Cualquier ejercicio de crítica, por
modesto que sea, exige colocarse a una mínima distancia. Cualquier
análisis resulta siempre perjudicado si se efectúa desde el meollo
del asunto, y así me siento cuando me propongo presentar lo que
por aquí se hace en lo que considero un ramo de la literatura,
cuya denominación es narrativa gráfica. No es el espacio ni el
momento para que hagamos defensa de esa idea, pero interesa contar
como, en un país sin apenas industria de cómics (para lo
bueno y para lo malo), este lenguaje se ha convertido en una
suerte de refugio de exilados que tienen historias que contar, que
hacen de la página emplazamiento de absolutas libertades, palco de
una especie de tango alucinante entre la palabra y la imagen.
Toda la geografía (desde los EE UU hasta Japón, pasando por
Francia y hasta por España) se ha dejado contaminar por esta
enfermedad que ha convertido los libros de cómics en volúmenes sin
limite de páginas, con imposiciones estériles de claridad estética
o ciertos temas de entretenimiento. Es característico el hecho de
que el mainstream portugués en el ámbito de la historieta
no va más allá de las fronteras marcadas por la traducción de
álbumes extranjeros de algunos de los autores mas populares (Tintín,
Astérix, Lucky Luke y Pratt, Moebius). Es casi despreciable la
parte de la tarta dedicada a los niños, otrora tan rica y
dinámica. Sí se mantiene la vieja llama del humor político, del
comentario irónico o de la risa cotidiana en los periódicos a
través de la tira cómica o de la página entera (mas raro esto
último). Filosofía de Punta, de Júlio Pinto y Nuno Saraiva,
la serie mas duradera nació en un periódico, se puso de moda y se
volvió fenómeno, y pieza de teatro, dio origen a varios álbumes
(de ed. Contemporánea) y se ha transformado finalmente en secuelas
de menor impacto. Con el cuerpo de los personaje sito siempre en
posición centrada, los personajes de esta obra (todos diferentes y
todos iguales) viven pequeñas aventuras auto conclusivas donde
hacen una cosa (sexo) y dicen otra (filosofía). Su esqueleto es el
habla, trabajada por el malabarista del juego de palabras y
cronista político de renombre Júlio Pinto, recientemente
fallecido. La carne tiene la plasticidad y el color de Nuno
Saraiva, que se volvió el mas agudo retratista de las modas y de
los lugares portugueses de los últimos tiempos. Al texto de
crítica social se sumó, pues, un dibujo renovador a caballo entre
el humor y el erotismo pícaro. La suma dio un espíritu: el del
tiempo.
Salvo por el humor, la producción infantil / juvenil y los
best-sellers, poco más queda, pero es la producción mas
intensa, mas brillante, mas inesperada –un limbo movedizo, que por
conveniencia se llama alternativo. Limbo porque está en algún
lugar entre la tierra del autor amador / amante y el cielo de la
creación literaria. Movedizo porque sus fronteras van desde las
artes plásticas hasta el universo de los fascículos de cómics [comic
books]. Empecemos por las señoras, que son varias y ejemplares.
Alice Geirinhas utiliza todas las relaciones posibles entre la
pintura, la ilustración y el cómic, de los que ha heredado
procesos y lenguajes. Con un estilo próximo al bad painting,
viene creando irónicas figuras que comentan el estado de las
artes. Isabel Carvalho, una fulgurante revelación, es animadora,
con Pedro Nora, del consistente tebeo A Língua (go.to/alingua),
además de participar en el colectivo feminista que gestiona una
galería en Oporto. Tiene ya una compilación de sus poesías
gráficas, que se nos antojan páginas arrancadas de un diario en
carne viva: Eat & Spit (ed. Nova Comix). Ana Cortesão y
Maria João Worm tienen estilos casi opuestos, pero comparten la
originalidad en sus registros. Con historias cortas y sarcásticas
(recogidas en A Minha Vida é um Esgoto (ed. BaleiAzul/Bedeteca
de Lisboa), Ana delinea con la gramática agresiva del espíritu
underground el esplendor y miseria del femenino contemporáneo.
Cantoras que se deshacen en polvos-de-arroz, mujeres que buscan la
felicidad en el frenesí de las compras, del aeróbic, de los
flirts, que sucumben a una vida de abusos, de trabajos, de
desgracias. Maria João Worm, con un estilo pictórico donde el
color da espesor a seres escapados de cuentos de hadas, es una de
las voces mas originales y poéticas de nuestros cómics. Tiene
varias historias cortas dispersas por revistas y un álbum (ed.
