De
aquella zaga de pioneros hemos elegido los nombres de Luis y Arturo
Cazeneuve, José Luis Salinas, Bruno Premiani y Luis Angel Domínguez, no
descartando la posible existencia de otros dibujantes que hayan cumplido
igual experiencia. De los nombrados se brinda una semblanza de su
actuación previa y luego los datos disponibles respecto a la trayectoria
profesional que cumplieron en el exterior. En conjunto, la reseña abarca
–o intenta abarcar- los veinte años iniciales de presencia argentina en
la historieta norteamericana.
Las aventuras de
Luis y Arturo Cazeneuve
Los diferentes trabajos publicados sobre la historieta argentina
coinciden en señalar a Luis Cazeneuve como el primer dibujante que viajó
a probar suerte en los Estados Unidos, país rumbo al cual partió en 1939
junto con su hermano menor, Arturo, también dibujante pero del cual se
desconoce su labor profesional en la Argentina, si es que tal labor
existió. En cuanto a Luis, nacido en 1908, sus antecedentes
profesionales en la Argentina incluían tiras diarias realizadas para los
diarios El Mundo y Noticias Gráficas y páginas para la
entonces muy difundida revista El Hogar. Ese trabajo desarrollado
entre los años 1934 y 1939 comprendía títulos como Quique el niño
pirata, Aventuras de dos argentinos en un país salvaje y
Aventuras de caza del Pibe Palito.
La llegada de los hermanos Cazeneuve a Estados Unidos, bueno es
recordarlo, va a coincidir con el comienzo de lo que los especialista
llaman La Edad de Oro o la Edad Dorada del comic book americano, cuyos
tanteos iniciales habían comenzado en 1933 y 1934 de la mano de
empresarios gráficos y editores como Max C. Gaines, George Delacorte o
el comandante Malcom Wheeler-Nicholson y que a partir de 1940 adquirirá
proporciones colosales en cuanto a cantidad de títulos y tiradas
millonarias.
El momento era propicio y al parecer Luis y Arturo Cazeneuve supieron
aprovecharlo. Apenas llegados a Estados Unidos ambos comienzan a
trabajar en el estudio de Will Eisner y Jerry Igger y cuando éstos se
separan continúan con Igger. Uno de los compañeros de trabajo que
tuvieron los dos argentinos en aquella etapa fue el dibujante Pierce
Rice, junto con el cual los Cazeneuve
montan en 1941 su propio shop, término que en esos tiempos
definía a los estudios
que abastecían de material a los innumerables editores que el éxito de
las revistas de historietas había hecho surgir como hongos. Rice (que
dominaba el idioma español por haber vivido durante su niñez en Cuba)
era el encargado de dibujar a lápiz y los hermanos Cazeneuve del pasado
a tinta.
Desde
1940
en adelante, Luis Cazeneuve tuvo a su cargo varios de los más famosos
personajes de aquel período, tales como Aquaman (lo había iniciado Paul
Norris), Blue Beetle, Captain América, Crimson Avenger, The Eagle,
Golden Arrow, Green Arrow, Lance O’Casey, Vigilante, The Shinning Knight
y The Boy Comandos, serie ésta que tomó a su cargo cuando
Joe Simon y Jack Kirby -sus creadores- dejaron momentáneamente los
pinceles para alistarse en el ejército. Otro de los trabajos de
Cazeneuve en Estados Unidos aunque esta vez en el formato de tira diaria
distribuida por la agencia Editors Press Inc. bajo el título Hernán y
las Amazonas, A partir de 1947 no se encuentran ya referencias sobre
trabajos realizados por Luis Cazeneuve, quien de acuerdo a los escasos
datos disponibles falleció en 1978.
Con
respecto a Arturo Cazeneuve su trayectoria es muy similar a la de su
hermano mayor aunque un poco más prolongada, ya que existen constancias
de trabajos suyos realizados en 1951. De esa década de labor se destacan
títulos como Bald Eagle, Black Cat (que había sido creada en 1941
por Al Gabrielle), Buster Crabbe, Crimson Avenger, Flame, Green Arrow,
Green Hornet, Slam Bradley, The Shinning Knight y Vigilante.
