MB:
Otro
problema añadido que ocurre al final de ciclo que estamos revisando
ahora es que de esas transigencias que vais haciendo con los
editores, cuando llega el producto editado, transigido, recortado y
retocado, a veces es incomprensible e incomprendido. Y cuando llega
a manos de los críticos, os ponen a parir, y eso está muy mal ¿no?
RM:
Ya,
ya, pero mira, a mí me hacen una crítica de una novela, que me la razonan y digo, pues sí, pero que me digan, “Joé,
es que habéis creado un personaje que es no sé qué, pero es que
¡no era así!”
MB:
Ya,
pero los que estamos al otro lado del tebeo eso no lo sabemos.
RM:
Claro,
y no tenéis porqué saberlo.
JM:
Hell
Scout era un personaje que está a punto de aparecer en la edición
española, pero era un personaje...
RM:
Era
la caaaaña de personaje.
JM:
...un
personaje cuyo lanzamiento en Marvel iba a ser un bombazo. Estábamos
convencidos.
RM:
Era
una mezcla de Solomon Kane y Álvar Mayor. Ya la idea era muy
bonita. Era de un tío que vive en la Zona Negativa con un grupo de
peregrinos y que está convencido de que la Zona Negativa es el
Infierno. El tío está convencido de que está rodeado de demonios
y es un puritano, un fanático religioso. Pero, tal y como me lo
pone el otro papafrita con los diálogos, es un gilipollas [risas]
JM:
Pero
es que además pensaba [el personaje] que Annihilus era Satanás. Al
final termina matando al diablo y ahí la historia era preciosa: el
puritano plenamente convencido de que ha matado al diablo. Y la
historia comienza a partir de ese momento... Sería una especie de
Solomon Kane en la Zona Negativa. El concepto era precioso.
RM:
El
caso es curioso. Porque Los 4 Fantásticos llegan a la Zona
Negativa, enchufaban el rastreador y ven que no da la señal de vida
de Annihilus, porque Annihilus ya estaba muerto, y se encuentran a
este tío que acaba de matar al diablo y, ahora, ¿qué hace? Bueno,
pues como tuvimos que meter a Annihilus, pusimos que mataba a otro
en, por cierto, viñetas censuradas: porque se ve que el tío
atraviesa con la espada y donde la espada sobresale le han puesto ¡SLACKT!!
[risas] No se ve que lo mata. Pero, ojo, varias viñetas después se
le ve al tío con la cabeza en la mano... O sea, que no se puede ver
como lo mata pero sí como después le lleva la cabeza [risas] Cosas
increíbles. O, por ejemplo, un personaje como Noe Baxter, que lo
hicimos con todo el cariño del mundo. Yo podría escribir un libro
con toda la historia de Noe Baxter, pero es que no se sabe nada en
el tebeo...
JM:
Además,
había un misterio sobre un personaje que se iba desvelando y tal y,
al final, la crítica de esos tebeos era: “Sí, sí, pero ¿quién
es Noe Baxter?”
RM:
Si
es que no nos dejaron explicarlo. Dejamos tres páginas al final
para eso y el otro [Jeph Loeb] se dedica a poner chistes carajotes.
En el número siguiente, Carlos vuelve a dejar dos páginas de diálogo
para que por fin se digan esas cosas que se dicen John Wayne y Henry
Fonda en las películas: “Nunca debiste cruzar el Mississipi”,
y, el otro, nada. Y, con éste... con el Abraxas... nadie ha
entendido nada. Yo estoy traduciendo el tebeo y me da vergüenza; es
decir, pero ¡si esto es una puta mierda! [risas] ¡Y además lleva
mi nombre! [más risas] Y vosotros tenéis la gran fortuna de que
vais a leer el tebeo censurado por mí. Es decir, los 4 Fantásticos
se encuentran en la Zona Negativa, y se topan con un galeón español,
cosa que es imposible porque para acceder a la Zona Negativa hace
falta una tecnología que no tenían en el siglo XVII ¿Qué pasa?
Que se ha abierto un canal desde la Zona Negativa y ha chupado un
barco para dentro. Ese es el misterio, ya veis qué tontería.
Situación: Cara de Reed. “¡Oh, un galeón español del siglo
XV!” ... Perdona, Loeb, que en el siglo XV los galeones españoles
no eran así, y además no iban a América; ¡fue uno, en el 92!
[risas]
JM:
¡Pero
lo peor fue que eran peregrinos ingleses en un galeón español!
