", 100 bullets # 15-18
 

Ilustración de Eduardo Risso, de 100 Bullets

[ Imagen © 2002 Eduardo Risso ]


COMENTARIO, por Bernardo Palomo


El agente Graves es un hombre poderoso. Perteneció a un grupo llamado los milicianos que trabajaba para una organización secreta conocida como el Trust, una sociedad por encima de la ley capaz de cambiar el curso de la historia de América. Los milicianos eran su brazo ejecutor, la pluma con la que se escribía el presente,  de hecho, lo hicieron muchas veces, hasta que un día Graves dijo no. Entonces, El Trust decidió eliminarlos de la ecuación y provocó sus muertes. O eso parecía, porque al menos Graves sobrevivió.

Este es el punto de partida de la particular guerra entre el agente Graves, como parte de los milicianos, y el señor Shepherd, del lado del Trust.  A su alrededor, giran otros personajes, de uno y otro bando, el frío Cole, el psicópata Lono, la despiadada Megan, el torturado Benito y la impulsiva Dizzy, entre otros.  Sin embargo, la verdadera naturaleza del Trust y los planes de Graves siguen sin  estar del todo claros.

Tengo mis propias teorías, por supuesto, pero serían sólo eso, teorías. Brian Azzarello, guionista de la colección, ha urdido una intrigante trama de conspiraciones y la ha diseminado dentro de otras historias, como si de un rompecabezas se tratara, donde detrás de cada personaje, por intrascendente que parezca, o incluso al volver la página,  puede encontrarse otra pieza que nos acerque más a la solución del enigma.

Hay que estar atentos, pues la persona que vemos disparar a un helicóptero, a través de la ventana de una oficina, mientras dos individuos conversan en ella, quizás tenga algo que decir unos episodios más adelante, o que dentro de un restaurante, un personaje conocido se cruce por delante de la viñeta. Las coincidencias llegan a bordear, en ocasiones, el límite de lo creíble, ¿Qué posibilidades hay de que quien roba a Lono en Miami sea el primo de Loop? ¿ De que Loop sea el hijo de un antiguo miliciano? ¿De que el agente Graves le proporcione a éste motivos para matar a su padre? ¿Y de que esto provoque un enfrentamiento entre Loop y Lono, cuando el primo de aquél huya a Philadephia con el dinero? Mas o menos las mismas de que te toque el Supercupón Fin de Semana, pero ¿qué más da?, eso no te quita el placer añadido de ver como los pequeños detalles se  entretejen en una historia mayor.

Desde luego, los argumentos conspiratorios constituyen una baza eficaz para mantener la expectación del lector y conseguir su interés  ( ahí tenemos, en el medio televisivo, a Expediente X) . Pero se trata de un arma de doble filo, pues si no es llevado inteligentemente, cosa que no ha sucedido por el momento en 100 balas, puede volverse en contra del guionista. Dos son los peligros que corre. Primero, no poseer la suficiente habilidad para dosificar la trama de forma conveniente, o terminar generando pistas contradictorias. Por otro lado, una resolución demasiado simple podría no estar a la altura del misterio creado. Así que si tuviera que recomendar este cómic,  me cuidaría mucho de  hacerlo por su trepidante y compleja trama principal.     

El agente Graves también es un hombre extraño. Le gusta probar a la gente, ver de qué pasta están hechos, averiguar hasta dónde son capaces de llegar , si se les presenta la ocasión. Para ello, se sirve de maletines especiales y puede que uno de estos días se te acerque con la siguiente proposición, o una similar: «Mire, ¿Conoce a estos hombres? Mataron a su familia. Dentro del maletín hay pruebas irrefutables de que digo la verdad. En el maletín también hay una pistola y cien balas. Todo ilocalizable, todo suyo. Haga con ello lo que quiera. Si actúa siguiendo esta información tendrá carta blanca, ninguna fuerza del orden podrá hacerle nada.»

