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BOGGIE EL ACEITOSO

Boggie el aceitoso

Guión y dibujos: Roberto Fontanarrosa

Edición: Ediciones de la Torre: Papel Vivo, # 43, Madrid, 1993 (IV-93) 

ISBN: 84-7960-049-7

Libro de cómic    |    31 × 22 cm.   |   encuadernación en rústica, con lomo, cosido   |    64 pp., b/n, cubiertas en color     |    PVP facial: 730 pts.

Con introducción de Alfonso López.

Boogie "El aceitoso"

[ Viñetas de Fontanarrosa ]


COMENTARIO, por Koldo Azpitarte


Boogie y el negro

Roberto Fontanarrosa (Rosario 1944) comenzó a publicar ilustraciones humorísticas en la revista Boom de su localidad natal allá por 1968. En 1972 comienza a colaborar en la revista de humor Hortensia, donde crea alguno de sus mas populares personajes, como Inodoro Pereyra (del que lleva publicados 20 volúmenes) o el propio Boggie el aceitoso. Al año siguiente comenzó su colaboración diaria con el periódico Clarín y que sigue realizando hoy en día.

Humorista grafico, dibujante de historietas, asesor creativo de Les Luthiers y escritor de notable popularidad, Fontanarrosa es una suerte de hombre renacentista capaz de canalizar su personal humor y adaptarlo a diferentes medios y formatos. Fontanarrosa es conocido con el sobrenombre de El Negro, apodo de origen incierto aunque bastante común en Argentina entre los morenos de pelo o piel que el autor lleva con orgullo. De hecho le sorprende más que le llamen Roberto que de cualquier otra manera, en una clara muestra de su carácter llano, accesible, popular en definitiva.

En España ha publicado en El Papus, Cambio 16 (suplemento Monóxido) y en Mas Madera, revista de la desaparecida editorial Bruguera que dirigió -con gran acierto y menor repercusión- Alfonso López, autor igualmente del prologo  de la obra que nos ocupa.

Boogie nació  en 1972 en las páginas de Hortensia editada en Córdoba, Argentina. Se trataba de una historieta de humor paródico levemente inspirada en Harry el Sucio pero su notable aceptación propició que el violento personaje se transformara en una larga serie recopilada en 12 libros, de los cuales tan solo el álbum que hoy nos ocupa ha recibido una edición española.

Boggie es un nombre que evoca con facilidad imágenes de cine negro y tipos duros, pero al contrario de lo que muchos suponíamos, el nombre  de Boggie no proviene  de Bogart sino del nombre de un popular coche playero de los 70.El sobrenombre de “el aceitoso” es una referencia humorística al personaje en el que más claramente se inspira la parodia: Harry, “el sucio”. Estructurada en escenas cortas de una página de duración en las que el gag final justifica toda la acción previa, las aventuras de Boggie son lo que llamaríamos humor hardboiled, un humor duro y sin concesiones en el que la falta de escrúpulos del protagonista va acompañada de una saludable dosis de estupidez, necesaria para interpretar su machismo, su racismo y su violencia como una critica feroz a posturas moralmente similares  pero que a menudo consiguen pasar por casi respetables en nuestra sociedad.

En manos de autores menos dotados, la formula del protagonista único, sin cerebro ni encanto conocido más allá de su capacidad para aniquilar a quien se le  ponga delante podría haber desembocado en un esquema repetitivo de gag en el que el pastel sería sustituido por una pistola. No es el caso de Fontanarrosa.

Boggie aparece de manera natural en medio de una disputa conyugal, familiar, de negocios o se mete de cabeza en la política exterior estadounidense, haciendo lo único que sabe hacer: matar, destruir, silenciar. Y ni tan si quiera es creativo a la hora de asesinar: una pistola, un par de tiros y se acabó. Su encanto radica precisamente en no tener encanto alguno. No deberíamos esperar nada de un personaje como él por mucho que desde los USA se nos haya vendido una y otra vez  el tipo duro y violento como alguien a respetar cuando no a admirar.

Veterano del Vietnam, guardaespaldas, agente ocasional de la CIA, asesino a sueldo siempre, Boogie desenmascara a todos los apologetas de la violencia justa y deja claro que su única motivación es el ejercicio de su letal función y que lo de menos es el por qué. Sin conciencia ni cerebro con el que adquirirla, Boogie es coherente con su credo hasta las últimas consecuencias y, por ello, constituye una de las más sangrantes parodias  que se pueden leer sobre el uso de la violencia para solventar cualquier tipo de conflicto.

El único problema que tiene Boogie el aceitoso es que cualquier lector ocasional que acceda a la obra verá como su admiración por Harry el Sucio, Stallone, Spillane, Clancy y otros ilustres exponentes de la lógica del cañón decrece de un modo alarmante o bien esta varia y los consEdición argentina de esta obraidera como versiones menos hilarantes de nuestro héroe.

Ediciones de la Torre publicó hace casi una década un álbum brillante que recopilaba una selección de historietas de lo que entonces era la última hornada de su producción. Hoy, una década después podemos encontrar el álbum en la sección de saldos de cualquier librería especializada.

Por menos de dos euros, los arqueólogos del papel amarilleante podrán tener en su poder 64 páginas de humor con grandes dosis de ironía e inteligencia. Iba a preguntarme por qué no triunfó en España, pero me temo que ya me he respondido. Demasiado incorrecto para el suplemento semanal de un periódico nacional, demasiado popular como para ser un autor de culto, Roberto Fontanarrosa se instala muy a nuestro pesar en esa nebulosa de los autores reconocidos pero olvidados en la que hoy por hoy tenemos a tantos y tantos grandes profesionales cuyo mayor pecado es no trabajar para los Estados Unidos, Francia o Japón.

Fontanarrosa, por suerte, sigue ilustrando su chiste diario para Clarín, escribiendo cuentos y novelas y dibujando historietas. Historietas tremendamente populares en Argentina, donde rivaliza con Quino o Maitena en fama y prestigio.

No hay que perder la esperanza. RBA editó hace unos meses El mundo ha vivido equivocado y fruto de esta novedad literaria obtuvo la atención de medios especializados como la revista Qué Leer. En la presentación del libro, Fontanarrosa estuvo acompañado de ilustres amigos como Serrat, Víctor Manuel, Miguel Ríos o Jorge Valdano. Tal vez sea el inicio de la necesaria recuperación de uno de los grandes de la historieta, la literatura y el humor en español.


VÍNCULOS:

Sitio oficial de Roberto Fontanarrosa
Páginas de Boogie el Aceitoso
Entrevista a Fontanarrosa en Poder
Ficha de Fontanarrosa
Entrevista a Fontanarrosa
Obras de Fontanarrosa


[ Ficha: Koldo Azpitarte. Publicada en Tebeosfera 021005 ]