«TODAVIA
NO TIENE 30 AÑOS Y YA ES EL GUIONISTA MAS EXITOSO DEL MERCADO AMERICANO.
ES ESCOCES COMO GRANT MORRISON Y ALAN GRANT, AMA A LOS SUPERHEROES
CLASICOS COMO KURT BUSIEK Y MARK WAID, Y CADA TANTO SE ZARPA MAL COMO
WARREN ELLIS Y GARTH ENNIS. DE SU INJUSTAMENTE IGNORADA ETAPA EN SWAMP
THING A SU ARROLLADOR SUCESO EN THE AUTHORITY Y ULTIMATE X-MEN, ESTE ES
EL FENOMENAL MARK MILLAR
AA: La primera vez
que escuché tu nombre fue cuando te hiciste cargo de Swamp Thing junto a
Grant Morrison. ¿Tu historia profesional comienza ahí, o hay trabajos
anteriores?
MM: Muy poco, y
además en revistas británicas de esas que los norteamericanos no
conocen. Mi objetivo fue, desde un principio, el mercado americano,
porque la industria del comic en el Reino Unido es un desastre. De la
mano de Grant logré entrar en 2000 A.D. que, dentro de todo, es la
revista más decente, donde trabajaron algunos de los héroes de mi
infancia, y ahí, después de mucho hinchar las pelotas, me recibieron muy
bien, durante un tiempo me dieron mucho trabajo. Pero lo mío era llegar
a EEUU, como mi ídolo Alan Moore. El Swamp Thing de Alan fue uno de los
primeros comics que me voló la cabeza y que me hizo ver que se podían
hacer cosas magníficas en los comics, que no había por qué tomárselo en
joda y producir basura para nenes tontos. Después me enganché con
Watchmen, con el Dark Knight y todo eso, pero lo que me decidió a querer
ser guionista de comics fue el Swamp Thing de Alan. Por eso, cuando
surgió la posibilidad de trabajar para DC nada menos que en Swamp Thing,
yo no lo podía creer.
AA: Pareciera que,
tal vez por las pocas ventas, te daban muchísima libertad en esa
serie...
MM: Sí, de entrada
quedó en claro que lo mío iba a ser el cierre de la serie regular de
Swamp Thing. Desde el primer día planeamos todo con Stuart Moore, que
era el coordinador, como un gran arco argumental de tres años de
extensión, y no importaba qué tan complejo resultara. De hecho, a medida
que pasan los números, se va haciendo más complejo, entran en escena más
personajes, más conceptos, incluso más planos de realidad. Stuart decía
que terminó siendo algo bastante enkilombado, incluso para estar escrita
por un británico (risas).
AA: Hay varios
personajes en tu etapa de Swamp Thing que parecer réplicas de personajes
de DC: hay una especie de Spectre, una especie de Alan Scott, y así.
¿Vos decidiste no usar a los originales o te lo impusieron?
MM: No, yo quería
usar a los originales. Imaginate: era mi primer trabajo en DC, tenía
todos esos personajes magníficos para jugar! Pero Stuart me convenció de
que no, de que era mejor dejarlos al margen. Era la época en que Vertigo
se esforzaba por mantenerse apartada del Universo DC... y bueno, yo lo
entendí. No me pareció tan mal, no me enojé, ni nada. Era parte de las
reglas del juego entre los editores y los guionistas de ese entonces. Y
un poco porque esta política no convencía mucho a nadie, en Vertigo se
empezaron a desarrollar historias y series totalmente unitarias, fuera
de todo universo y no sometidas a ninguna política editorial de DC, ni
nada. Pero en ese momento sí, me habría gustado poder jugar con todos
esos juguetes.
AA: Tu último arco
en Swamp Thing, donde él se transforma en la Tierra, es el más difícil
de encajar en cualquier tipo de continuidad, ya sea de DC, de Vertigo o
de lo que sea, porque al ser un impacto tan grande, debió haber tenido
consecuencias en todos los otros títulos. ¿O no era esa tu idea?
