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De Senda a Playboy. Entrevista a Juan Álvarez y Jorge G.

Entrevista celebrada en la localidad malagueña de Vélez-Málaga el día 17 de octubre de 2002, durante la celebración de las Segundas Jornadas de Cómic en Vélez-Málaga.

 

los mendrugos

[ Imagen: portada del último libro compilatorio de historietas de Los Mendrugos publicadas en El Jueves © 2002 Juan Álvarez y Jorge G. ]


Juan Álvarez Montalbán (Mazarrón, 1960) y Jorge Juan Gómez Cáceres (Murcia, 1962) son los murcianos más internacionales de la historieta española. Historietistas de raza, incansables narradores, han dado el salto desde los proyectos locales (Brisa Alfonsina, Campus, El Tío Saín) a la edición profesional (El Jueves, Puta Mili, Primera Línea). Juan, en solitario, ha colaborado también en prensa (Santi Boom para La Verdad, Pepenalti para As, Pacheco y los africanos -junto a V. Tiburcio- para Nuestra Región), Paco el jevi -con Javim- para Eco Comercial, Juanpa Tiño para El Faro de Murcia) y para otras cabeceras (Frasco para Boca a Boca,  Tano para El Pregonero). Otros trabajos menos conocidos suyos, de historieta e ilustración, han aparecido en: La donación: tu contribución a la vida, Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, Huertus. Los iberos de El Cigarralejo, El pueblo gitano, La Quincena, El Rotativo Cultural, Tribuna Regional, Venga, o el programa televisivo Un Mundo Para Ellos, entre muchas otras actividades como talleres, publicidad, etc. Ha ganado el Premio de la revista 1984 en 1983, el Premio concurso TV Tablón de Anuncios en 1985, el Primer Premio Murcia Joven en 1987, y el premio "Breva Macoca 1995" de la Asociación L’Ajuntaera (Murcia).
Jorge Gómez, colorista inseparable de Juan desde 1986, ha colaborado con él en  los proyectos locales: Hemoman. Historia del puerto de Málaga, Murcia Joven, Tebeo de Carnaval, El Tío Saín, y en los productos nacionales: Amaniaco, Humor a todo tren, Pireo, los editados por El Jueves, Penthouse, Primera Línea... Juntos cosecharon el premio Playboy de Animación y Cómic del año 2000.


Tebeosfera: Esto de dibujar tebeos en Murcia se debe a una pasión temprana, imagino. ¿Cómo os surgió a cada uno de vosotros?

Juan Álvarez: Como a casi todos. Ambos somos de Murcia, yo nací en Mazarrón, un pueblo de la costa murciana; me crié en Mula, otro pueblo del interior muy bonito, algún día tendrías que ir. Luego ya viví en Murcia... En mi caso yo también viví en Madrid, con 18 añitos me fui para allá y estuve cuatro años, tras los cuales volví a Murcia, donde aún resido.

Jorge Gómez: Yo soy de Murcia, nací en Murcia capital, mi padre es de Murcia y nada más que mi madre es de fuera, de la Línea de la Concepción, muy cerquita de aquí donde estamos. La afición la tengo desde niño, sí. Yo dibujaba a ratos y como iba bien en el colegio (en el colegio; en el instituto ya fue otra cosa, je), no tuve ningún problema con mis padres. En el instituto comencé a flojear más, porque había que estudiar más y la vocación ya era entonces irresistible, y a mí me quitaba horas de estudio el dibujo. El caso es que mi padre me lo dejó bien claro: «Tú procura no repetir ningún curso (cosa que hice, nunca repetí), termina el COU y cuando termines haz lo que tengas que hacer, pero como poco termina el bachiller superior.» Y eso hice.

T: O sea que no tuvisteis la formación que muchos dibujantes tienen, que empiezan Bellas Artes u otras carreras.

JA: No, yo me desarrollé de forma autodidacta y en eso enlazo con Jorge, que tampoco tuvo formación académica. Hicimos como esa otra generación de autores españoles fabulosos que no tienen formación en este sentido, como Giménez, Ventura; así que a pesar de nuestra edad nos emparentaron más con esa generación, anterior, que con las generaciones posteriores, que sí han estudiado Artes y Oficios o Bellas Artes ¿no?