Esta interesante propuesta actúa como catalizador de las historias de otros personajes más humanos, más reales. Por las páginas de este cómic pasan ex convictos, dueños de bares, timadores, vendedores de helados, camareras, periodistas caídos en desgracia, matones, camellos o drogadictos. Perdedores, en definitiva. Todos tendrán la oportunidad, pero cada uno de ellos, atendiendo a su personalidad y a su entorno, reaccionará de manera diferente, y por tanto, el destino que les espera será también distinto.

Es esta una de las mejores cualidades de “100 balas”, y donde reside gran parte de su encanto, dejando aparte las conspiraciones . Brian Azzarello se toma su tiempo en definir personajes, en describir la vida que llevan. Y lo hace de una manera muy cinematográfica, privándonos de los pensamientos de los protagonistas, a los que conoceremos a través de sus acciones y conversaciones, con unos excelentes y afilados diálogos ( «Vienes por la misma razón que todo el mundo. Eres infeliz», «Bueno, ya sabes lo que dicen de la gente infeliz, nena. Hay que serlo para verlo ¿eh?»). Tampoco usa  textos de apoyo, ni siquiera para situar la narración, que bien podría transcurrir en Chicago, Detroit, París, Miami, o quizás en ese callejón que hay cerca de tu casa. Se permite, eso sí, la voz en off, algo muy propio del género negro.

No podemos dejar de mencionar a Eduardo Risso, el dibujante, cuyo dibujo grotesco y, en ciertas ocasiones rozando la caricatura,  resulta chocante al principio, pero, pasados unos episodios, cuesta imaginar a 100 balas sin su particular estética. Risso usa las sombras y el silueteado con profusión, quizás no muy acertadamente en los primeros números, pero mejora mes a mes, así como la calidad del trazo. Todo esto viene acompañado de un color en el que predominan los tonos apagados. El punto fuerte del dibujo, sin embargo, está en la narrativa. Al carecer de textos de apoyo, la forma de colocar las viñetas se convierte en algo fundamental , y no resulta fácil, hay que saber hacerlo. Risso nos brinda, además, imágenes realmente ingeniosas, como una bola de billar dirigida a una mano que sostiene un arma, visto en el reflejo de unas gafas de sol, o el resultado de una jugada, donde percibimos a las personas que apuestan desde dentro del dado a través de los puntos negros de una de sus caras. También hay lugar para la poesía, como la resolución de un duelo con pistolas mediante una mujer que derrama una lágrima desde el coche donde lo ha  presenciado.

100 balas tiene además otra virtud, que es la de gustar, con elementos suficientes y calidad para ello, a lectores que no estén demasiado interesados en el género. Y es que, resulta tan difícil decir algo negativo de este cómic...


RELACIÓN DE TÍTULOS PUBLICADOS POR NORMA:

PRIMER DISPARO #1 (100 Bullets # 1-2)
PRIMER DISPARO #2 (100 Bullets # 3-5)
SEGUNDA OPORTUNIDAD #1 (100 Bullets # 6-7)
SEGUNDA OPORTUNIDAD #2 (100 Bullets # 8-9)
SEGUNDA OPORTUNIDAD #3 (100 Bullets # 10-11)
PARLEZ KUNG VOUS (100 Bullets # 12 al 14)
COLGANDO DE UN HILO 1 (100 Bullets # 15 al 16)
COLGANDO DE UN HILO 2 (100 Bullets # 17 al 18)
COLGANDO DE UN HILO 3 (100 Bullets # 19 al 20)


VÍNCULOS:

http://www.dccomics.com/features/100bullets/100bullets.html  [ sitio oficial ]
http://www.terra.cl/comic/entrevistas.cfm  [ entrevista a Risso ]
http://www.norma-ed.es/magazine/report/rec100balas.asp
http://www.ociojoven.com/article/articleview/301/1/94/
http://www.astrocomics.com/scan/100balascolgando.jpg

http://www.universohq.com/quadrinhos/entrevista_risso01.cfm


[ Ficha: Bernardo Palomo. Publicada en Tebeosfera 020628 ]