MM: Ehhh.... me
gusta bastante esa onda, de poder hacer cosas monumentales sin pedir
permiso. A mí me molesta la continuidad. Me molesta la idea de... no sé,
para mí, la continuidad es la lógica interna de una historia. Si la
historia tiene un sentido, esa es tu continuidad. Si viene Galactus a
destruir New York, los Cuatro Fantásticos le hacen el aguante solos, no
tienen por qué venir Hulk, o Thor a pelear con Galactus. Cuando el Dr.
Doom amenaza a alguien, no tienen por qué meterse todos los demás. Eso
es lo que me molesta de la continuidad. Es forzar la interacción, cuando
cada personaje podría estar muy tranquilo, combatiendo cada uno a sus
enemigos. Mirá si la Justice League fuera en socorro de Superman cada
vez que Superman se mete en un problema... respetaría la continuidad,
pero le sacaría la gracia a la historia. Creo que cada guionista se
tiene que concentrar en su revista, y si lo que vos escribís puede
afectar a otra serie... que se haga cargo el guionista de la otra serie,
si tiene ganas, si le parece que eso enriquece de alguna manera su
propia historia. Pero me parece que hay que evitar el crossover entre
los personajes, no me parece algo esencial para que las historias
funcionen.
AA: Durante tu época
en Swamp Thing colaboraste también con Grant en The Skull Kill Krew,
para Marvel. ¿Por qué fue el único aporte de ambos a la editorial?
MM: Con Grant
llevamos muchos proyectos. Fue un momento difícil, en el que a Marvel se
le estaba terminando una época de enorme éxito, más o menos del ‘88 al
‘93, y era un momento raro para trabajar en la industria. Creo que ese
año redujeron a la mitad la cantidad de coordinadores y de nuevo la
redujeron al año siguiente. Ahí voló el que iba a coordinar nuestros
tres o cuatro primeros proyectos para Marvel. Y algunos de los
coordinadores que vieron nuestro material querían meter tanta mano en
las historias, que ya no iban a ser más nuestras historias. Pero bueno,
eso es típico en la vida de un freelancer. Incluso a veces uno escribe
algo que está bien, pero que no es lo que uno quería escribir, sino lo
que decidió el coordinador, y después el material no logra encontrar un
público, y uno no sabe si el producto no era el apropiado, o si no iba
acorde con lo que exigía la editorial, o qué.
AA: Seguimos con
Grant: en el ‘96 te tocó finalmente jugar con el Universo DC junto a él
tanto en Aztek como en tu paso por Flash. ¿Te gustó?
MM: Sí, lo de Aztek
fue un poco frustrante, por la cantidad de ideas copadas que teníamos y
que no llegamos a desarrollar cuando DC decidió cancelar la serie. Pero
me gusta, me parece un buen trabajo. Y en Flash, en realidad nunca
llegamos a trabajar juntos con Grant. Estábamos los dos tan tapados de
trabajo, que encontrarnos para tirar ideas y escribir juntos se hacía
cada vez más difícil. Fue la época en la que aceptamos cualquier cosa,
todos esos números de Vampirella, Pantha... crossovers extraños entre
todas las bad girls que se te ocurran (risas)... Fue un año de muchísimo
trabajo, locos por las fechas de entrega. Por eso, el intercambio de
ideas en Flash fue mínimo y cada uno trabajó por su lado: uno escribía
tres números, el otro escribía otros tres y así.
AA: Me llama la
atención que, una vez cancelada Swamp Thing, no te hayan ofrecido otra
serie en Vertigo. ¿Cómo fue eso?
MM: Nada, que yo
quería jugar en el Universo DC. Empezar a escribir comics de superhéroes
y llegar, en algún momento, a escribir Superman. En ese momento mi
objetivo era escribir Superman y me pareció que las posibilidades
mejoraban si me iba de Vertigo. Ni bien terminé Swamp Thing me
ofrecieron crear algo que fuera de mi propiedad, como cuando Garth (Ennis)
dejó Hellbazer para crear Preacher. Y yo dije “Gracias, lo voy a pensar
para más adelante, pero lo que yo quiero es escribir Superman”.