Como se ve, varios de esos personajes fueron dibujados también por su
hermano, coincidencia que se da también con los editores para los cuales
trabajaron, entre ellos Victor Fox, Harvey, Hillman y Timely. Puede
presumirse que la crisis que afectó a la industria norteamericana de la
historieta en los años cincuenta obligara a Arturo Cazeneuve a buscar
nuevos rumbos profesionales, específicamente en el campo editorial y
periodístico donde se desempeñó hasta comienzos de los años ochenta. Su
deceso se produjo en 1992.
El
sueño americano de José Luis Salinas
En
1949 José Luis Salinas era ya una figura indiscutida del dibujo
argentino. Trabajaba intensamente como ilustrador publicitario, había
finalizado su exitosa serie de adaptaciones de famosas novelas en la
revista El Hogar y era el modelo a seguir por muchos dibujantes
sobre todo a partir de la repercusión de Hernán el Corsario, que había
realizado en 1936 para la revista Patoruzú.
Sin
embargo Salinas ansiaba concretar un sueño: tener una tira de
distribución mundial, trabajar junto a las grandes figuras en lo que era
el epicentro de la historieta mundial. Tras un primer intento realizado
en 1941 y que se frustró debido a los problemas derivados de la guerra,
el notable dibujante argentino insiste y en 1949 viaja a Estados Unidos
llevando muestras de sus trabajos y cartas de recomendación de la
delegación de King Features Syndicate en la Argentina. Poco tiempo
después comienza a trabajar en la sede central de dicha empresa aunque
durante los primeros meses se ve limitado a hacer trabajos de poca monta
tales como pegotes, adaptar las tiras originales al tamaño de los
distintos medios que las publicaban, o completar dibujos, situación que
acepta a la espera de una ocasión propicia para demostrar su capacidad.
La
oportunidad le llega a comienzos de 1950 cuando le confían la creación
de Cisco Kid, historieta basada en la novela The Caballero’s
Way del escritor norteamericano O’Henry, cuya adaptación estuvo a
cargo del guionista Rod Reed. En sus mejores momentos Cisco Kid
llegó a publicarse en 360 diarios de todo el mundo pese a lo cual no
llegó a tener su página dominical ya que nunca se publicó en Nueva York,
condición fundamental que establecía King Features para alcanzar aquel
objetivo.
Pese a
los buenos comienzos la estadía de Salinas en Nueva York duró muy poco
tiempo, apenas nueve meses. Había estallado la guerra de Corea y se
planteaba el riesgo de que su hijo Alberto fuera convocado a filas como
hijo de residente. Salinas le planteó la situación a KFS y la respuesta
fue: «Si (George) McManus envía desde California, bien puede mandar
usted lo suyo desde la Argentina». Y así fue, ya que desde entonces y
hasta la cancelación de la tira en 1968 Salinas dibujó Cisco Kid
en la Argentina, se la publicaba en Estados Unidos y luego, traducida,
aparecía en la revista Patoruzito.
Un
ultimo dato servirá para dar una idea de lo que pudo ser la proyección
de Salinas en Estados Unidos: después de muchos años el dibujante volvió
a la sede central del King Features y al encontrarse con un directivo
que había conocido durante su paso por aquel lugar éste le dice: «la
continuidad de El Príncipe Valiente era naturalmente suya,
Salinas... pero usted está tan lejos. Si se hubiese quedado...»
Bruno Premiani y su
gran trayectoria en DC Comics
Para la misma época en que Salinas concretaba su fugaz paso por los
Estados Unidos, Bruno Premiani, un dibujante nacido en 1907 en Trieste
(Italia), iniciaba también su experiencia en aquellas tierras. Premiani
había llegado a la Argentina en 1930 y durante quince años integró el
destacado plantel de dibujantes del diario Critica, medio en el
cual comenzó a forjar una trayectoria como profesional de la historieta
que continuaría luego con trabajos en la revista El Hogar y
especialmente en la revista Patoruzito desde su aparición en
1945.
