«REPORTAJES Hoy:
CARLOS MEGLIA
por Andrés Accorsi
DESPUES DE UNA LARGA TRAYECTORIA EN LA
HISTORIETA, LA ILUSTRACION Y EL DIBUJO ANIMADO, CARLOS MEGLIA SE QUEDO
CON SU PRIMER AMOR. HOY VIVE JUNTO A CARLOS TRILLO EL EXITO
INTERNACIONAL DE CYBERSIX Y EL RELANZAMIENTO DE IRISH COFFEE, OTRA DE
SUS CREACIONES JUNTO AL GRAN GUIONISTA ARGENTINO. CON USTEDES, UNO DE
LOS MEJORES DIBUJANTES QUE TIENE ESTE PAIS.
AA: Empezá presentándote. Contanos cuándo y dónde naciste,
cómo te metiste en esto...
CM: Yo nací en Quilmes, en el año '57. Y ya a los 9 años entré en Bellas
Artes. Mi vieja me vio condiciones. ¿Viste los viejos que dicen "Mi nene
va a dibujar"? Y dijeron "Bueno, ya que a este chico le gusta dibujar,
vamos a apoyarlo". Y me metieron en Dibujo Infantil, en Bellas Artes. Y
ahí cursé hasta los 12, después hice preparatoria de Dibujo, siempre en
Bellas Artes. Hice un curso de ilustración publicitaria, el Magisterio
de Dibujo, de todo... salí de Bellas Artes a los 25 años y volví a los
28, a enseñar.
A los 17 años tuve una materia que era Historieta, que la daba Oswal. Y
Oswal me llamó y me fui a trabajar con él, haciendo los fondos de Sansón
y Meñique, para García Ferré. Después me puse a hacer fondos para sus
historietas. El había tenido un lapso de unos seis años en los que no
hizo historietas. Cuando retomó, dio la casualidad de que yo estaba al
lado de él y me vino bárbaro. Me acuerdo que lo último que hice con él
fueron los fondos de la Tercera Parte de El Eternauta. Además Oswal sabe
un pedazo. No sabés lo que sabe ese tipo. Y se aprende mucho con él. Y
ahí empezó mi carrera.
Después, a los 18 o 19 años, empecé a caminar. Me acuerdo que lo fui a
ver a Cascioli y le vendí la ilustración para la promoción de El Péndulo
y después hice las ilustraciones de los índices. Y mientras tanto,
seguía colaborando con Oswal. Fui a Anteojito, donde nunca me compraron
nada. Y después estuve en Record. Empecé haciendo La Biblia para los
Niños con Horacio Domingues y algunas historietas. Pero era todo muy
raro, muy extraño. Yo, por ejemplo, hacía historietas sin ganas. Lo
hacía como un trabajo. Era la onda de no cortar la cadena. Ya me había
metido y tenía que seguir. Pero no me gustaban ni los guiones... no me
gustaba nada. Aparte te daban los guiones de tipos conocidos, pero yo no
tenía oportunidad de charlar con los guionistas. Entonces hacía lo que
se me cantaba. A mí me daban una historieta del Oeste y yo la llevaba al
futuro, le metía cosas de Ciencia Ficción, hacía pinturas tipo al óleo
en cartones... y después venian los guionistas y decían "Esto es lo que
yo me había imaginado!" (risas) Claro! Y en el guión decía "Western". Y
además en Record hice el Martín Fierro, el Quijote, un montón de cosas.
Para esa época también había empezado a trabajar en Satiricón, en El
Gráfico y en Billiken. Laburaba para cuatro revistas a la vez. Estuve
así durante tres años, tres años y medio. Hacía ilustraciones,
historietas, tapas, todo... y llegó un momento en que no aguante más. Se
me pudrió el cerebro. ¿Viste cuando ya no podes hacer más nada?