AA: Y finalmente te
dieron Superman Adventures, y de ahí pasaste a un título de la
continuidad oficial...
MM: Sí... fue medio
raro. Lo primero que escribí fue un prestige de Superman, que nunca se
publicó. Lo programaron varias veces, pero el dibujante (Dave Johnson)
jamás entregó a tiempo. Y bueno, con esa excusa iba a menudo a la
oficina de Superman y me parecía que de todas las series, la más
interesante era Superman Adventures, porque te pagan por lo menos lo
mismo que si escribís cualquier otro título de Superman, pero no tenés
que tratar con todos los demás guionistas, ni con toda la continuidad
que van armando los otros tipos que escriben Superman, los personajes
secundarios y demás... que es lo que menos me interesa de Superman. Por
eso Superman Adventures fue un gran placer para mí, nunca me exigieron
que hiciera nada que yo no quería hacer.
AA: Más o menos de
esa época es Paradise Lost, tu miniserie de la JLA...
MM: Uh... eso fue un
kilombo.
AA: Esa la dibujó
Ariel Olivetti, un autor argentino, amigo de la casa...
MM: ¿Si? Igual el
dibujo estaba bien, me gustó... Y el guión... no sé... a alguien le debe
haber gustado, porque es mi trabajo que más vendió de todo lo que hice
en DC... creo que pasó los 95.000 ejemplares, supongo que porque en ese
momento la JLA era lo máximo. Pero bueno, el guión lo supervisó primero
un coordinador y después lo vio el coordinador de la JLA, que me lo hizo
cambiar. El segundo capítulo lo tuve que re-escribir por completo y el
primero, que ya estaba aprobado, me lo hizo cambiar cuando entregué el
segundo con los cambios que me habían exigido. Al final, terminó siendo
algo tan distinto de lo que yo tenía ganas de escribir, que pedí que
fueran tres episodios en vez de los cuatro que se habían planteado de
entrada, para terminarla rápido, del modo más sencillo y comunardo
posible, y olvidarme de todo ese despelote.
AA: A principios de
2000 o fines del ‘99 te convertiste en el segundo guionista de The
Authority, cuando Warren Ellis dejó la serie. ¿En qué difiere tu enfoque
de la serie del de Warren?
MM: Ehhh... es
difícil, pero tiene la ventaja de ser una serie relativamente nueva. En
Superman, no podés imponer tu visión personal, porque es una serie que
se viene escribiendo hace sesenta años. Con Authority sí, pero yo no
quería joder demasiado, ni pegar grandes sacudones, porque no había nada
demasiado establecido... iban 12 números, nada más. Además, me encanta
lo que hizo Warren, con lo cual sería una estupidez cambiar sólo por el
hecho de cambiar. Me gusta eso que hacía Warren, de meter mucha
viñeta-página, ese tono muy grandilocuente, el formato de sagas de
cuatro partes... Así que decidí conservar todo lo que me parecía copado.
De todos modos, cuando se publique el final que tengo pensado para mi
etapa, no va a quedar nada igual que cuando empecé. Y lo que me parece
que Warren dejó apenas esbozado en Authority, es el hecho de que hay
otros superhéroes a los que la actitud del grupo no les debe caer nada
bien. Y de eso me agarré para arrancar hacia otro lado.
AA: Tu primer arco,
donde se machacan con esas réplicas de los héroes de Marvel, me hizo
acordar muchísimo a Marshall Law, que se especializaba en boletear y
torturar superhéroes, pero en joda...
MM: Exacto. Sos el
primero que se da cuenta de dónde me lo afané (risas). A mí me encanta
Marshall Law, soy fanático a muerte de Pat Mills, el guionista que lo
escribía. Tuve la suerte de trabajar con él cuando estaba en 2000 A.D.,
y es un maestro total.
AA: Decías recién
que los personajes de Authority no estaban tan establecidos, pero hay
varios que tienen una cierta tradición en el Universo WildStorm. ¿Te
familiarizaste con esa historia previa?