JG: A mí me pasó igual. No me quedó nunca ninguna para septiembre y paralelamente seguía dibujando. Yo tengo familia y creo que me viene la vena por parte de padre. Siempre lo he sentido; sentía mucha inquietud por el dibujo, hice algo de modelado en la escuela de Artes y Oficios de Murcia, hice dibujo artístico. Sí, en la Escuela, pero ya desde bien pequeño todo eso me resultaba tremendamente aburrido y ahora mismo oigo hablar y observo que a los chavales que estudian Bellas Artes les ocurre algo similar a lo que me ocurría a mí entonces: que ya venía esa insistencia por parte de los profesores en el academicismo, en seguir unos pasos... y yo creía que tenía más cosas que aportar, con más libertad cuando estoy yo sólo pintando o dibujando cualquier cosa que cuando estaba allí. No sé si eso era bueno o malo, pero me di cuenta de que actualmente muchos estudiantes no se encuentran bien...

T: Es una paradoja en cierto modo, puesto que se trata de sacar lo que te diferencia del resto, a título creativo, resulta absurdo pues encarrilarte por el camino que recorren todos. 

JG: Y también te percatas de que los profesores no están por la labor. Creo que en general es un problema de la enseñanza de dibujo. Hablo en mi caso. Había profes muy buenos a los que les gustaba la enseñanza, y otros que no, que no insistieron. Y uno no es consciente, hasta que no pasa el tiempo, de lo perjudicial que resulta eso para la formación de una criatura. Yo, posteriormente, me aburrí del todo del Colegio de Artes y Oficios y fue cuando, en COU, indeciso, entre pitos y flautas, me presenté al INEF, porque la educación física siempre fue un tema que me gustaba mucho y, definitivamente, una vez me libré de la mili por excedente de cupo, me presenté a los bomberos. Previamente, Juan y yo nos habíamos conocido a través de su hermano, que me propuso, aún en el instituto, hacer algo juntos, con Juan. Su hermano tiene muchísimo talento, hoy se dedica al diseño gráfico y desde luego es un tío muy interesante.

T: Ambos habéis dicho que os gustaba hacer dibujos, pero no que os gustara concretamente la historieta...

JA: Yo sí, lo tenía clarísimo, lo que quería era contar historietas. Desde que tenía 8 años. Porque cuando tenía 7 quería ser albañil.

JG: Fíjate, cuando todos los niños quieren ser astronautas... o bomberos [risas]

JA: Sí, sí, yo viví una circunstancia muy concreta, que fue que al lado de donde vivíamos empezaron a construir. En la obra veía que los albañiles se lo pasaban bien, y jugaban con nosotros, los críos; nosotros nos íbamos a las “montañas” de arena y ellos nos regalaban algún ladrillo y tal. Y entonces me dije: «Esto está gracioso». Eso sí: tenía claro que quería ser albañil de abajo. Nunca de arriba. Por el peligro. Siempre fui muy prudente. [risas] A los 8 años ya caía por casa algún DDT, o algún Tío Vivo que traía mi hermana, pero el ansia por narrar la descubrí sobre todo cuando contaba 9 años y mi hermana sacó de la biblioteca de Mula un álbum de Tintín, con aquella portada de Tintín, la de Los cigarros del faraón. Y fíjate que a mí Tintín nunca me ha gustado mucho, pero aquello fue lo que me hizo a mí decir: «Yo lo que quiero es hacer esto». Vi aquello y se me hizo la luz. Yo ya dibujaba y había creado algunas historias pero aquello fue lo que me impulsó realmente. Desde los 9 años supe que quería dibujar historietas. Nada de ser pintor, ni delineante, ni decorador, ni nada de eso. Hacer historietas.

JG: Yo me enganché con Dumbo, que me lo traía mi padre. Los tenía todos, porque como a mi padre le gustaban y a mí me encantaban aquellas aventuras... aquellos guiones me parecían sorprendentes. Y, aparte, me gustaban Mortadelo y Filemón, el Tío Vivo, el TBO, donde descubrí un autor que me encantaba, Coll, que falleció hace años.

T: Coll precisamente era albañil, que es lo que tú querías ser, Juan.

JA: Es verdad.

JG: Yo, lo que pasa es que a los 8 años gané un concurso de dibujo. Bueno, no lo gané. El primer premio era una bicicleta y mi madre no quería exactamente que yo tuviese una bici, y dijo «éste con ocho años va a empezar a montar en bicicleta y yo voy a estar preocupada, dadle el segundo premio [un Excalectric] que lo encuentro más seguro». Después resultó que el Excalectric, que era eléctrico, te daba hasta “rampazos”, aunque eso mi madre no lo supo nunca.Estatuto de la Región de Murcia. Clic para ampliar

T: La primera obra que yo conozco tuya, Juan, es Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, que publicó la Consejería de Cultura y Educación en 1982, con un estilo muy alejado del actual. ¿Cómo llegas a eso?

