DK2- EL SEÑOR DE LA NOCHE CONTRAATACA
ANTONIO SANTOS

Origen:
Tebeosfera, 2ª época
Sección:
Resumen / Abstract:
Después de 3 años de paciente observación, acumulación de pruebas, datos y entrenamientos, el presuntamente fallecido BRUCE WAYNE, Batman, resucita para golpear los atrofiados ganglios, sino las consciencias, de un mundo estupefacto gobernado desde la sombra por los más satánicos enemigos; si su anterior rebelión pudo salvar una ciudad, con este contraataque pretende liberar a un mundo. Para la inmensa tarea necesitará ayuda. Y no cualquiera.
Palabras clave / Keywords:
Frank Miller, Batman/ Frank Miller, Batman
CONTRAFUERZA.-

Abrigado parcialmente en el título de una película de GEORGE LUCAS, Miller, aún poderoso tras 300 y algo desorientado por el vagabundeo por los arrabales inmundos de SIN CITY, regresa a los meridianos de su gran y aclamado éxito de los 1980, ofreciendo un segundo episodio de las singulares concepciones con las cuales logró arrebatar el aliento al mundo del tebeo, con el relato de un Batman maduro obligado al exilio y que contemplaba con desesperación cómo su feudo, GOTHAM CITY, se ahogaba en un marasmo de delito, melindres sociológicos e hipocresía.

Mientras que ALAN MOORE puede representar el aspecto filosófico, y aun trágico, del Superhéroe, Miller resalta sus facetas bárbaras y románticas. Ellos son los nuevos HOMERO y VIRGILIO de la Mitología Americana, reconstrucción moderna de las leyendas ancestrales y universales que se han revestido con diferentes pieles atendiendo a la idiosincrasia de cada cultura diferente, aunque casi idénticos en su concepción nuclear. América, tratándose de una nación relativamente joven, anda aún hambrienta de ídolos que alojar entre los evanescentes mármoles situados en la más alta cumbre de sus territorios. Sus bardos (desde el inefable NED BUTLINE y su fijación mitómana por WYATT EARP hasta JACK KIRBY o STAN LEE) han forcejeado violentamente con el criterio y la cultura para imponer(nos) sus superhéroes como dioses mayores y menores junto, o sustituyendo, a los del panteón clásico. Tal como Roma renombró a los dioses helenos, los americanos han rebautizado a los tradicionales iconos de culto pagano dotándoles de un nuevo barniz exterior. Y aquí es donde Moore les dota de conciencia y sombras y Miller de épica wagneriana, de batallas y pasiones básicas, de sangre caliente en las venas.

Bajo el sugerente título del contraataque, Miller se dispuso a narrar ahora la ENEIDA de Batman, un periplo salpicado de personajes y escollos, que también es una restauración o resurrección del panteón ahogado por el monoteísmo del comercio (y su TRINIDAD: la manipulación, la codicia y la dominación), el ensalzamiento del progre mediocre y su mundo regido por la lógica y la igualdad (como caracterizó TERRY GILLIAM en MUNCHHÄUSSEN), que capitalizan LEX LUTHOR y su Espíritu Santo, BRAINIAC, ocultos no obstante detrás de la pantalla holográfica del Presidente de los Estados Unidos de América.       

CONTRAVALOR.-
 

Pero no gustó mucho, o nada, el nuevo hito de Miller, quien tras 300 parecía censado en el Parnaso y obligado a crear constantes obras maestras. El lector cogió con desagrado su nuevo trabajo (de dibujo áspero, casi naiff, como de párvulos, muy degradado incluso para lo que es la tónica del autor, que aunque domina el texto y los encuadres, es más eficaz que bueno) esperando una copia (no una continuación) del primer DK, una prosa vibrante, entre la novela negra y el romance heroico, sintiéndose defraudado e irritado cuando constató que ésta era más una historia sobre el despreciado SUPERMAN y los demás mitos del Universo DC que una continuación, en solitario y crepuscular, como el primer CABALLERO OSCURO, de igual título del filme que exhiben las pantallas de cine, de Batman.