MM: Si, sí. Por
suerte, en los números de Warren se recapitula todo lo que pasó en
StormWatch antes de que él llegara, así que zafé de leer todo lo
anterior a Warren que, según me contaron, es horrible (risas). Pero yo
no había leído nada y la gente de WildStorm me mandó sólo lo de Warren,
así que eso es lo que estudié. Me lo tuve que leer todo de un saque, el
mismo día, porque me estaban corriendo con las fechas de entrega. Quedé
más boludo que antes (risas), me volví loco tratando de pescar detalles,
de memorizar los nombres y cualquier otra cosa que pareciera
importante... ya al final tenía alucinaciones (risas). Pero me encantó,
lo de Warren Ellis es realmente brillante.
AA: Ahora estás de
nuevo en Marvel, con
Ultimate
X-Men y un par de proyectos para los Marvel Knights. ¿Qué nos podés
contar de esto?
MM: Lo de Marvel
Knights es algo muy tranqui, muy relajado. Un día me llama Joe (Quesada)
y me dice “¿Te coparía hacer, en algún momento, algo para Marvel Knights?”.
Yo hacía más de un año que no lo veía, llevaba años sin acercarme a
Marvel... ni el e-mail de Joe, tenía. Pero me interesó, quedamos en que
él me va a proponer una serie y yo, si puedo, me voy a hacer cargo. En
un momento se barajó la pósibilidad de hacer Nick Fury, pero no nos
convencía del todo, sobre todo por algunas cosas que hicieron con el
personaje en otras series y que tendríamos que respetar... y porque no
es un personaje muy vendedor. No es que uno haga todo por la plata...
pero es algo a tener en cuenta. Igual, ya estamos conversando acerca de
otro proyecto, del que no te puedo contar nada. Simplemente que cuando
me lo ofrecieron, no lo podía creer, y que el dibujante es
impresionante. Faltan varios meses para que arranque, de todos modos. Y
el propio Joe fue el que me propuso para Ultimate X-Men, cuando Brian
Bendis la rechazó.
AA: Utimate X-Men me
parece una jugada muy interesante de Marvel: salir agresivamente a
captar lectores que habitualmente no leen X-Men por los casi 40 años de
historia previa, la continuidad retorcida, las sagas dispersas en
múltiples títulos, los cientos de personajes y demás. ¿Cómo ves este
desafío? ¿Te sentís capaz de traer gente nueva sin apelar a los típicos
recursos que vienen mostrando los títulos mutantes hasta ahora?
MM: Creo que Marvel
está en una posición muy delicada. Tiene a los personajes más famosos
del mundo, pero se está fundiendo. No puede salir de la mecánica de
tratar de venderle a los chicos de los colegios secundarios y no mucho
más. Eso es una locura y los ejecutivos lo ven, a medida que ellos
mismos se van quedando sin trabajo. Y me parece que los comics nunca
fueron mejores que ahora. Te lo digo desde el punto de vista creativo,
con total sinceridad. No creo que Marvel haya tenido nunca un guionista
mejor que Garth Ennis, o que Paul Jenkins, o Grant Morrison, o
cualquiera de esos, hay un montón de tipos muy interesantes. Entonces,
¿por qué les va mal? Porque la gente que está a cargo de la empresa hace
mal su trabajo. Pokémon no es ni la mitad de bueno que Fantastic Four, o
que los X-Men, u otros personajes creados por Jack Kirby... y los pibes
se apu–alan unos a otros por una figurita de Pokémon. ¿Por qué no se
apuñalan por los Fantastic Four? (risas). Por eso creo que las compañías
tienen que hacer algo al respecto. No puede ser que los grandes capos,
los que mueven la plata grande, se crucen de brazos en sus hermosas
oficinas de New York, mientras observan cómo desaparece el mercado y se
les muere el negocio. Como creador, es frustrante, porque uno ve a todas
estas revistas de autores copados matándose por un lugar en este
mercado... y no puedo creer que vendan, como mucho, 40.000 ejemplares.
