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MEMORIAS ILUSTRADAS

memoriaS Ilustradas

Autor: Fernando Fernández

Edición: Glénat España: Viñetas, 5 [no consta núm.], Barcelona (2004)

 

Rústica   |   304 páginas   |   b/n   |    21 × 28 cm.   |    24 euros
 

ISBN: 84-8449-424-1
D. L.: B-12554-04
 

[ Cubierta del libro. Diseño de Diego Mallo ]


Comentario por Francisco Javier Alcázar

            Si alguien pretende encontrar en este libro un completo análisis de una época editorial concreta en España, una breve historia de una de las agencias de historieta e ilustración más importantes de nuestro país o al menos la biografía de uno de los autores más afamados de aquel periodo y aquella agencia, se ha equivocado de texto. Si lo que quiere, en cambio, es tener conocimiento del ambiente en el que se convivía en la agencia Selecciones Ilustradas, o las anécdotas que acaecieron a Josep Toutain y su pléyade de dibujantes, puede que encuentre algo de eso en estas Memorias ilustradas de Fernando Fernández.

Fernández (Barcelona, 1940) fue durante muchos años uno de los componentes del equipo de Selecciones Ilustradas, la mítica agencia catalana creada por Josep Toutain, que desde finales de la década de los cincuenta abasteció con miles de páginas de historieta (de romance, de western, de ciencia ficción...) a los distintos mercados europeos y que, con la creación de su propio sello editorial, Toutain Editor, supuso uno de los puntales del “cómic para adultos” introducido en España a finales de los setenta, dando algunos títulos tan significativos como 1984, Creepy o Comix Internacional.

Desde la desaparición de ese mercado de revistas para adultos a finales de los 80, y en relación también con problemas de salud, Fernández se ha dedicado a la pintura, y es en este momento, al ser reeditado por Glénat su Drácula pintado, cuando esta misma editorial se ha decidido a publicar lo que a primeras luces parecía ser un texto fundamental para comprender una época que tan buenos autores dio y que tanto significó en el intento de reforzar una industria española del cómic.

El libro no acaba cumpliendo las expectativas, aunque hay que reconocer que el autor lo deja claro desde su prólogo: Memorias ilustradas «no es una biografía ni un libro de memorias” ni “un ensayo sobre dos décadas de historieta española en Barcelona, ni una crítica social o política de la posguerra en esa ciudad”. En definitiva, según Fernández, es “tan sólo y apenas una crónica familiar, un pequeño fresco confeccionado con imágenes imborrables en mi recuerdo de unos años irrepetibles”. El texto está dividido en cuatro partes: en la primera Fernández hace un repaso a su niñez y juventud, lo que más se aproxima a lo que se conoce estrictamente como biografía, pero con un estilo literario teatralizado y cercano a la prosa de la novela de bolsillo barata lo cual dificulta la lectura para el lector no avisado. En la segunda parte comienza a narrar sus inicios (y los de la propia agencia) en Selecciones Ilustradas. Realmente no he podido entender qué es lo que diferencia a esta segunda de la tercera parte, porque básicamente ambas narran anécdotas de su estancia en la agencia, a no ser que en esta última mezcla de forma completamente sorpresiva (¿e injustificada?) sus vivencias con relatos ficticios y narraciones de creación propia que nada tienen que ver con lo que se venía contando hasta ahora. Mención aparte merece la cuarta parte, verdadero batiburrillo donde mezcla curiosidades y anécdotas, mini-lecciones de cómo se hace un cómic, y un apéndice con términos comunes de la historieta, una relación de los dibujantes aparecidos en el libro, una mini biografía propia, una bibliografía...

El libro no solamente decepciona por lo poco que cuenta y la forma en que lo cuenta, sin porque además la narración se interrumpe a principios de los años setenta, antes de que el fenómeno Toutain pase a tener verdadera importancia y Fernández conozca la edición de sus obras más personales y conocidas, Zora y los hibernautas y Drácula.

Pero no todo está perdido para el pobre lector que haya adquirido este libro con la idea equivocada de encontrar una obra relevante en la historia de la historieta española. Como bien dice el título, además de hacer un juego de palabras con la conocida agencia, estas “memorias” están realmente “ilustradas”. La parte fundamental del volumen y la que realmente le da importancia de cara al aficionado o historiador, es la abundante iconografía que acompaña al texto: fotos del autor, de los componentes de Selecciones Ilustradas, fotografías de referencia, imágenes de las historietas que hacían... suponen un verdadero aporte al conocimiento de una época y de una forma de trabajar que hoy prácticamente no existe en nuestro país. 

Por tanto, y ante la honestidad del autor, hay que darle a este libro la importancia que se merece: no es una obra trascendente sobre la historieta española ni sobre la agencia Selecciones Ilustradas, ni siquiera es la biografía definitiva sobre Fernando Fernández. Pero en el mercado español existen pocas referencias a esa época, apenas algunos artículos diseminados por revistas y páginas web, y aunque quizás no sea de la forma correcta, nos es contada por un testigo de primera mano, con abundantes imágenes que suponen todo un descubrimiento. Porque no me digan ustedes que ver a los componentes del estudio disfrazados y simulando poses para obtener fotografías de referencia para las historietas del oeste no es toda una experiencia.

[ © 2005 F.J. Alcázar, para Tebeosfera 050205 ]