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SALGARI 

Cinemisterio. La revista de fórmula sensacional, 1950

Editorial: Abril

Edición en rústica. 29 x 23 cm. (# 1 - 66) y 14,5 x 23 cm.)     |    16 pp.    |    en b/n

 

  

[ Cubierta del primer número de Cinemisterio. Clic para ampliar -como en el resto de imágenes del artículo y de la galería anexa- ]


Cinemisterio (un “fuori serie” argentino de 1950), por Héctor Pérez Edía 


Presentación

La legendaria Editorial Abril de los hermanos Civita lanzó esta poco común revista el miércoles 4 de octubre de 1950. Había sido abundantemente promocionada desde las páginas de las otras publicaciones de la editora, principalmente desde Salgari, de la que se anunciaba como su continuación y manteniendo por cierto el mismo día de la semana para su aparición en los kioscos.

A pesar de ello, ambas revistas fueron muy diferentes, hasta en el tipo de material publicado, ya que en Salgari nunca habían tenido mucha cabida las historietas de humor, más allá de alguna breve, como la tira de Destuet “Trabuco y Trinquete”, ni los artículos de divulgación científica, comunes en Cinemisterio. Menos aún alguna incursión en la ciencia ficción moderna, naciente en nuestro medio, que fue característica de los primeros tiempos de la nueva publicación, habiendo sido la enorme mayoría de lo publicado en Salgari historietas de época, con las honrosísimas excepciones de “El terror de Allagalla”, “Los conquistadores del espacio” y alguna otra.

La principal novedad formal de Cinemisterio era la publicación de verdaderas historietas de aventuras en la forma de fotonovelas, con interesantes argumentos y una producción más que aceptable. De hecho, pensamos que alguna de ellas, como “Arizona Kid”, fue el nacimiento en los tempranos cincuenta del posteriormente alabado y execrado «spaghetti western». Esta tira estaba fotografiada exclusivamente en Italia y actuada por actores italianos y si bien se advertía en algunos pieles rojas rasgos decididamente calabreses o napolitanos, el resultado logrado era muy digno y creíble.

Además de dos fotonovelas, una del oeste y otra de aventuras o policial, Cinemisterio incluía una interesante cantidad de historietas dibujadas de corte clásico, la totalidad de origen italiano con alguna destacada excepción. La presencia de “Tita Dinamita”, nombre vernáculo de la famosa “Gey Carioca” de Campani, fue la nota del gran humor en la nueva publicación. También en sus primeros números (al menos hasta el 15) se publicaba, por entregas de tres páginas, una novela de ciencia ficción moderna, de autor norteamericano y con hermosas ilustraciones de Hugo Csecs. Entre las firmas de estas novelas rescatamos a Sprague de Camp, Ron Hubbard, Eric Frank Russell, Alfred Bester y otros.

Una característica poco común y que mantuvo Cinemisterio a lo largo de sus ediciones y en todas las historietas publicadas, fue la inclusión de un breve resumen numerado romanamente en cada entrega. Este pequeño detalle, resulta hoy importantísimo facilitando investigación y exégesis del contenido, sobre todo cuando hay algún claro en las colecciones consultadas...

Aspecto físico

La revista semanal Cinemisterio tuvo inicialmente un gran formato de 29 x 23 cm., manteniendo estas características hasta su núm. 66, luego se redujo a la mitad (14,5 x 23 cm.) y pasó a la modalidad de apaisado.

Tuvo hasta mediados de la tercera decena de ediciones, 24 páginas impresas en sus 48 carillas con material visual y de lectura, sin publicidad. Esto se mantuvo, con la excepción de algún anuncio sobre publicaciones de la misma editorial. Luego las hojas se redujeron a 16, manteniéndose en este número hasta la reducción de tamaño en el núm. 67 en que se volvió a las 24 hojas originales.

Cinemisterio nunca conoció el color en sus páginas, siendo impresa solamente en blanco y negro. Tal vez se pretendió darle mayor atractivo gráfico mediante el papel empleado, pues fue una característica distintiva suya la impresión sobre papel amarillo, desde su núm. 1 al núm. 63. El paso del tiempo decoloró este papel, dándole el aspecto común “amarillento” a todo papel barato y luego de cincuenta años de antigüedad no se puede distinguir del blanco utilizado posteriormente. Hoy todos nos parecen igualmente quemados por los años.