Necesitaba una especie de instituto para recuperarme. Y justo me llamó
Jaime Díaz, que necesitaba un fondista para un largometraje de dibujo
animado. Y bueno, fui y me gustó mucho, me gustó la onda que había,
porque era la época en que Jaime Díaz era bueno. Recién había venido de
EEUU y estaba todo bárbaro. Avisé en todas las editoriales que por un
tiempo no quería saber un carajo y estuve cuatro años ahí, con Jaime,
haciendo fondos, haciendo lay-outs, haciendo intermedios... todo eso.
AA: ¿Qué dibujos animados de los que se hicieron acá tuvieron tu toque?
CM: Mirá, yo pintaba los fondos de Los Pitufos. Después hice los lay-outs
de unos capítulos que están dando ahora en el Cartoon Network de Galtar
y la Lanza Dorada. Esa serie era la competencia de He-Man, en aquella
época y estuve casi un año haciendo los lay-outs. Allá, en EEEUU, era
una serie bastante importante. Después hice Scooby-Doo, Los Picapiedras,
los Snorks, los Supersónicos, los Superamigos... y bueno. Llegó el día
en que yo estaba re-podrido del laburo. Claro, porque yo ya había hecho
fondos, había hecho lay-outs, había hecho intermedios, la animación no
me gustaba porque es un embole hacer animación, entonces le digo a Jaime
"Me voy". Y me dice "¿Por qué? Si acá hay trabajo...".Y yo le digo "Yo
acá aprendí a hacer de todo. Ya no me queda nada más por hacer. Me queda
una sóla cosa, que es ser dueño del estudio, pero el dueño sos vos.
Entonces me voy". Ya otra cosa no podía hacer. Entonces me fui y no
tenía ningún tipo de laburo. No tenía nada.
Estamos hablando del año '86...y me quedé sin nada. Y me llamó Horacio
Domingues, porque nos andabn buscando para encargarnos otra Biblia. Y
empecé a hacer de vuelta La Biblia, que fue un laburo que duró casi un
año y medio. Para ese entonces volví un tiempo a Billiken, pero como
habían muchos kilombos internos agarré y me fui a la mierda. Y un día me
entero de que Trillo está mandando material a Italia. Lo llamo por
teléfono y me dice "¿Pero vos no estás trabajando con Alfredo (Scutti)?".
Yo le digo "No, con Alfredo hace tiempo que no trabajo". La onda entre
ellos era "No toques a este, yo no toco a aquel", una cuestión de no
armar kilombo. Entonces lo voy a ver y me prepara un guión de ocho
páginas, que terminó siendo el primer capítulo de Irish Coffee. Y yo
estaba acostumbrado a trabajar para Alfrddo, que me decía "¿Por qué no
lo hacés un poco más así?"...Me rompía las pelotas, me volvía loco
(risas). Yo quería hacer otro tipo de cosas. Entonces Trillo me dice "Y,
hacelo como quieras". Y ahí es como que me cagó. Porque al decirme "hacé
lo que quieras"...yo tenía un montón de cosas en la cabeza. Hay que ver
qué es lo que yo quería. Y estuve como dos meses dando vueltas, dando
vueltas, mientras hacía tapas para Cordones Sueltos en Kapelusz y los
fondos de otro dibujo animado, de una agencia de publicidad. Y al cuarto
mes le lleve la historieta a Trillo. Y era rara, no se parecía a lo que
él estaba haciendo. Y Carlos me dice "A mí me encanta". Y se la mandó a
los tanos. Los tanos dijeron que sí, y desde entonces laburo con Trillo.
AA: ¿Qué historietas te cebaron de chico como para querer dedicarte a
esto?