JA: Buf, pasaron muchas cosas. Yo me fui con 18 años a Madrid, en 1978. Cogí mi carpeta y marché a buscar trabajo. Fue así porque un fanzine que se llamaba Plaf! novel comic que editaba un chico llamado Matías Marcos, de Zarzaquemada, Leganés, Madrid, llegó a una librería especializada de Murcia y yo lo vi. Ponía «se necesita gente que dibuje para este fanzine» y mandé mis cosas. No escribimos y él me dijo que si quería ir a Madrid a dibujar tebeos que no había nada, pero que dibujos animados sí. Se lo planteé a mis padres, mi madre dijo que no, mi padre dijo que sí. Había terminado COU con 17 años y me fue a Madrid, directamente a hacer pruebas para la Hanna-Barbera americana, que tenía una sucursal en la capital. Dibujé en el largometraje de los Harlem Glober Trotters de la H-B, me gané un dinero y me asenté en Fuenlabrada, con un amigo de Córdoba que también dibujaba en aquel fanzine. Este amigo era Antonio Zurera, que tiene hoy los estudios Milímetro de Madrid y que es uno de los grandes animadores españoles, pero que trabaja sobre todo para fuera. Allí formamos un equipo de tres haciendo dibujos animados hasta septiembre de 1979, mes en el que entré a formar parte del equipo de Cruz-Delgado / José Romagosa, que por entonces producían la serie Don Quijote de la Mancha. También hice por entonces varias ilustraciones para el programa de televisión Un mundo para ellos, y en noviembre de 1980 me tuve que ir a la mili, que, como yo estaba empadronado en Murcia pues... me mandaron a Madrid [risas] Y como vivía en Madrid, fue “pase pernocta” y seguí trabajando, compartiendo un estudio en Puerta del Sol con Antonio.

T: Esa vuelta a Murcia momentánea, ¿a qué fue debida?

JA: La Hanna-Barbera te pagaba por fotograma y los de la serie de Don Quijote te metían en nómina, con un sueldo fijo, trabajando allí con el equipo. Claro, teníamos que vivir. Matías tenía más libertad, estaba en su casa aún, y nosotros éramos de Córdoba y de Murcia, teníamos que mantenernos. Y como yo llegaba de trabajar y, en casa me ponía a hacer tebeos por mi cuenta para ver si colocaba alguna historieta en algún sitio...

T: Sí, por entonces ya publicaste tu primer trabajo pagado...

JA: Fue en la revista Senda del Cómic, en marzo de 1980, en el número 4. Allí publiqué yo mi primera historieta profesional, pagada a 3000 pesetas [18 €] la página en blanco y negro. Y, entonces, como después de la mili yo lo que quería era seguir haciendo historietas, pensé que lo mismo me daba hacerlas en Madrid que en Murcia, porque la industria estaba en Barcelona. Y yo no tenía ganas de irme a Barcelona, otra aventura en Barcelona no me apetecíaPortada de Senda # 3. Senda # 3, con la primera historieta profesional de AlvarezY seguí haciendo alguna cosa de animación, para la televisión, pero a partir de 1983 dejé de hacer dibujos animados en Murcia. Sí que hice ilustraciones, para Diario de Murcia, La Quincena, El Rotativo Cultural, la Hoja del Lunes murciana..., entonces fue cuando me puse en contacto con la Editoria Regional para hacer lo de “Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia” en cómic, un álbum de 34 páginas...

T: Entre 1981 y 1983 ocurre la explosión editorial del cómic español. Podrías haber intentado mantenerte en Madrid.

JA: No lo intenté con Tótem, ni con Cimoc, es verdad. Hice una historieta de terror que mandé a Creepy, pero no tuvo resultado. En ese momento no me convencía mucho lo que hacía, la verdad, como para enviar cosas con seguridad. No lo tenía muy claro. Es cuando vengo a Murcia cuando comenzó, al poco, a salir Cairo, luego el TBO, el neo tebeo de Navarro, y cuando de la mano de mi hermano conozco a Jorge...

JG: El reclamo fue «mi hermano ha dibujado cómics y ha ganado el concurso de 1984»

JA: Así es, lo gané, y entonces eso me dio alas. “El último dibujante” era la historieta. Pese a todo, a mí no me terminaba de gustar aquel estilo que tenía entonces, entre Carlos Giménez y Manara. Tenía una convulsión interna con la que no me encontraba a gusto. Portada del Especial Concurso con la historieta premiadaEntonces decidí romper con todo. Como en el dibujo animado yo estaba ya acostumbrado a la línea y no había practicado apenas el color, entonces apareció Jorge en el año 1985.