En honor a la verdad
no podemos definir con precisión cuál fue el período o períodos durante
los cuales Premiani estuvo radicado en los Estados Unidos pero sí que ya
en 1949 comienza a producir para ese mercado con trabajos para las
revistas Western Love y Young Romance (editadas por
Crestwood), para continuar a partir de 1950 con material vario para
National Comics (luego DC), la editorial a la cual está unida gran parte
de su carrera.
De ese período inicial
datan títulos como Imposible... but true, Pow-Wow Smith e Indian
Lawman, Casebook Mistery, Nighthawk y, entre 1950 y 1955,
aproximadamente, Tomahawk, personaje que en la Argentina era
conocido como Hacha Brava. En 1955 Premiani colabora con Curt
Swan en un episodio de Superboy titulado “The Rip Van Winkle of
Smalville” (como la obra de Washington Irving) publicado en el #208 de
Adventure Comics; en 1957 dibuja Challengers of the
Unknown y en 1960 Cave Carson.
Para la revista Classics Illustrated (específicamente para la
colección titulada The World Around us), Premiani realiza entre
1959 y 1961 una serie de trabajos en los números dedicados a
Comunicaciones, Científicos, Pesca de ballenas, Los Cruzados y Los
Vikingos, entre otros, dibujando no solo historietas sino también
algunas cubiertas.
En enero de 1963, en la revista My Greatest Adventures comienza a
publicarse Doom Patrol, serie protagonizada por un grupo de
mutantes con poderes especiales que se anticipó por pocos meses a The
X-Men, un producto muy similar de Marvel. El creador de aquella
serie fue el guionista Arnold Drake y su primer –y principal- dibujante
Bruno Premiani, quien un año después realiza para la revista The
Brave and the Bold la historieta “Teen Titans”, centrada en las
aventuras de un equipo de jóvenes superhéroes integrado por Kid Flash,
Aqualad y Robin. A esa producción se sumarían “The Beast Boy” y “The
World of Negative Man”, ambas de 1967, “Robotman” (1972) y el episodio
titulado “The Trail of the Terrible Titan”, en 1976.
La labor de Bruno
Premiani en Estados Unidos ha sido reconocida en los últimos años tanto
por jóvenes creadores como por especialistas de la historieta. En 2002,
próxima a publicarse una edición para coleccionistas de Doom Patrol,
Arnold Drake recordaba con gran respeto y afecto a Premiani diciendo:
«Yo solamente desearía que Bruno Premiani viviera aún para compartir ese
momento conmigo. No hubo nadie como él». Vale aclarar que paralelamente
a su actividad para los Estados Unidos, los trabajos de Premiani
continuaron publicándose en revistas argentinas –salvo algunos
paréntesis- hasta poco antes de su fallecimiento, ocurrido en 1984.
La larga ausencia
de Luis Angel Domínguez
El último de los
dibujantes elegidos para esta nota y quizá el de más larga residencia en
Estados Unidos (donde aún permanecía en el año 2002) es Luis Angel
Domínguez, nacido en Córdoba, Argentina, en 1923. Ya en sus trabajos
iniciales Domínguez evidenció un gran apego por la ilustración de época
y los temas históricos, tendencia que se consolida cuando inicia en
Patoruzito en 1950 “Historia del pueblo de Francia”, un ciclo que se
extendió por varios años a través de capítulos como “El vengador de
Sajonia” y “Juana de Arco”. Casi contemporáneamente realizó historietas
a la aguada para la revista Idilio (1951-1952).