CM:
Yo leía historietas desde muy chico. Era de esos grandes consumidores de
historietas que tenía pilones...pilas y pilas de historietas. El primer
tipo que me dijo que yo iba a hacer historietas fue Oswal. Porque yo
llevaba los pilones de historietas y él me decía "Vos vas a dibujar
historietas porque estás juntando. A vos te gusta la historieta". Y a mí
en esa época me gustaba la ilustración. Ahora, lo que me motiva para
dibujar historietas son los guiones. Yo no tenía suerte con los
guionistas. Como te decía, cuando Alfredo me tiraba los guiones, para mí
era un laburo más. ¿Viste cuando no te metés de lleno?. Pero cuando
Carlos empezó a escribir especialmente para mí, la cosa cambió. Con
Carlos pasa una cosa muy rara. Algunos dicen que Carlos y yo somos el
equipo que mejor se lleva. Nosotros nos sentamos y las ideas salen
solas. ¿Viste cuando coincide todo, todo, todo? Claro, porque tenemos
las mismas inquietudes. En general, en nuestras historietas hay muchas
cosas de cuando éramos chicos, tanto de Carlos como mías. Pero lo que
más me motivó hacia la historieta fueron los guiones de Carlos.
AA: Nosotros sabemos que estás haciendo todos los meses unas 100 páginas
de Cybersix...
CM: Más. Llegamos a hacer 250 páginas por mes de Cybersix.
AA: ¿Cómo da para tanto ese personaje? Si a vos te dicen "Se trata de
una vampiro-androide-superhéroe-transexual", vos decís "Esto es una
payasada". Es como decir "Tortuga Ninja Adolescente y Mutante". ¿Cómo se
pasa de un concepto tan bizarro a un producto tan exitoso, de tanta
calidad y de tanta pasión por parte de ustedes?
CM: Porque el concepto, si bien se puede definir así, en cuatro
palabras, es muy abierto. En Cybersix puede pasar cualquier cosa. Es la
fantasía potenciada. Pueden parecer ángeles, demonios, fantasmas,
muertos que resucitan, cualquier cosa. No hay límites, entendés? Desde
el vamos, partimos de ideas básicas. La historia de Cyber, desde un
principio, es como una historia bíblica. La matanza de los inocentes,
uno que logra escapar y así. Y después, Carlos juega mucho con la
telenovela. Cybersix es una historia de amor. Si te fijás, son todos
desencuentros. Ella está enamorada de un tipo y el tipo está enamorado
de ella, pero ella se tiene que disfrazar de tipo...es un kilombo
constante. Y es todo muy abierto. Si partimos de la base de que es un
ser cibernético creado, si el profesor que la creó se puede sacar el
cerebro y meterlo en otro cuerpo, ahí ya tenés una pauta de las cosas
que se pueden hacer. Se puede hacer cualquier cosa, se puede escribir
cualquier tipo de historia con Cybersix. Podés hacer lo que se te cante.
Eso es lo bueno. Además, en el primer año y medio, no sé cuántos
personajes han aparecido, pero deben ser más de 200 personajes
secundarios y todos son muy sólidos. Entonces vos tomás a cualquiera de
esos personajes y sale una historia. Son todos bárbaros. Hay escritores,
drogadictos, pendejos, cualquier cosa...
AA: Para hacer tantas páginas, obviamente se requiere el esfuerzo de un
equipo. ¿Cómo te las arreglás con la gente que trabaja con vos?
CM: Mirá, en este momento debo tener unas 8 personas. El trabajo es muy
simple. Yo estoy haciendo el mismo trabajo que se hace en dibujo
animado. A cada persona se le da la plantilla de modelos, con Cyber de
frente, de costado, de arriba, de abajo, de todos lados, para que no
hayan problemas y lo mismo de todos los personajes. Se hace el lay-out.
El tipo tiene que dibujar y pasar a tinta. Después se chequea, se
corrigen cosas. Si aparecen nuevos personajes secundarios, se dibujan
aparte. Generalmente yo diseño los personajes, salvo cuando son
personajes muy boludos que aparecen una sóla vez. Los fondos parten de
dos fondistas del estudio, que armaron los fondos de toda la ciudad.