Podrían vender, qué sé yo... diez millones. Hay novelas de mierda que
venden cinco millones de ejemplares, ¿por qué no puede venderlos un
comic? Es lógico que quieran encarar más agresivamente al mercado. Yo
hace... cinco años que espero una movida como la de Ultimate Marvel. Era
hora de que alguien se bancara con el bolsillo lo que dice con la boca y
saliera a hacer lo que las editoriales deben hacer, que es vender sus
productos. Y Marvel imprimió seis millones de cada número uno de
Ultimate y salió a venderlos en lugares donde resulta inteligente vender
comics... en librerías, comiquerías, jugueterías, supermercados... Y el
tema de eliminar la historia previa sin duda va a traer, por primera vez
en varias generaciones, una nueva oleada de público, porque antes era
imposible engancharse, y nadie nace siendo un especialista. Primero hay
que traer al público general y después, los que decidan cultivar este
hobby, se irán convirtiendo en especialistas. Si no, es una locura. Se
pueden ofrecer las dos variantes a la vez, incluso: cuando uno se ceba
mal con los comics, como me pasó a mí, y decide que se quiere gastar
fortunas en esto, puede optar por la comiquería. Hay que aprender de los
traficantes de droga: primero van a los colegios, venden la droga barata
y eventualmente, los pibes terminan saliendo a robar para conseguir
droga. Y eso hay que hacer con los comics: vender muy barato un producto
pensado para el público general y después, ir llevando a los adictos a
la comiquería.
AA: Ahora que te veo
tan entusiasmado con la movida Ultimate en Marvel, ¿le dijiste adiós por
un tiempo al Universo DC?
MM: No, es un adiós
para siempre. Mi despedida fue el numerito de la Justice League para el
evento de Silver Age. Me encantó hacerlo, sobre todo porque el
protagonismo se lo llevaban los villanos, pero eso es lo último que voy
a hacer para DC. Me parece que en Marvel están pasando cosas mucho más
interesantes. En el Universo DC ya no hay nada que me interese. Me gusta
lo que está haciendo Mark Waid en la JLA, es bárbaro, pero porque lo
hace Mark. Pero me parece que DC no tiene nada para ofrecer en
comparación con todo el material interesante que está sacando Marvel. Yo
sé que Alan Moore y Neil Gaiman y Grant Morrison hicieron trabajos
fabulosos con los personajes de DC, y un poco por eso faltan 10 ó 15
años para que se puedan volver a hacer historias interesantes con esos
personajes. En cambio, en Marvel, ¿cuánto hace que no leés una historia
grossa de los Fantastic Four, o de Spider-Man? ¿O de X-Men? Hoy por hoy,
DC me ofrece resucitar a cualquiera de sus personajes semi-olvidados
para hacer lo que se me dé la gana, como hizo Grant con la Doom Patrol,
Animal Man y eso. Pero, entre relanzar un personaje olvidado de DC y
relanzar a los personajes más famosos de Marvel, con total libertad y
con todo el apoyo que te puede brindar Marvel... me quedo en Marvel, sin
duda. A nivel creativo, mientras esté Joe Quesada, no vamos a tener
ningún problema. El trato que ofrece Marvel es mucho mejor, por eso Joe
se está llevando a los mejores autores.
AA: ¿Tenés algo
definido de aquella serie de tu propia creación que te ofrecieron en
Vertigo cuando terminó Swamp Thing?
MM: No, todo lo que
se me ocurrió últimamente y no metí en ninguno de mis comics, lo guardé
para una serie que estoy desarrollando para televisión, en Inglaterra.
No sé cuándo, pero espero que se concrete. Y en cuanto a comics, quiero
darle con todo a los superhéroes. Hace mucho que no leo comics de
superhéroes que me vuelen la cabeza. De todos modos, con la gente de
Vertigo está todo bien, amo a Karen Berger y a todas las coordinadoras,
son gente fabulosa. Me siguen ofreciendo hacer algo, pero sigo diciendo
que no. En una de esas, me convencen para un one-shot de 48 páginas del
Phantom Stranger, que es un personaje que a mí me fascina, con los
chicos que dibujaron Veils. Veremos qué pasa.
AA: Bueno, Mark, mil
gracias.
MM: A vos!.» |