Tras un cierto tiempo de ausencia, han
aparecido casi simultáneamente dos nuevas obras con la firma de
Quim Bou; ambas bajo el sello de Dude Comics y la coordinación de
Andrea Parissi. Y la verdad es que creo que en ambos casos se han
cumplido las expectativas generadas (que en el caso de Quim,
siempre son elevadas).
El Lobo Mateyo es un número unitario
que inaugura una nueva colección de Dude denominada Satélite, su
argumento se desarrolla en el Pirineo Aragonés, en uno de los
pueblos semiabandonados que lo salpican, y en él se mezclan
leyenda, historia y fantasía en una narración en la que las cosas
no son lo que parecen ser (elemento éste, el de la capacidad para
sorprendernos, que se ha convertido ya en marca de la casa del
trabajo de Quim).
Oro Rojo por su parte es una
miniserie de cinco segmentos de la que acaba de aparecer su número
inicial (que se complementa con una historia corta que aparece en
el Extra Dude que se ha puesto a la venta simultáneamente). La
obra supone el retorno de Quim al universo de “El continente de
Môm” que crease en la miniserie Corazón Negro, editada hace ahora
un año. Quim olvida a los protagonistas de Corazón Negro y se
centra en nuevos personajes, ofreciéndonos en este primer número
un planteamiento inicial para la saga.
Lo primero que se observa en este primer
número de Oro Rojo es que Quim ha madurado su dibujo,
haciéndolo más sólido y tridimensional. Además Quim ha elaborado
una trama más compleja y ambiciosa que en su primera incursión en
el continente de Môm, lo que le obliga a introducir más viñetas
por página, lo que conlleva (por lógica) la disminución del tamaño
de estas. Sin embargo, ello no supone un lastre para el dibujo,
más bien al contrario, ya que Quim sabe adaptar su estilo: no
olvidemos que Quim es un gran narrador, que sabe descomponer la
acción en imágenes de una manera impecable y que domina la
utilización de los planos detalle en la secuenciación.
Son dos lanzamientos que nadie que sienta
pasión por este medio debería dejar pasar. |