Bedeteca de Lisboa) que cuenta A Historia de Tomé Pires,
vendedor de drogas, contador y escribano de la factoría de Malaca,
viajante de una especie que solo un país de aventureros es capaz
de producir.
Vera Tavares ha sido una de las revelaciones del Salón de Lisboa
de Ilustración y Comic 2001, el punto de encuentro anual de estas
artes organizado por la Bedeteca de Lisboa (institución creada por
la Cámara Municipal de Lisboa para estas áreas de la cultura).
O Medonho Composto (ed. Íman / Bedeteca de Lisboa) revisita, en
blanco y negro, el imaginario de la aventura de un modo expresivo
y literario. En un juego de reconstrucciones, podemos compartir
las peripecias de una pareja que se escapa para cumplir su amor,
pero que se enfrenta a la tragedia cuando un monstruo devora al
hombre, según un folleto de cordel con fecha de 1748. Otras
historias de estas autoras han salido en Quadrado, revista
semestral que la Bedeteca coedita con el Salón del Comic de Oporto
y que en un número reciente, de Mayo de 2001, dedica un dossier a
los cómics femeninos norteamericanos.
La colección Prontuario de las Ediciones Polvo tiene tres de las
más perturbadoras novelas gráficas de nuestra actualidad, firmadas
por tres de los mas substanciales dibujantes contemporáneos. Las
cualidades de estas tres piezas (Eduarda, de Miguel Rocha,
a partir de Bataille; Tu és a mulher da minha vida, ela a
mulher dos meus sonhos, con argumento de Pedro Brito, el
dibujo de João Fazenda; O Diário de K, de Filipe Abranches,
a partir de A Morte do Palhaço, de Raúl Brandão) justifican
los mas elogiosos adjetivos. Junto con Mr Burrourgs, el
texto de David Soares para el dibujo de Pedro Nora (ed. Círculo de
Abuso), componen un coro de cuatro voces cristalinas que
comentamos más extensamente a continuación.
Un hombre, “llevado por una libertad deslumbrante”, vive una
experiencia sexualmente mística con una prostituta llamada Eduarda.
Un texto poderoso de Bataille despertó la visión dramática de
Miguel Rocha, que propone una lectura plástica de los vagabundeos
del narrador. Los cuerpos llamados a la escena se muestran con
total desnudez para así poner a jugar al escondite cada una de las
cuestiones del mundo. Miguel Rocha ha pasado, en un espacio de dos
años, de ser un autor promesa a convertirse en uno de los mas
consistentes y productivos autores portugueses de cómics, ya
premiado y expuesto en los principales festivales nacionales.
Tu és a mujer da minha vida, ela a mujer dos meus sonhos es
la historia de una pareja, ella pinta y él procura escribir. Son
ambos artistas, pero tienen poco de pareja, como se dará cuenta en
el momento en que cada uno encuentra a la mujer de sus sueños.
Nada está ni de mas ni de menos: todo encaja, así como el rojo
reviste el trazo negro, inquieto, esbozado y sin embargo tan
expresivo; como las palabras se substituyen con las formas y
entran en el cuerpo del escritor. Es un romance urbano,
contemporáneo, de gran invención gráfica y agudeza narrativa.
Hace una década que Filipe Abranches publica en revistas
nacionales e internacionales pequeñas metáforas, sombrías y
desesperadas, trazadas a pincel con maestría. Recientemente,
sorprendió con dos obras. Historia de Lisboa (ed. Assírio y
Alvim/Câmara Municipal de Lisboa), con argumento del celebre
historiador A.H. de Oliveira Marques, toca episodios de la vida de
la capital del siglo I hasta la fecha histórica del 25 de Abril,
en un fabuloso conjunto de frescos definidos por un bello
tratamiento de color y un uso impar de la iconografía de época.
Pero su obra de madurez plena es O diário de K, donde un
payaso se enfrenta a la muerte en un ambiente de romanticismo y
extrema soledad, confirmando a Abranches como un extraordinario
productor de imágenes poderosas.