            

Así, el lector replicó con un contraataque enérgico a la nueva incursión en la mitología de Miller, dispensándole tantas o más críticas como elogios acaparó la primera obra. Despreció y desdeñó un cómic en absoluto digno de reparos, que intenta salir de la tenebrosa caverna y el ocaso permanente del primer DK para arrojar luz, gloria, esplendor, a un mundo intimidado por el 11-S, aquí caracterizado por la devastación de METROPOLIS a manos de un robot colosal de Brainiac, deliberadamente decidido a matar a un Superman que ya peina canas y se ve salvado, in extremis, por su propia hija, fruto de su pasión de titanes con WONDER WOMAN (y como no podía ser de otro modo). Por cierto, que la influencia femenina en esta historia es destacada; espectacular CARRIE KELLEY, la mejor ROBIN de todos los tiempos, asumiendo el rol de CATGIRL, reflejando todos los tics fascistas de Frank Miller.

 
LA TV COMO ELEMENTO VITAL.-
 

            Al margen de los motivos que Miller aduzca en cualquier entrevista para justificar este tebeo (aparte del factor fundamental: el ingreso económico que le reporte. El elemento ideológico es mero abono de la historia), sin duda el motor detrás de su desdeñado DK2, de páginas de viñetas dislocadas, a veces tan sincopadas como el relato de su contenido, es el rechazo y la crítica más feroz a una sociedad acomplejada, envidiosa e idólatra que no ha vacilado un segundo en arrojar de las santas peanas las figuras de JESÚS o SAN JOSÉ para poner un televisor en su lugar. Miller quizás sea el primer autor de cómic que denuncia la desmesurada preponderancia superlativa de la TV en nuestras vidas.

         Caricaturiza a multitud de esos ídolos televisivos (JERRY SPRINGER, JAY LENO, siga usted contando, junto a otros aún más aberrantes comentaristas, porque ha saturado las páginas de deformados cameos) que han arrojado un mensaje anestesiante a una sociedad que, seamos sinceros, no quiere problemas ni aún menos salvadores que les empujen a solucionar los que ya hay.

A través de la multitud de diálogos de estos personajillos caricaturizados, Miller reconstruye la sagrada opinión popular que es, en el fondo, una ignorante sarta de egoísmos estúpdidos. Un ejemplo: al poco de Superman entrar en liza, la adoración por su regreso alcanza grados de paroxismo erótico; cuando Brainiac lo chantajea con la destrucción de KANDOR y lo tunde de lo lindo, el hosanna se transforma en ¡crucifícalo! sin tránsito. Miller retrata la malsana veleidad que anida en el corazón del populacho (ergo, la sociedad), no sólo la norteamericana, aunque sea la reflejada aquí, sino la del mundo entero.

También penetra en la mordaz/feroz crítica sobre el liberal buenista que es paisano oriundo de San Francisco (eso lleva segundas, además), que ante la destrucción sin precedentes desatada por Brainiac, aún es capaz de culpar a Superman por ofrecer una enérgica oposición defensiva: al monstruo “es que se le está prejuzgando; en el fondo, es un hombre de paz”. Que el monstruo ya estuviese atacando sin provocación es algo que decide voluntariamente ignorar. No debería parecernos superficial esta crítica. Estos sujetos se han incrustados en los nódulos de la opinión y la acción y se empeñan en bloquear todo tipo de iniciativas sensatas, prefiriendo el estúpido diálogo lleno de frases pomposas, rimbombantes, redundantes, pero vacías de contenido, y aún más, de positivo efecto, al resultado.

Miller recrea la gloria de criaturas cuyos poderes no pueden hacerles, de ningún modo, convencionales. Les grita a tipos como Stan Lee o ROY THOMAS la falacia que constituye que alguien dueño del poder del rayo y el trueno pasee como un vulgar pringado por las calles. Él llena de esplendor nórdico a sus personajes y les confiere ideas espartanas y sentimientos lacónicos. Incluso en la derrota más ignominiosa (EL DETECTIVE MARCIANO) son grandiosos en perecer.

Ha eludido deliberadamente la nueva hornada y se ha ceñido a los caracteres clásicos (BARRY ALLEN, HAL JORDAN, víctimas de aquella acta contra los superpoderes y la extorsión de Luthor) del mismo modo que JIM KRUEGER y ALEX ROSS tejieron la crepuscular TIERRA-X con los personajes clásicos, dejándose de refundiciones y refritos. Ha empleado una visión retrotecnológica para lanzar a sus héroes a la epopeya del avanzado siglo XXI, un guiño divertido a los momentos más torpes y espantosos de Batman, al tiempo que despojó casi de todo contenido sus viñetas. A veces, es sólo una mancha, una línea, un garabato, lo que nos señala el fondo. Casi todos los aparatos son una mancha negra y sólida de tinta, ejemplo que cunde en los edificios. La huella experimental de Sin City acompaña estas planchas deliberadamente críticas, políticas y cargadas de sensualidad, de morbo más bien, aunque el trazo de Miller como que no da para mucho. DK2 es un tebeo con un fuerte componente de fetichismo (las SUPERTÍAS, con enlace a página web, que a su manera hacen explotación y crítica de esos grupos de cantantes sexualmente deslumbrantes pero de intelecto entre poco o nulo.)