Hicimos grandes carpetas, que se les reparten a todos. Y tratamos de
usar siempre los mismos fondos porque además, los guiones de Carlos lo
permiten, porque tocan siempre los mismos lugares. Transcurre todo en
una ciudad que ya tenemos dibujada. Del departamento de Cyber, por
ejemplo, tenemos seis puntos de referencia vistos del exterior y cuatro
o cinco del interior. Usamos mucho material de stock. En un principio a
los dibujantes mucho no les gustaba, porque decían que era un ladrón,
que esto, que lo otro. Pero lo mismo se hace en el dibujo animado. Y son
cosas que los italianos no entienden. Cada vez que voy allá, me
preguntan cómo hago, porque ellos todavia están acostumbrados a dibujar
todo. No lo entienden.
AA: ¿Para cuánto le ves a Cybersix? A nivel éxito, parece que da para
mucho. A nivel creación y onda tuya y de Carlos, ¿cómo la ves? Es algo
fuerte, porque ya lleva varios años...
CM: Si. Se está publicando el libro 10 y nosotros estamos terminando el
libro 26. Las críticas son fabulosas. Yo creo que va a dar para largo.
Es una especie de Dylan Dog. A la gente le gusta. Además, al tener todo
armadito, tanto Carlos como yo ya podemos darnos el lujo de pensar en
otras cosas y de ponernos a trabajar en otras cosas.
AA: ¿Es cierto que vuelve Irish Coffee?
CM: Si, estamos haciendo capítulos semanales de 12 páginas pero sin el
equipo que trabaja en Cyber. Lo hago yo solo con un fondista.
AA: ¿Y te alcanza el tiempo para coordinar el laburo de Cybersix y
además hacer todo Irish Coffee?
CM: Si, porque lo de Cyber camina solo. Ya van tres años. Aparte tengo
un tipo que es Alejandro Santana, que es bárbaro. Es como una
prolongación de mi cerebro. Laburamos tres años juntos y es un tipo
piola, así que aprendió todo. Está todo bastante aceitado. Costó un
huevo llegar a esto. Yo laburé solo dos años y se me pudrió el bocho. Y
ahora estoy con todas las pilas puestas en Irish, porque lo otro camina
solo.
AA: No tanto ahora, pero hace unos años había una especie de prejuicio
anti-Meglia por el tema de que tu dibujo es muy...muy Disney. Que no era
historieta adulta, sino un dibujito animado disfrazado de historieta.
¿Vos qué les contestarías?
CM: Y, que hago lo que puedo. Yo trabajo con lo que conozco. En mis
historietas hay pocos negros porque yo no sé poner negros. Yo manejo una
fórmula, un lenguaje que es bastante simple. Pero sí, me han criticado
un montón y me han dado una cantidad de palos que no te imaginás. Pero
después me dijeron por qué me daban palos.
AA: ¿Por qué?
CM: Porque estaba caminando. Si yo hubiera hecho eso y no hubiera pasado
un carajo, nadie habría dicho nada. "'Ta bien, es un pibe que dibuja,
dejalo tranquilo". Pero cuando ese pibe que dibuja está haciendo algo y
va caminando despacito, "No, pará. Con ese dibujo choto no puede ir a
ningún lado". Eso pasa. Pero bueno, ¿qué sé yo?
AA: ¿En qué otros países se está publicando tu material?
CM: Ahora se empieza a publicar Cybersix en Francia. Se lo vendimos a la
editorial Ben Deus, que saca en Noviembre el primer libro de 200
páginas, uniendo dos libros de los tanos. Lo sacan en tapa dura cada dos
meses. Y publicar en Francia es una ventana. Aparte es un orgullo,
porque en Francia la única historieta masiva italiana que se ha
publicado es Dylan Dog y ahora le seguimos nosotros. Algo pasa.
AA: ¿Cómo ves la posibilidad de publicar en EEUU?
CM: Yo lo estuve pensando mucho. Y uno puede llegar a trabajar para los
americanos, trabajar bien, cobrar bien...pero haciendo lo que ellos
quieren. Si yo voy con Cybersix, no sé si me dan pelota.
AA: ¿Puede ser que hayas tenido una oferta de DC para dibujar Batman?
CM: Si, pero no pasó nada. No pasó nada porque yo tenía que hacer
Cybersix. Iban a ser tres libros prestige, pero yo lo pensé bien y...no
sé. Pensé muchas veces qué podría llegar a pasar si uno tocara el
mercado americano. Y lo más probable es que me den para dibujar Batman o
Superman, no las cosas que a mí me gustan.