La tapa de la revista nos introducía directamente en su contenido, como lo había hecho en sus primeros números su antecesora Salgari. Esta característica perduró en Cinemisterio hasta su número 62, prácticamente en las vísperas de su reducción de tamaño. Así, en la misma portada comenzaba a desarrollarse la primera historieta en un gran cuadro, seguido de otros dos más pequeños. Sobre ellos campeaba el nombre de la publicación en grandes caracteres sobre un cartucho negro bajo el que figuraba un subtítulo común a todas las publicaciones de la Editorial Abril y que en el caso que tratamos era: “La revista de fórmula sensacional”. Recordemos que en caso de Salgari había sido la “Revista Semanal de Grandes Historietas” y en El Pato Donald, “El Pato Donaldo y otras historietas”, ya que en esa época estaba prohibido nombrar publicaciones en otro idioma sin incluir su traducción española.

A un costado y sobre fondo grisáceo se advertía la fecha, el número de edición y el precio, que fue de 50 centavos hasta el núm. 40, pasando a costar $ 0,60 hasta el núm. 63, en que su valor subió entonces a 80 centavos de Peso Moneda Nacional (unos 0,20 de dólar norteamericano de entonces) y manteniéndose en este valor hasta el núm. 135 del 29 de abril de 1953, último ejemplar que hemos podido consultar.

Desarrollo y contenido

Las características del primer número se mantuvieron prácticamente sin grandes cambios hasta la reducción del tamaño, en el mencionado núm. 67 del 9 de enero de 1952. En la tapa comenzaba la primera de las cuatro fotonovelas publicadas del cowboy Arizona Kid, titulada precisamente “Arizona Kid” y que se extendería por diecinueve entregas con algo más de 400 fotogramas de excelente fotografía, encuadre y producción en lo referente a vestuario, ambientación, accesorios, etc.

Luego de la primera historieta en fotonovela venía la novela de ciencia ficción por entregas y a continuación, comenzando la sección central con historietas dibujadas, la famosa “Tita Dinamita”, creación de Max Massimino Garnier y dibujada magistralmente por Paul Campani, que ocupaba en los primeros números cuatro carillas. Cinemisterio publicó durante el período que revisamos, cuatro largas aventuras completas de la simpática transformista de Hollywood y su millonario novio Rib Carter. La primera, cuando va a México en la búsqueda del tesoro del Tío Carambas oculto en un viejo y fantasmal castillo. La segunda, en tierras canadienses cuando se empeña en poner en funcionamiento un viejo ferrocarril con la oposición de bandas diversas. La tercera luchando con varias pandillas de pintorescos espías internacionales y la última, cuando a través de la historia de la humanidad, van en la búsqueda del tesoro del faraón egipcio Nopasar.

Luego de la graciosa Tita, seguía la segunda parte de “Hombres de la Jungla” (Junglemen), dibujada y publicada íntegramente en la Argentina por Hugo Pratt, luego de su arribo a este país. La primera parte, dibujada en Italia por el artista veneciano, había sido publicada íntegramente en Salgari. Esta segunda parte era una historia aún más interesante que la anterior y con unos dibujos más maduros y elaborados del maestro Pratt, en los que contaba las aventuras de Luis Foran y su novia. Éste era el hermano del capitán David Foran, protagonista de la primera parte, y corre a través de toda Nueva Guinea hallando pueblos perdidos de avanzada civilización y combatiendo con bandas de traficantes aliados a los feroces papúas del corrompido jefe Aslon. Esta aventura, aparecida desde el primer número, concluyó en el núm. 56.

“As de Espadas”, nombre dado en el país a la itálica “Asso d’ Picche”, lucía en tres planchas los dibujos alternados de Pratt, Faustinelli y otros y fue editada desde el núm. 1 hasta el núm. 50. En Cinemisterio se desarrolló una larga historieta ambientada en un hotel de montaña en el Canadá, en la cual el justiciero enmascarado luchaba contra una banda de raptores de alto vuelo.