Un escritor duda de su creatividad, extraña el hecho de que todo
aquello que toca se transforma en parte de él. De repente, empieza
a recibir pedazos do su propio cuerpo por correo. Mr Burroughs
es un “doble alternativo del célebre escritor norteamericano” que
nace del interés de David Soares, por los temas eternos de la
literatura, y de la notable capacidad de Pedro Nora para, en un
punteado salpicado con elegantes manchas negras, definir
personajes, dibujar ambientes, construir universos. Pedro Nora
acaba de producir para A Metamorfose, de F. Kafka (ed. Íman),
una secuencia de ilustraciones que generan un discurso paralelo,
una especie de comentario ajustado y muy acorde con el bello y
extraño texto. Gana colores la historieta; esta relación con
materiales literarios, es una contaminación de géneros y lenguajes
que surge como estimulante y productiva. [Mr. Burroughs fue
reconocido en 2001 con los premios al mejor dibujo y al mejor
guión de un álbum portugués]
José Carlos Fernandes es un nombre más de parada obligatoria. A un
ritmo impresoinante, viene construyendo una obra
extraordinariamente rica en matices en los contornos hincados y de
color pastel; poderosa en su lógica interna; diversa en los
abordajes que pueden ir de la historia corta poética hasta la
larga narrativa humorística. Teniendo siempre como tapiz de fondo
la crítica social y tecnológica, el elogio del sueño, la
importancia de la palabra escrita... Um catálogo de sonhos
(ed. Pedranocharco) es apenas uno de los muchos títulos de
resonancias kafkaianas, en el que un héroe involuntario abre las
puertas del mundo de los sueños. Los portugueses estuvimos
esperando con ansiedad durante 2001 la publicación de la que puede
que haya sido la mas fina expresión de su mundo: A Pior Banda
do Mundo.
Jogos Humanos (ed. Associação Salão Internacional del COMIC
de Oporto / Bedeteca de Lisboa) tiene la eficacia y la densidad de
una sitcom, mostrando esa frivolidad disfraza de
cotidianidad y reflexión, escondiéndose en el entrechoque dinámico
de los personajes. En el inicio, un chico tiene apenas una novia.
En el medio de las ciento y algo páginas, su novia se revela
bisexual y él acepta vivir con la mejor amiga de su novia. Mas
hacia el final, él simula ser homosexual con su mejor amigo para
escapar del enredo. Pero el amigo era gay y ellas poco
impresionables. El texto de Paulo Patrício ensaya «la oralidad
como lenguaje» y el dibujo de Rui Ricardo intenta “una relectura
europea de la manga”. Los diálogos son convincentes y el negro y
blanco son simples y están bien empleados.
No solamente las pequeñas editoras abrigan estos seres volátiles.
Por ejemplo, Asa es la nave nodriza de dos o tres autores que ha
mantenido una trayectoria que, tras atravesar el océano del gran
público, pilota navíos de tamaños y a velocidades diferentes, pero
siempre persiguiendo bellos horizontes.
Antonio Jorge Gonçalves experimentó, en solitario, en su
persecución de O Señor Abílio, que solo tiene un ojo y usa
sombrero alto; nacido bajo el signo de las telecomunicaciones, se
presenta como la línea de contacto del autor con el mundo de los
sueños. Son historias cortas, sin palabras, que muestran una
estimulante e inesperada lógica visual. Este trabajo suyo es
radicalmente distinto de otros dos: El primero, de aparcería con
Nuno Artur Silva, marcó el inicio de la década de 90 con las
aventuras poético / policiales de Filipe Seems, en Ana. En
una Lisboa que parece Venecia, donde góndolas compiten con naves
espaciales, la clonación constituye el asunto que investiga el
melancólico detective Seems. El autor, con trazos finos, compone
imágenes fortísimas, subrayadas por el líquido de la acuarela. La
“línea clara” es el territorio donde se debaten, entre textos de
sabor literario e imágenes poéticas, las cuestiones existenciales
de tres bellas mujeres que buscan una identidad. El otro trabajo
fue presentado como la primera “novela gráfica” y lleva, además de
la de António Jorge, la firma de Rui Zink, escritor, profesor
universitario y vedette. En la obra, Idalina es una asistenta que
quería ser bailarina; su vida, que ya era un cruce de otras, se
vuelve el epicentro de una crisis internacional que pasa por Macao
y por los EE UU. Solamente ella puede impedir la catástrofe, desde
que consigue descubrir a tiempo El Arte Supremo. En un
negro y blanco lleno de matices y densidades, este Arte bien
podría ser la denominación precisa y motivo para entablar una
discusión acerca de los nuevos caminos de la narrativa
contemporánea.
Finalmente, Martim Avillez, artista
plástico residente en Nueva York y principal animador de la
revista Lusitânia, acaba de publicar cuando se redactan
estas líneas Os 23, un abordaje histórico originalísimo,
hasta en la forma física del libro, acerca de los judíos que
fundaron Nueva York. Ya no se trata solo de historias, también de
ideas. Os 23 es un ensayo sobre la cultura judaica, sobre
la libertad, sobre la filosofía política. A la postre es de eso de
lo que hablamos cuando hablamos de cómics, de ciudades y de
tempestades.
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