Galicia ha sido
noticia, tristemente, desde diciembre de 2002, cuando el Prestige
escoró y partióse, liberando crudo en hilillos que terminó siendo
chapapote traidor y ruina. La negrura del fuel envileció el alma de
los gallegos, que sufrieron impotencia y rabia ante la inoperancia del
Estado y que protestaron no sólo en la calle, también en los
periódicos y en los tebeos, construyendo historietas verdaderamente
reivindicativas y sobre la base de demandas fundamentadas.
Los afanes de los
gallegos que practican viñetas no se detuvieron en el ejercicio del
colectivo que capitaneó el tinglado de una protesta que adquirió una
dimensiones nada desdeñables, de alcance internacional incluso. La
agrupación reivindicadora fue denominada Chapapote e inició sus pasos
integrada por los historietistas Manel Cráneo, Kiko da Silva, Alberto
Guitián, Jano, David Rubín y Alberto Vázquez. El espíritu rezongón y
la energía vital de las gentes de este pueblo se transmitió también al
salón de cómics estival que viene celebrándose en La Coruña desde hace
seis años ya y que este año compaginaba ese tema, el de la protesta
mediante viñetas (contra el "chapapote", contra la intervención bélica
en Iraq), con el de los españoles emigrados a Francia.
Las
espaldas de Miguelaxo Prado y Carlos Portela, director y subdirector
de Viñetas desde o Atlántico respectivamente, volvieron a
soportar gran peso de la organización del festival, apostando desde el
comienzo por un encuentro de calidad más volcado en los autores
nacionales que en los extranjeros y más interesado en una visión
panorámica de la historia del cómic que meramente en la actualidad.
Pese a la afirmación última, en el encuentro de aficionados y
profesionales tuvo lugar la presentación de novedades editoriales, al
menos de los sellos: De Ponent (El cartero audaz, de Sento),
Sinsentido (Sueños pesados, de Breccia), Astiberri (La
autopista del sol, de Baru y Antoine de las tormentas, de
Luis Durán), Devir (El doble de cinco, de Lourenço Mutarelli),
Polaqia (Barsowia, de Kike Benlloch y otros) entre otros.
También fueron
programadas exposiciones, una de la obra del fallecido Hernández
Palacios, con ejemplos de sus viñetas de corte histórico, muchas de
ellas publicadas por Ikusager (y que ya exigen una revisión, al menos
las que repasaron la guerra civil española, que no sé a qué esperan
los autores españoles para volver a ese período), otra de la obra del
fallecido Alberto Breccia, un lujoso goce estético (ya antes montada
en Charleroi, también con Latino Imparato como comisario), otras del
fallecido Ivá, otra sobre tebeos bélicos (la coordinada por Antonio
Martín). Entre los invitados estuvieron los autores con otra publicada
eminentemente en Francia: José Luis Munuera (que triunfa con Merlín
y ahora con Spirou), Juan Díaz Canales y (ambos aupados a
la cima del éxito por Blacksad), Sergio García (andaluz
triunfador en Francia con varias obras aquí inéditas, y que cuenta con
Taca Tac entre lo último de su producción), Manel Fontdevila
(de El Jueves, omnipresente en los festivales de todo tipo), y
estaba prevista la presencia de Rafael Fonteriz y Santacruz, también
con obra publicada con éxito en Francia, que finalmente no
aparecieron.
De los
productos presentados durante el festival (algunos de los cuales son
reseñados en la presente edición de Tebeosfera) cabe destacar
el elevado interés de H2OIL y
la circulación del lanzamiento Barsowia.
H2OIL
creemos que tiene una gran importancia por
tratarse de un tebeo verdaderamente reivindicativo (frente a otras
publicaciones de cómics con similar estructura y aliento coetáneas).
El muestrario de autores gallegos que colaboraron aquí ejercitaron un
uso legítimo de las viñetas para aportar resultados desiguales, pero
de espíritu bizarro y libres en su expresión. El proyecto, al parecer,
nació en una manifestación en Santiago de Compostela que reivindicaba
una solución para la catástrofe del petrolero Prestige. Los
coordinadores lograron reunir en su torno a sesenta y seis dibujantes,
y también patrocinio del Concello de A Coruña, con el objeto de editar
uno de estos tebeos que merecen la consideración de "históricos". Los
fondos que se recauden de la venta de la obra serán donados
íntegramente a Adega.