Seguía a esta magnífica tira un folletín profusamente ilustrado con textos de W. Eisen (Isaac Aisenberg) y dibujos de Eugenio Zoppi titulada “Bitter en Calle Muerte núm. 1” ocupando dos o tres planchas

Entre estas historietas, aparecía una página de divulgación titulada “¡A volar amigos!” con información sobre los principios de la aeronáutica y también algún recuadro con texto referente a la circunstancia de vivirse en la Argentina el llamado “Año del Libertador General San Martín”, ya que en 1950 se conmemoró el centenario de la muerte del mencionado prócer y por disposición expresa del gobierno de Perón era obligación recordar permanentemente dicho onomástico. Dicha recordación debía figurar luego de la fecha en todas las publicaciones y escritos (aún las tareas diarias en los cuadernos escolares) durante todo el año 1950.

Cerraba la revista la segunda de las historietas en fotonovelas de aventuras, “El Oasis de la Ciudad Muerta”, muy bien ambientada en las profundidades del desierto del Sahara y que mostraba a una ciudad perdida, habitada por antiguos egipcios inmortales, armados con pistolas ametralladoras Beretta.

Avanzando en la publicación...

... encontramos que en el núm. 20 comienza la segunda fotonovela de Arizona Kid, llamada “El Tesoro de los Cheyennes” que se extenderá, con características similares a la primera hasta en núm. 37. En el núm. 38 comenzará la tercera aventura “El Valle del Silencio” y en el núm. 55, “Yanka, la Implacable”. La sucesiva, quinta y última historieta de este personaje será “El Espía de los Cherokes” que aparecerá en el núm. 69. Le sustituirá, en el núm. 89 una historia ambientada en la Varsovia de la II Guerra Mundial llamada “Bob”.

Para entonces, ésta será la única supérstite de la modalidad fotonovela en la revista, ya que “Arizona Kid” había quedado en solitario desde el núm. 66 en que finalizó la última de las fotonovelas de aventuras de la parte posterior de la revista.

A la mencionada “El Oasis de la Ciudad Muerta” que concluye en el núm. 21, sucedió “La Aventura de Peter” una historia sobre la delincuencia juvenil ambientada en Detroit, Estados Unidos, y aunque los protagonistas pudieran ser inmigrantes o hijos de tales de origen peninsular por su “look”, se llamaban Grant, Evans o similares y las calles de Detroit tenían un inconfundible aire romano... Los que eran inconfundiblemente auténticos eran los que hacían de gángsteres!

En el núm. 38 comienza la tercera, “Pura Sangre”, de ambiente turístico y que ocurre en una Inglaterra rural con raras reminiscencias arquitectónicas de la campiña del Lacio. Por otra parte, en el elenco de actores sorprende un adolescente Franco Fabrizzi, que seguramente hacía sus primeras armas por entonces actuando en las fotonovelas.

“El Dominador”, sucedió a “Pura Sangre”, y era una interesante historia que comenzaba, ¡esta vez sí! en Milán, con la partida de un muchacho como copiloto en un raid transahariano, que tiene como objetivo propio, encontrar a su padre perdido en el norte de África.

La arriba mencionada “Bob” se extenderá solamente hasta el núm. 98 en apenas diez entregas, para dar paso a la que consideramos la mejor de las fotonovelas publicadas en Cinemisterio, por su magnífica fotografía, rico argumento y cuidadosa producción y ambientación. Se trata de “El Alfil Rojo”, una muy buena historia que transcurre en la Milán previa al alzamiento de 1848 y donde los escenarios, indudablemente auténticos, sirven de marco al paso de románticos revolucionarios enmascarados, elegantes damas de la época, típicos cafés bohemios y las tropas austriacas perfecta y documentadamente uniformadas. Nada desentona en esta tira y la acción no decae hasta la culminación de la acción folletinesca en el número 115 de la revista.

