LAS FOTONOVELAS DE CINEMISTERIO
“La Revista Moderna de Fórmula Sensacional”. Este era el subtítulo que lucía bajo el nombre la nueva publicación para jóvenes que la legendaria Editorial Abril de los hermanos Civita lanzó en la Argentina el miércoles 4 de octubre de 1950. Dicha “fórmula sensacional” consistía en la mezcla de historietas convencionales, dibujadas con otras consistentes en fotogramas secuenciales siguiendo un estilo cienematográfico y que posteriormente se denominaron “fotonovelas”. Cabe señalar que en momento alguno en la promoción de la nueva revista, ni durante su edición se llemó de esta manera a dichas producciones. Para Cinemisterio, siempre se trató de “historietas dibujadas”…
La llamada luego fotonovela, fue una modalidad narrativa muy extendida durante los años cincuenta y que mantuvo su auge hasta los setenta. Nació en Italia, pasando rápidamente a España, donde por razones de censura no prosperó, abriéndosele entonces el camino de la América Latina, donde alcanzó por entonces gran éxito. Consistía en historietas en las que el dibujo era sustituido por fotografías de escenas cinematográficas, recreadas por actores para tal fin y siguiendo las indicaciones de un guión. Gozaron de gran auge en Brasil, en Italia, Argentina y México, sobre todo las de tema romántico, apareciendo en Francia en los cincuenta la variante erótico-criminal.
Esa novedad formal, la publicación de historietas convencionales junto con historias de aventuras en forma de fotonovelas, con interesantes argumentos y una muy buena producción, fue una absoluta novedad en la Argentina. Aquí trataremos exclusivamente las fotonovelas, ya que pensamos que alguna de ellas, como “Arizona Kid”, podría entenderse como una avanzadilla, en los tempranos cincuenta, del posteriormente alabado y/o execrado «spaghetti western». Esta tira, como las demás, estaba fotografiada exclusivamente en Italia y protagonizada por actores italianos y si bien se advertía en algunos pieles rojas rasgos decididamente calabreses o napolitanos, el resultado era muy digno y creíble.
Cinemisterio incluía en sus inicios dos fotonovelas en cada edición, una del oeste y otra de aventuras o policial. En su primer número comenzaba la primera de las cuatro fotonovelas publicadas del cowboy Arizona Kid, titulada precisamente “Arizona Kid” y que se extendería por diecinueve entregas con algo más de 400 fotogramas de excelente fotografía, encuadre y producción en lo referente a vestuario, ambientación, accesorios, etc. La segunda fotonovela publicada en el primer número, “El Oasis de la Ciudad Muerta”, estaba correctamente ambientada en las profundidades del desierto del Sahara y mostraba a una ciudad perdida, habitada por antiguos egipcios inmortales, armados con pistolas ametralladoras Beretta. El argumento tenía fuertes remembranzas de “La Atlántida” de Pierre Benoit adaptada al gusto italiano de la posguerra.
LA SAGA DE ARIZONA KID...
En el número 20 de Cinemisterio comienza la segunda fotonovela de Arizona Kid, llamada “El Tesoro de los Cheyennes” y que se extenderá, con características similares a la primera, hasta el número 37. En el número 38 comenzará la tercera aventura “El Valle del Silencio” y en el número 55, “Yanka, la Implacable”. La sucesiva, quinta y última historieta de este personaje será “El Espía de los Cherokes” que aparecerá en el número 69. Le sustituirá, en el número 89 una fotonovela de aventuras llamada “Bob”.
Para entonces, ésta será la única supérstite de la modalidad fotonovela en la revista, ya que “Arizona Kid” había quedado en solitario desde el número 66 en que finalizó la última de las fotonovelas de aventuras de la parte posterior de la revista.
LAS OTRAS FOTONOVELAS…
A la mencionada “El Oasis de la Ciudad Muerta” que concluye en el número 21 sucedió “La Aventura de Peter”, una historia sobre la delincuencia juvenil ambientada en Detroit, Estados Unidos, y aunque los protagonistas se llamaban Grant, Evans o similares, pudieran ser inmigrantes o hijos de tales de origen peninsular por su apariencia. También las calles de Detroit tenían un inconfundible aire romano... Los que sí tenían un aspecto inconfundiblemente auténtico eran los que hacían de gángsteres.
En el número 38 termina la fotonovela anterior y comienza la tercera fotonovela de aventuras, “Pura Sangre”, ambientada en el mundo de las carreras y los studs y que transcurre en una Inglaterra rural con raras reminiscencias arquitectónicas de la campiña del Lacio... Por otra parte, en el elenco de actores sorprende un joven Franco Fabrizzi, que seguramente hacía sus primeras armas por entonces actuando en las fotonovelas. También había aparecido en “Arizona Kid” personificando a un piel roja y volvería en “Bob” encarnando a un oficial polaco durante la II Guerra Mundial y también en la obra de la que hablaremos a continuación. No fue el único, si no que en las fotonovelas se iniciaron otros muchos actores y actrices, de primera y segunda línea (encontramos en Cinemisterio también a Renato Vicario, Isa Zann, Selene Mariani, Nino Asti) y en otras publicaciones hasta las mismas Sophia Loren o Gina Lollobrigida.
En el número 89, con la desaparición de “Arizona Kid”, aparecería la arriba mencionada “Bob”, una historia ambientada en la Varsovia de la II Guerra Mundialque se extendería solamente hasta el número 98, en apenas diez entregas, para dar paso a la que consideramos la mejor de las fotonovelas publicadas en Cinemisterio, por su magnífica fotografía, rico argumento y cuidadosa producción y ambientación. Lamentablemente la editorial no incluyó el rico elenco de la misma, pues aparecen en ella numerosos actores con características físicas que dan en su mayoría muy buenas personificaciones de los distintos y variados personajes que intervenían, desde funcionarios austriacos a nobles milaneses y gente de pueblo de los más diversos oficios.
Se trata de “El Alfil Rojo”,una muy buena historia que transcurre en la Milán previa al alzamiento de 1848 y donde los escenarios, indudablemente auténticos, sirven de marco al paso de románticos revolucionarios enmascarados, elegantes damas de la época, típicos cafés bohemios y las tropas austriacas perfecta y documentadamente uniformadas. Nada desentona en esta tira y la acción no decae hasta la culminación de la acción folletinesca en el número 115 de la revista. נערות ליווי בתל אביב בערוץ טלגם נערות ליווי מעודכן כל יום
Con la conclusión de “El Alfil Rojo” en diciembre de 1953, desaparecieron las fotonovelas de Cinemisterio, publicación que a partir de entonces se transforma en una más de las muchas revistas de historietas que llenaban semana a semana el horizonte de las publicaciones argentinas sin ningún rasgo peculiar que la distinguiera de las otras más allá de su nombre.
Las otras fotonovelas, las desarrolladas y fotografiadas en exóticos ambientes, cumplieron también una misión importante en nuestras ilusiones infantiles y adolescentes, mostrándonos a veces ingenuamente sus incongruencias entre la historia y sus escenarios, lo que además de gratificar la imaginación, supo despertar un embrionario sentido crítico en nuestros jóvenes años.
Héctor Pérez Edía
SUMARIO DE LAS FOTONOVELAS DE “CINEMISTERIO”