Tanto el texto de cuarta de cubiertas
como Yexus en su prólogo (medido, como nos tiene acostumbrado el
cántabro), apuntan que la compilación de historietas que se hace en este
libro se organizan con referencia a un eje comun a todas las historietas, que es el de las vivencias
enjauladas, y de ahí el título, Otras jaulas.
A mí no me lo parece.
Ken lo que nos relata aquí
son brotes de desesperanza, en todo caso aprisionamientos del alma. Insatisfacciones ante una vida que se adivina
perdida, o malgastada, o fulminada por querer realizar una buena obra, o
prendida del un hilo desesperado. Es decir, que este conjunto de
historietas constituyen una suerte de parábola de la infelicidad, lo cual
sorprende para provenir de un autor tan joven. Sin duda se debe a que hay un tiempo en la
vida en el que nos atraen los perdedores, los retazos de vida inane o
insulsa, o transgresora. Vidas
truncadas tras escribir una carta de confesión; o vidas tiradas por la
borda por una anorexia, o
vidas mediocres y rutinarias o vidas engañadas… como la penúltima del
libro “Un diccionario para Laura Poe”, magistral idea realizada con cierto
desparpajo, que pasa por ser una de las mejores historietas producidas en
2002, por su aventurado uso de las posibilidades de la historieta y su
lenguaje, con lo que el autor demuestra que se puede ir más allá de las
barreras autoimpuestas a la hora de narrar, o que puede declarar abierta y
gallardamente que en historieta se pueden lograr hallazgos narrativos que
con otros medios no serían posibles.
Es por lo
comentado que asombra de Otras jaulas la madurez que demuestra su autor. No alcanza el tono
ni la profundidad de otros creadores jóvenes, posiblemente con más
lecturas, ni sabe mover la cámara con tanto vuelo como muchos amigos del
tebeo de aventuras (la "tebeorrealidad" es más estática, ya saben) pero Ken maneja lo suficientemente bien el lenguaje como para
aparentar ser más adulto de lo que es. Los textos son ajustados, sin
digresiones innecesarias, y definen perfectamente o dan una idea bastante
clara de que corresponden a una
personalidad concreta. Y todos los personajes son perdedores. La
diagramación, el reparto de imágenes y las imágenes mismas responden a un
criterio demasiado ordenado, a veces frío, pero sirve para sus objetivos.
La estructura escogida es bastante
rígida, similar a las fachadas de las ventanas que
aparecen en la cubierta del libro, y repletas del untuoso amor por lo
pictórico; Niimura, recordémoslo, también pinta, o ya daba muestra de ello
en su
anterior trabajo Vacío absoluto. Aquí cultiva igualmente los ocres,
las transparencias, los sepias, colores indicados para retratar las vidas
que él supone enjauladas. Pero no creo que estén
encerrados, a no ser que Niimura considere que el enjaulamiento comenzó
con la revolución burguesa y, sobre todo, con el abandono del mundo rural
para dirigirse al urbano, en el que ya nos fuimos enchironando nosotros
mismos, sin opción a deleitarnos con los cielos nocturnos. Sobre eso ya había
reflexionado el malogrado Chumy Chúmez hace muchos, muchos años, y tras él
muchos otros autores de viñetas.
Lo que aporta de nuevo este
libro de cómics es la evidencia de Niimura. Que Niimura asombra: es la
vitalidad hecha ser humano. No hay incertidumbre para él y ha comenzado a
trabajar en una no industria, con las afiladas armas que se le
suponen a la veteranía
pero con la energía y la ilusión que tiene la juventud. Hispano japonés de
nacimiento, en un par de años a conseguido ver publicados tres tebeos,
muchas historietas, trabajos de traducción, ilustración y publicidad,
pinta y traduce, ama, sonríe y escribe imeils. Es él la excepción que
confirma la regla. Sabe que tiene una cualidad,
algo que contar, aunque sea gris y pesimista como en el presente
caso, y tiene que moverse. En este sentido, Niimura representa el modelo a
seguir por todo profesional nuevo y que no ha tenido la fortuna de hacer
"muñecotes" que caigan en gracia: trabajo, trabajo, trabajo, crear y luego
promocionar, moverse, estar, seguir, incluirse, ofrecerse, continuar,
impetrar, dibujar, recrearse, viajar, promoverse… Resulta duro, muy duro,
pero si lo ha hecho Ken, que apenas si vivió los 20, ¿a qué están
esperando los demás? ¿A que llegue el amigo americano a ese salón del
cómic anual?