Con la conclusión de “El Alfil Rojo” en diciembre de 1953, Cinemisterio se transforma en una más de las muchas revistas de historietas que llenaban semana a semana el horizonte de las publicaciones argentinas sin ningún rasgo peculiar que la distinga de las demás, más allá de su nombre.

Novedades

En el núm. 16 “Bitter en El Conjuro de las Brujas” sucedió a “Calle Muerte núm. 1” y a ésta, en el núm. 27, “Bitter en Un Enigma en la Montaña” también con la autoría de Eisen y Zoppi. En el núm. 33, en esta sección aparece “Muerte en las Tumbas”, una interesantísima historia protagonizada por Ray Kitt, en forma de folletín con abundantes y magistrales dibujos de Hugo Pratt y argumentos firmados por H.G. Oesterheld, que concluirá en el núm. 37.

Recién en el núm. 39 aparecerá un segundo folletín de Oesterheld y Pratt titulado “Ray Kitt en El Crimen de la Maldita”, que concluirá tres números después, terminando también con esta modalidad dentro de Cinemisterio.

Una sección llamada “Ofensiva al Futuro” y que ocupaba media página vertical en el núm. 23 informaba sobre novedades y aspectos especialmente interesantes de la astronomía, los viajes espaciales y las ciencias en general. Se transforma esta sección en una serie de tiras al pie de algunas páginas con similar temática y con títulos como “¡No explotará!” referido al futuro del astro rey, “¡Abajo los aviones!”, con datos sobre las modernas defensas antiaéreas, “¿Nos sirve la Luna?”, “Pobres químicos”, “Bombas que piensan” y otros por el estilo. También “¡A zambullirse, amigos!”, en el núm. 23 comienza a enseñar los principios de la navegación submarina, a la manera de la anterior “¡A volar, amigos!”

Argentina: ¡presente! ... y más itálicas

Entre tanto material de origen extranjero o hecho en el país por artistas importados, destacará a partir del núm. 30 la historieta gauchesca dibujada por Walter Ciocca, “Hormiga Negra”, basada en un folletín del siglo XIX del periodista y escritor nacional Eduardo Gutiérrez, que había aparecido anteriormente en forma de “tira diaria” en el vespertino La Razón de Buenos Aires. Es una historieta dura y truculenta que cuenta las hazañas de un “gaucho malo” perseguido por la justicia y enrolado a la fuerza en el ejército del Gral. Urquiza, que marcha en 1855 sobre Buenos Aires para enfrentar al secesionista estado de Buenos Aires. La historieta concluirá en el núm. 50 con la purga de los delitos de su protagonista y su redención, que lo reencuentra con su familia, diciéndose en el último cuadro que “Hormiga Negra” pasó a convertirse en el “hombre-hormiga”, a causa de sus desvelos por trabajar decentemente.

A “Hormiga Negra” (o a “As de Espadas”) sucederá desde el número siguiente “Flecha”, otra historieta comenzada en Salgari con argumentos y dibujos de Zamperoni y que continuará por una veintena de números.

Anteriormente, en el núm. 43, otra excepcional historieta, de la que habían aparecido solamente las dos primeras planchas en Salgari, en su núm. 160, desapareciendo de la misma sin ninguna explicación, comenzó en Cinemisterio. Se trata de la tira de Mario Faustinelli “Rescates e Investigaciones”, que ocupará el espacio dejado por el folletín de Ray Kitt.

La historia trataba de una extraña organización de investigaciones que apelaba, en aquellos tempranos años cincuenta, a las computadoras y a las ciencias ocultas para hallar unos violines de Stradivarius robados en un sombríamente pintoresco país de Europa central, con viejitos de película europea, guerrilleros en las montañas de aspecto carpático, militares tuertos con tapaojo y bizarros uniformes de opereta y unos extrañísimos monjes, aparentemente descendientes de los atlantes, que viven en enormes cavernas (con una pirámide maya inclusive en una de ellas) dentro de esas montañas.

En el núm. 57 apareció “Cargamento Negro”, historieta italiana que concluiría en el núm. 64, dando paso a una de las llegadas desde Misterix, otra publicación de Abril, con las aventuras de “La Pantera Rubia”, de Dalmasso y Magni y que aparecería hasta el núm. 100. Sustituía a “Hombres de la Jungla”.