Siempre en Patoruzito realizó en 1956 la serie “Cruz Calaveras”
y un año después “Scout Rover” (guión de Oesterheld) en la revista
Pancho López, que había sido lanzada ese mismo año por Editorial
Códex. Para la misma empresa realiza entre 1958 y 1959 “Mitos y leyendas
de América” que se publicó en Odiselandia y Aventuras del
Oeste, revista ésta donde a fines de esa década dibuja “El Errante”,
posiblemente su último trabajo en el país. A esa labor profesional debe
sumarse su desempeño en la Escuela Panamericana de Arte, donde integraba
el grupo de los 12 Famosos Artistas.
Radicado en Estados
Unidos desde comienzos de los años sesenta, Luis Angel Domiguez trabajó
para importantes editoras, desempeñándose en el campo de la historieta y
también de la ilustración (preferentemente en esta última). Gran parte
de esa producción estuvo relacionada con temas del Oeste americano,
tales sus trabajos en Billy The Kid, Cheyenne Kid, Gunfighters, Wyatt
Earp, Scalphunter y Jonah Hex, aunque no desdeñó los
referidos a misterio, guerra, ciencia ficción e incluso los de espada y
brujería (Claw the Unconquered, 1976).
Al igual que Premiani
(de quien era gran amigo), colaboró en la revista Classics
Illustrated (1961) y en los años setenta ilustró una edición de
Tom Sawyer, el libro The World of Sherlock Holmes e hizo
tapas para la revista The Deadly Hands of Kung-Fu. En el año 2002
seguía aún activo y preparaba junto al ya citado guionista Arnold Drake
un trabajo titulado “Tripping Out”, que se publicó en la revista
Heavy Metal a comienzos de 2003.
Epílogo
A
este grupo de dibujantes argentinos que hemos recordado podríamos añadir
otros que no eran específicamente historietistas pero que por la misma
época tentaron suerte en Estados Unidos. Fue el caso del gran ilustrador
Joaquín Albistur (aunque realizó algunos trabajos de historietas para
Classics Illustrated en la misma época que Premiani) y los
humoristas gráficos Vic Martín, Roberto Battaglia y Narciso Gonzáles
Bayón, a quienes se sumarían desde mediados de los sesenta en adelante
nombres como los de Oscar Novelle, José M. Del Bó o Leopoldo Durañona,
iniciando una larga lista cuya enumeración completa escapa al propósito
de esta nota.
Tanto ellos como
los profesionales que hoy merced a los adelantos tecnológicos -y a la
evidente globalización del negocio de la historieta- pueden desde un
barrio de la ciudad de Buenos Aires o una ciudad del interior del país
dibujar las aventuras de un superhéroe que luego aparecerán en el
mercado americano, son en cierta medida deudores de aquel grupo de
pioneros que, por lirismo, por orgullo profesional o por un legítimo
afán de crecimiento económico quemaron un día sus naves y, lanza y
pincel en ristre, se fueron a dibujar historietas entre la imponencia y
el vértigo de los rascacielos neoyorquinos.
FUENTES CONSULTADAS:
-Archivo
y colección del autor
-BAILS, Jerry (1996): Comic Book Data Base
-BENTON, Mike (1989): The Comic Book in America, an Illustrated History, Taylor Publishing Company, Dallas
-GOULART, Ron (1990): The Encyclopedia of American Comics,
Facts On File, Nueva York
-GROTH, Gary (1993): Entrevista a Pierce Rice, en The Comics
Journal #219
-LIPZSYC, Enrique (1958): Las décadas de la historieta
argentina, Editorial Lipzsyc, Buenos Aires
-POLOWIN,
Neil (2003): Entrevista a Arnold Drake, en The Hembeck Files
(sitio web dedicado a personajes y series clásicas de la historieta
norteamericana) [www.proudrobot.com/hembeck/index.html].
-SASTURAIN,
Juan (1980): “José Luis Salinas: un argentino en la corte del King
Features”, entrevista en Superhumor núm. 3 (XII-1980)
-STERANKO, James (1972): The Steranko History of comics,
Supergraphics, Pennsylvania
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