JG: Fue haciendo una historieta con su hermano, Antonio, pues él y yo nos queríamos presentar al concurso Murcia Joven que en aquel entonces nacía. Bueno, creo que ya en 1984 había habido un certamen. Era ya para 1986 lo nuestro; nos queríamos presentar, nos quedaba no sé cuánto tiempo y ese fue el reclamo.

T: ¿Fue entonces cuando surgió la Asociación de Autores de Tebeos de la Región de Murcia (AATRM)? Una de las más activas de España a mi parecer, pese a que vuestros esfuerzos no hayan sido tan reconocidos como los de otros colectivos de Madrid, Barcelona, Valencia o Granada.

JA: No, la AATRM no nace hasta 1994, pero el concurso Murcia Joven fue el catalizador. La Consejería de Cultura, Educación y Turismo, con la colaboración del Concejalía de Juventud, Deportes y Empleo del Ayuntamiento montaba el concurso anualmente y se editaba un catálogo bastante majo, donde participaba gente de la Comunidad Autónoma. Por entonces publicaron allí gente como Riquelme, Fernández Conesa, Manuel Martínez, Pedro Vera, Abel Ippólito, Salva Espinosa, Paco Alemán... y nosotros nos presentamos en 1986. Yo estaba haciendo una historieta, la de “Vida ésta”, en la que una pareja de chicos y una chica van en metro. Entonces ella se imagina una cosa y él se imagina otra. Eso se ha editado luego en un monográfico que publicamos de la colección de El Tío Saín, y más tarde dentro de otra recopilación, Pireo, que editó La Factoría de Ideas hace dos o tres años. Esa historieta fue la primera que hice con el nuevo estilo, aunque hay un precedente de un mes antes, cuando yo hago en blanco y negro una historieta que a Hernández Cava le encanta para la revista Madriz. Cava vino a Cartagena a un certamen de Murcia Joven, Portada de Murcia Joven Comic de 1990de invitado o de jurado. Me dijo que el final de mi historieta no le gustaba mucho, pero que el estilo le gustaba, que le preparara alguna cosa, y yo ya estaba haciendo la historieta de cuatro páginas “Vida ésta”, que es la que pensaba enviar a Madriz. Cuando aparece Jorge, Antonio me dice que pinta de puta madre al óleo y, dije, pues vamos a hacer aquí un experimento: aquella historieta con nuevo estilo, con línea clara total, con el óleo y volúmenes resultó una virguería. Se expuso en Cartagena, que fue cuando la vio Joan Navarro, que fue invitado también al Murcia Joven. Él me dijo: «Me interesa».

JG: Navarro estaba entonces con lo del TBO y Más Madera!, y vio aquello y va y nos dice [adopta un tono de voz grave]: «Vuestra historia me interesa». Muy carismático. Fue entonces cuando empezamos a publicar juntos, porque se publica en el TBO. A continuación vino la historieta “Pireo”, que transcurre en una terraza de Grecia, y esa le gusta a Toutain, que la publica en Tótem... no, en Zona 84. Recuerdo que con “Pireo” nos presentamos a Murcia Joven y nos dieron el segundo premio, porque consideraron que nosotros éramos ya profesionales.

T: Sí, la paradoja de siempre, y en Barcelona no te dan el premio a autor revelación hasta que no llevas siete años trabajando...

JA: Era verdad que mi nombre ya sonaba mucho, pero nos dieron el segundo premio y yo me cabreé y no fui a recogerlo.

JG: Es que no era justo. No era que fuera mejor ni peor la historieta, era que había otros condicionamientos que estaban al margen de lo que era la obra. Te presentas a un concurso y si eres el mejor te llevas el premio; lo que no podía ser es que importasen otras cosas que no estaban así consideradas antes. No éramos verdaderamente profesionales en aquel entonces, en 1986, en fin...Historieta en Murcia Joven 91

JA: Hombre, a mí me hubiera gustado ir a recoger el premio, porque lo entregaba Carlos Giménez, y a mí Giménez me gustaba mucho. Lo fue a recoger mi hermano, que vino entusiasmado porque le había dado la mano a Carlos Giménez. Y, bueno, luego publicamos una historieta de dos páginas en Tótem [el Comix], luego otra ahí también. Y nosotros ya juntos siempre.

JG: Yo me había presentado a los bomberos entonces. Como vimos que con la historieta no se ganaba lo suficiente, yo me hice bombero y Juan, con otro amigo, montó una agencia de publicidad; le quedó poco tiempo para hacer historieta...

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[ Entrevista © 2003 Manuel Barrero, para Tebeosfera 030131; enmendada en 030207 ]