A partir de la segunda mitad de la primer centena, reaparecen en Cinemisterio más antiguos conocidos venidos de Misterix, como “Amok” de Cesare Solini y Antonio Canale, iniciada en el núm. 97 y que cuenta aventuras del vengador javanés en las selvas amazónicas transformado en una especie de The Phantom para los indios de la zona, con imponente y terrorífico trono incluido... Concluirá en el núm. 120 y dará paso a “Gastón y Gaspar” con dibujos de Carlos Roume, otro autóctono.

También llega desde el mismo origen que “Amok” y “La Pantera Rubia”, “Kansas Kid” de Carlo Cossio en el núm. 81, un entretenido y simpático western.

El material nuevo que surge en los finales de la centena son “La venganza del sheik” entre los números 71 y 81, “La tierra oculta” entre el 71 y el 80, y “Lord Commando” que comienza en el núm. 81.

Últimas novedades

El único gran acontecimiento en los inicios de la segunda centena es la reaparición de “Tita Dinamita” en el mismo número 101, en una larga y comiquísima historia que la lleva junto a su novio Rib a viajar en el tiempo al antiguo Egipto, luego a la Roma Imperial, después a participar en la cruzada a Tierra Santa con San Luis de Francia, a la Venecia del siglo XVIII, etc., en la búsqueda del tesoro de un faraón.

Al concluir la última y espectacular fotonovela “El Alfil Rojo” en el núm. 115, comenzará en el siguiente una historieta dibujada, “Los exploradores del paraíso” que presenta la novedad de tener medios tonos de gris como relleno de sus dibujos. Terminará en el núm. 126 para dar lugar nuevamente a “Flecha”. Más adelante, en el núm. 129 comienza “El desierto blanco” y en núm. 135 “El caballero del aire”, siendo estas dos las últimas que registramos entre los números a los que tuvimos acceso. Todo este último material es de escaso interés.

Hemos revisado aquí solamente poco más allá del primer centenar de ediciones, limitación ésta solo dada por las posibilidades de acceso al material y también por el interés y trascendencia del mismo. Evidentemente, los grandes impactos de Cinemisterio en su no muy prolongada carrera editorial, fueron la novedad de las historietas en fotogramas, desaparecidas en el núm. 115, experiencia retomada en Europa en algunas series erótico policiales algunos años después (Diabolik, etc.), y también la publicación de al menos cuatro historias completas de “Tita Dinamita”, lo que señala un material de excepción.

La presentación de la continuación de “Junglemen” y “As de Pique” de Pratt, si bien un aporte muy importante a la historieta mundial, ya que en el primer caso es material desconocido en Europa, fueron apreciadísimas en la Argentina de aquellos años, pero eran en realidad una prolongación de las aparecidas en Salgari unos pocos meses antes.

Cinemisterio hoy es prácticamente inhallable, ignoramos si por su tal vez poca tirada editorial o por el desinterés posterior por su “fórmula sensacional” de combinar historietas dibujadas con otras armadas con fotografías, lo que dispersó las colecciones. Lo cierto es, que como pusimos al principio, hoy pensamos que fueron esas aventuras plasmadas en celuloide el origen de las películas italianas sobre el Oeste americano, que sin duda ocupan un lugar en la historia de la cinematografía. Las otras fotonovelas, las desarrolladas en exóticos ambientes, cumplieron también una misión importante en nuestras ilusiones infantiles y adolescentes, mostrándonos a veces ingenuamente sus incongruencias entre la historia y sus escenarios, lo que además de gratificar nuestra imaginación supo despertar un embrionario sentido crítico en nuestros jóvenes años.

Bibliografía

Colección parcial de Cinemisterio de Héctor M. Peiteado

Historia de los Comics, Toutain Editor, Barcelona, 1982

Historia de la Historieta Argentina, C. Trillo y G. Saccomanno, Edit. Record, 1980

Biblioteca Nacional, Buenos Aires, República Argentina

“El Talismán de Editorial Abril”, Esteban Laruccia, en Crash, núm. 8, diciembre de 1983


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