Barsowia
por su parte es un tebeo interesante por ser
genuinamente gallego, aunque adopta la forma de un cajón de sastre en
el que de todo cabe. Al menos es muestrario de los intentos de mejorar
aptitudes de un puñado de autores, algunos de los cuales ya son
bregados autores, como el ya consagrado Kike Benlloch, guionista que
vertebra y coordina la publicación, el muy destacado Rivas, el de las
cubiertas, y los dos Manel: Cráneo y Guitián, de notables aciertos. El
resto descollan más por sus afanes que por la obra obtenida: Miguel
Porto hace un homenaje a Langridge algo descarado, Diego Blanco
resulta llamativo aunque verde, Hugo Covelo resulta muy interesante
pese a la rigidez de planos que a veces utiliza, Roque Romero, ni fu
ni fa, Brais Rodríguez, otro que tal baila, y Bernal y Anjoel Cubo,
también son regulares en sus obras.
Benlloch nos anunció que Polaqia
seguiría editando tebeos producidos por autores gallegos en breves
fechas, entre ellos el comic book A prueba de balas, de Emma
Ríos y el comic
book Cerditos de Guinea (del subsello Esloquehay Producciones)
de Gochi.
El impacto del
festival ya era anunciado con un mes de antelación en un especial que
se publicó en el suplemento de libros Babelia del diario El
País. Allí Jaime Vidal entrevistaba a M. Prado, quien declaraba
que el interés que le ha guiado para dirigir el encuentro en La Coruña
hasta hoy ha sido el de «mimar al autor». Eso mismo declaró Prado a
La Voz de Galicia el día 11 de agosto, el día de la inauguración
del festival, cuando recalcó: «Huimos del elitismo y de lo sencillo
para atraer al gran público» y puso como ejemplo el virtuosismo de
Alberto Breccia, sin duda el más importante de los autores expuestos.
Otros diarios gallegos (de laya menos conservadora) que cubrieron la
noticia de la inauguración se interesaron más por la visión que sobre
la catástrofe ecológica provocada por el hundimiento del Prestige
había demostrado el colectivo de dibujantes y humoristas gráficos
gallegos. Así procedió El Ideal Gallego del día 12 de agosto,
que destacó cómo el alcalde coruñés, Francisco Vázquez, entendía como
positivo que se emitiesen ese tipo de miradas hacia el luctuoso
suceso, pues eso indicaba que el cómic estaba en la calle y expresaba
el sentir de la gente.
En ese primer día
de información y en ese mismo diario se difundió la información sobre
los contenidos del festival, quedando la oferta circunscrita a tres
escenarios, en los que se montaron doce exposiciones y se impartieron
media docena de charlas y conferencias. Las muestras se ubicaron en el
ya tradicional marco del Kiosko Alfonso: muestras de Alberto Breccia,
Stuart Immonen, Colectivo Chapapote, Manuel Fontdevila, Juan José
Guarnido, Historia de una página (que venía de hacer la ruta:
Universidad de Granada, Biblioteca Regional de Murcia y Saló del
Còmic de Barcelona), José Carlos Fernández, Ivá y José Luis
Munuera. En el Palacio Municipal (del Ayuntamiento), estuvieron la de
Hernández Palacios y la de los tebeos y la guerra. Y en la Casa de la
Cultura: “La ciencia en el cómic”.
El día 11 tuvo
lugar la presentación pública de
H2OIL,
tebeo estupendo como vehículo ideal para entender lo que significó (de
un modo muy asequible por el público en general) la catástrofe del
buque petrolero, y en la que fue puesto en evidencia el hecho de la
autocensura que los humoristas gráficos y algunos historietistas se
imponen antes de destinar sus trabajos a la prensa.
El
periódico del Grupo Correo La Voz de Galicia apenas cubrió esta
presentación, pero sí recordó la presentación de BD Banda y la
presencia del autor Norberto y la publicación Golfiño editada
precisamente ese diario y en la que dibuja Norberto (publicación
estupenda, por otra parte), y cometió la torpeza, también el día 13,
de mencionar a Hugo Pratt, que para nada estaba representado en este
festival. Este diario fue el único en transcribir correctamente el
título de la conferencia que ese día impartía Antonio Martín: “Las
guerras de Irán-Irak y el 11 de septiembre en los cómics”. El
Correo Gallego no olvidó relatar la presentación del tebeo alusivo
a la catástrofe ecológica, pero lo hizo suavizando la denominación del
calamitoso accidente al recordarlo como «hundimiento del Prestige
y posterior marea negra». El periodista que cubría aquí la
presentación, Prado, subrayó que las páginas que integraron
H2OIL
fueron solicitadas sin condicionamiento alguno. Por si alguien lo
dudase.
|