AA: ¿Hay dando vueltas por ahí, fuera de la historieta, algún otro
proyecto con tus personajes?
CM: Si. El Estudio Mazza, los que hacen todos los video-clips para la
Sony Music, que hicieron ahora un par para Baglietto y Diego Torres, son
unos pibes que andan muy bien. Y nos mandaron llamar, porque hacía un
año que estaban buscando material para hacer en video, para televisión y
no encontraban una idea buena. Contrataron guionistas de la tele, pero
no les convencía. Y una amiga les llevó todas las cosas de Cyber, me
llamaron y dijeron que lo quieren hacer. Estos tipos trabajan con
Gasalla, hacen la presentación y todo eso. Y parece que Gasalla los
apoya y dijeron que sí, y ya están laburando. Van a hacer un casting y
dicen que antes de fin de año tienen que tener un capítulo de una hora
filmado y para Marzo o Abril tienen que tener seis o siete más. Y parece
que las posibilidades son muchas. Están muy copados.
AA: ¿Es cierto que laburaste en el nuevo dibujo animado de Batman?
CM: Si, hice lay-outs. El trabajo de lay-outs y de animación se hacía en
Canadá. De Canadá lo mandaban a Argentina. Y habré hecho unos 12
capítulos... uno de un parque de diversiones con el Guasón, uno de
Batman en un volcán...no me acuerdo mucho, porque me daban algunas
escenas, algunos tramos de las películas.
AA: ¿Los viste después?
CM: Si. Me gustó mucho, están muy bien dirigidos. Y rompían bastante las
pelotas con los lay-outs, los cuidaban muchísimo. Esto fue justo cuando
empecé con Cyber y lo tuve que dejar para hacer eso. Pero la serie me
encanta. Me parece una de las mejores series de animación que se han
hecho. Tiene un clima genial.
AA: Para ir terminando, ¿cómo ves la industria del comic en Argentina?
CM: Es un caos. Un caos. Yo creo que acá se tiene que revertir la cosa
como está pasando en Italia. La historieta se fue haciendo muy popular,
pero tan popular que se fue haciendo en papel muy berreta, todo muy
berreta para que esté al alcance del público. Si un tipo tiene cinco
pesos, se puede comprar una revista o un kilo de carne ¿y qué va a
comprar? Hasta que no salgamos de este problema económico que estamos
pasando y que yo considero que es un problema grosso, aunque todos digan
que estamos re-bien, esto no se va a revertir. Mirá a Columba. Columba
está haciendo lo posible para volver a vender poco. No están vendiendo
nada. Están desesperados. Eso no puede ser, es terrible. Es un momento
malo. Y encima llegan de España, por dos mangos, revistas con unas tapas
impresionantes, 120 páginas, papel ilustración y qué sé yo...por dos
mangos. No se puede competir con eso. Ese es el problema.
AA: Y de lo que viene de afuera, ¿qué te gusta? ¿El material europeo,
los superhéroes, el manga?
CM: No, al manga no me lo banco. El manga me parece una tomada de pelo.
En serio, es una tomada de pelo. Yo no lo puedo creer. Cuando estuvimos
en el Salón de Barcelona... vos no sabés cómo consumen manga los
gallegos! Se compran todo! Y me puse a hablar con un japonés y le digo
"¿Por qué dibujan todos igual?". Y el japonés me dice "Pero es
historieta". "Si, ¿y?". "¿Y qué clase de dibujo le quiere poner a una
historieta? Es ese". Como que si vos hacés historieta, tenés que hacer
ese dibujo, no podés hacer otra cosa. Yo no entiendo. En Europa están
haciendo estragos. Arrasó con todo, el manga. Y lo bueno es contado con
los dedos. Hay mucha, mucha basura. Yo no creo que acá tenga la misma
aceptación... bah, no sé...no sé cuál es la onda.»
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