No, aprendan de Ken. Sabe
chino el Ken.
Para darse cuenta de todo lo
que se ha movido este chico solamente hay que repasar la hoja de
agradecimientos que alberga al final del libro Otra jaulas. Tener
tanto que agradecer a tantos significa algo bueno: su vida no es una
de las anteriores, un declinar, o como él quiere señalar: una jaula.
Ken es libre
aún. |
Comentarios
remitidos por el autor, e índice de la obra:
«"Otras jaulas" es un cómic
compuesto por historias cortas, en las que se hace un recorrido por la
vida de diversas personas que viven en el barrio madrileño de Malasaña.
Cada historia (cuyas extensiones varían entre 1 y 6 paginas), narra la
vida de una de estas personas, tratando diversos temas como la
inmigración, la anorexia o el terrorismo. Con sus pequeñas luchas,
alegrías y tristezas cotidianas, cada uno vive dentro de su propia
jaula.
Gran
parte de las historias han sido publicadas en revistas como "Dokan",
“Coma”, "Elipsis", "Manicomic" o "Thompson M1A1", y otra gran parte de
ellas ha sido premiadas en concursos de toda la geografía española. Cada
historia está realizada buscando su propia coherencia, haciéndose uso de
técnicas pictóricas como la acuarela, el acrílico, la tinta, etc. A su
vez, con cada concepto gráfico aplicado, se logra no solo una
independencia en cada uno de esos segmentos, si no también una coherencia
general, en el que los tonos apagados y un particular uso de la luz y el
color es la nota predominante.
A
continuación detallamos un índice con los títulos de las obras:
-"Otras jaulas"- 1º Premio IX Concurso de Cómic
“Mutantes Paseantes” de San Roque
-"2
instantes"- 1º Premio en el III Concurso de Cómic de la Universidad de
Alicante, Publicado en la revista "Manicomic" nº3
-"Dos tazas de café"
-"Las noches del cuplé"- Accésit Certamen de Jóvenes
Creadores 2002 de la Comunidad de Madrid. Publicado fanzine
"Thompson M1A1"
-"24/7"
-"Desde mi ventana"- Publicado en el fanzine
"Elipsis"
-"A
través del espejo"- Mención especial en el IV
Concurso de Cómic de Astillero
-"Soliloquios"- 1º Premio en el XII Concurso de
Cómic de San Andrés de Rabanedo, categoría Profesional
-"Una carta sin
remite"- 1º
Premio IV Certamen de Creación Jóven Ciudad de Almería
-"Solo tonterías"- Publicado en la revista
“Coma”
-"No puedo"- Publicado en la revista "Dokan"
nº 50
-"A
un lado y al otro"- Mención especial XVIII Concurso
de Cómic de Cornellá
-"Un diccionario para Laura Poe"- Premio Mejor guión en el II
Concurso de cómic de Las Palmas. Seleccionado en el Certamen de Jóvenes
creadores 2001 de la Comunidad de Madrid
-Sobre el autor:
J. M.
Ken Niimura (Madrid, 1981), de ascendencia hispano-japonesa, estudia en la
actualidad 4º de Bellas Artes. Ganador de muy numerosos premios, y con
diversos cursos de dibujo artístico, guión y cómic a sus espaldas, ha
publicado cómics, ilustraciones y artículos en diversos libros, revistas y
fanzines del sector. Asimismo ha colaborado en diversas campañas
publicitarias (Schweppes, Cartoon Network, Juvenalia, VII Salón del
Manga), y destaca su trabajo en las ilustraciones del libro de Norma
Editorial “Japonés en Viñetas” y la publicación de los cómic-books
“Underground love”, “Clockworld”, “Vacío Absoluto”, y el presente “Otras
jaulas”. Paralelamente desarrolla una prolífica actividad realizando
exposiciones por todo el territorio nacional, en lugares como la Casa del
Libro de Madrid o en la Sala Caja Madrid de Aranjuez, y ha realizado
variados trabajos de traducción. Durante el 2002 ha comenzado a impartir
clases en la academia “Talleres creativos C-10”, en
Madrid.» |