 
RECAPITULANDO.-
 

         También DK2 es un ensayo sobre la superficialidad y la banalidad (las Supertías) que cunde en nuestra sociedad, que en la cúspide de su grandeza, la comprensión de los problemas y con el poder para solucionarlos, sigue dejándose manipular por los lobbys oscuros de intereses nefandos. La gorilesca y contrahecha figura de Luthor (entre el JOROBADO DE NOTRE-DAME y el EFIALTES de 300) escupe finalmente toda su vesania al mundo y goza martirizando a su hermosa gente (esto es, los superhéroes, dotados tanto de belleza física como altruista y moral) con retorcidos, viejos y viles métodos, pero que funcionan estupendamente.

         Con Miller es una gozada leer las grandiosas hazañas de la siempre insípida Wonder Woman, retratada un poco como una luchadora de lucha libre, quizás, pero llena de furia, soberbia y “sabiduría”, más PALAS ATENEA que ARTEMISA, exigiéndole a un dios menoscabado por una paliza que jamás esperaba recibir (y que, al tercer día, resucita), que ocupe su lugar regente entre las constelaciones, y cuyo abrazo, taumatúrgico, lo sana, obligándole a dejarla encinta de nuevo. (Ya sabéis el salero que da una hembra…)

         Miller le arranca a Superman la costra de complejos y pequeñeces con que los honestos, bienintencionados pero mediocres granjeros de Kansas ataron al HOMBRE DE ACERO, que asume al fin su lugar preponderante ante el vulgo. También, al matar, Miller lo hace con esplendor (CAPITÁN MARVEL) y procura un escarmiento doloroso y ejemplar a sus villanos.

Empleando rudimentariamente los efectos que Lynn Varley le proporciona mediante PhotoShop, acudiendo a una estética retro, Miller abre de par en par los ojos de los superhéroes. Les enfrenta a un hecho del cual huyen continuamente, a saber: entre el acoso a los vulgares cacos y las palizas a los desquiciados enmascarados supervillanos (pues toda luz arroja sombra), el verdadero problema seguía sin resolver, y de modo insidioso, un mal maduro, llano, directo, expeditivo, contaminaba el mundo. Ellos eran meros acróbatas que circensemente entretenían a la plebe dotándoles de una falsa sensación de paz y seguridad. Pero el hambre, las injusticias, la enfermedad, perduraban. Los Luthor lo garantizaban. Y ellos de ningún modo lo resolvían o contribuían a la solución. Los Luthor estaban instalados en organismos legislativos que los superhéroes veneraban porque de allí manaba la Ley, y ellos eran los desperados más respetuosos del ordenamiento legal

En cierto modo, DK2 es el V de Vendetta de Miller. Llama a la insurrección y la rebeldía (más reveladora no puede ser la portada del primer número), haciéndolo de un modo más directo y menos sofisticado que como lo hizo el inglés. Insiste en fijar nuestra atención en el fervoroso paganismo servil que profesamos por la TV y sus obispos hertzianos, que se permiten ordenarnos qué pensar, cuándo y cómo hacerlo, sin ningún respeto por nuestra opinión. DK2 le plantea al lector un gran e imposible reto, ya presente en V de Vendetta: ¡piensa por ti mismo!

Miller ilustra, finalmente, una desagradable verdad: el libre albedrío es cosa irrelevante. La libertad es una sutil entelequia. Nos gusta ser mandados y mangoneados. Aún los más anarquistas están regidos por el itinerario de su ideario. Lo que él plantea es que, ya que deben gobernarnos, que al menos sea alguien digno, con aptitudes, plenamente moral y con un estricto sentido de la proporción y la justicia.

En cierto modo, esta historia es la llamada a una ilusa utopía.
 
Reseña de Antonio Santos.

De su serie Gramática Parda, entrega 2

 

Creación de la ficha (2008): J.A. Bermúdez
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
ANTONIO SANTOS (2008): "DK2- El Señor de la noche contraataca", en "Tebeosfera, 2ª época" . Rescate en TEBEOSFERA (2008, TEBEOSFERA) -2ª EPOCA- 0. Disponible en línea el 16/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/dk2-_el_senor_de_la_noche_contraataca.html