[risas]
RM:
Número
siguiente. Aparecen Los 4 Fantásticos. “Oh, son diablos.
¡Pam, pam!” Este señor [Merino], pone unos rayos muy bonitos en
la sobreimpresión y, al final, no se sabe por qué, los rayos
desaparecen y están disparando bolas. Y entonces Reed, que es muy
listo, porque Reed piensa, estira la mano y le quita la Biblia que
tiene el tío y leer al azar un versículo, con lo cual los tíos se
darán cuenta de que, si fuera un diablo, no podría tener la Biblia
en la mano y leerla… ¿Y qué crees que pone el Jeph Loeb? “Ave
María, llena eres de gracia” ¡Pero si el Ave María no viene en
la Biblia! [risas] ¿La culpa quien la tuvo? Yooo. Abraxas, que era
un gilipollas, que yo ya lo odio, era una especie de ente
interdimensional; digamos que era un cáncer en el tejido de la piel
del infinito. Se va reproduciendo y para ello va creando mundos
paralelos. Incluso le hicimos un homenaje a la serie A través
del tiempo: Abraxas tiene el mechón de pelo blanco como el de
Scott Pakula. De lo cual no se ha coscado nadie, porque el carajote
de Jeph Loeb, va y pone “Oh, es Abraxas, que quiere destruir los
universos paralelos”. No, perdona, es al revés, la propia
presencia de Abraxas va creando universos paralelos, como una
gallina ponedora. Y llega un momento en que al crear millones de
universos, el tejido del universo se rompe. Si a partir de ahí el tío
[Loeb] mete la pata, ya no se entiende lo que dice después. Yo
ahora lo estoy leyendo y digo: ¡vaya tebeo más malo! Y, luego, un
par de cosas... Lo que podrían haber sido puntos buenísimos, han
saltado. Hay un momento en que los Fantásticos desaparecen en la
Zona Negativa, y se queda Johnny allí. Ellos tienen en el numerito
4 [del uniforme] un señalizador, y se da cuenta de que su señalizador
no funciona. Piensa que sus amigos han muerto. Y podíamos contar la
desesperación de Johnny, que por primera vez se enfrenta a la
muerte de sus compañeros, y eso en el tebeo no se entiende. Su
sensación de soledad es terrible y llama a Spiderman, que es su único
amigo en le mundo, y le pregunta: “Bueno, tío, ¿qué hago?”.
El otro, que está en horas bajas porque se le acaba de morir la
mujer, dice: “Pues, picha, es que aquí estamos que nos morimos, tío”
[risas] Y entonces le dice: “Un gran poder exige una gran
responsabilidad”, que es la única lección que sabe Spiderman [más
risas] Y le convence de que la llama tiene que continuar
–literalmente hace ese chiste–, y que cree otros 4 F. “Vale,
voy a crear otros 4 F, ¿tú quieres ser uno de ellos?” “¿Yo?
Pero, si yo soy un matao, tío, ¿tú me has visto a mí bien? ¿tú
sabes quién soy yo?” Y se quita la máscara: “Yo soy este tío”.
Entonces, cuando llegó eso a Marvel se horrorizaron. ¡Cómo va a
decirle Spiderman a la Antorcha Humana quién es? ¡Coño, llevan
veinte años juntos, han construido un coche, se han ido de copas...
Ya era hora! [risas] Al final, esa escena, en la que había escrito
yo los unos diálogos bastante poéticos..., nada. Fuera.
JM:
Lo
único que hace Spiderman es tirar las papas fritas que se está
comiendo delante de la Estatua de la Libertad.
RM:
Je,
y los fans americanos, que son un poco carajas, dicen: “¡Spiderman
no es un vándalo!”
JM:
Lo
dijeron, sí. Cuando estábamos dibujando aquello, le digo a Carlos.
Oye, por qué Spiderman tira las patatas, y dice “No, las coge
luego, con la telaraña” [risas]
MB:
Oye,
Rafa, a la vista de tantos problemas como estás teniendo ¿No has
pensado en dedicarte a hacer historietas mudas exclusivamente?
[risas]
RM:
No
es ninguna tontería, no os riáis, no es ninguna tontería. De
hecho, hicimos una muda, la primera. La reciclamos y la hicimos
muda, y no se entendía. No, la nuestra sí se entendía. Acaso la
política de José Manuel Quesada, que es cubano, está en que de
pronto se le ocurre hacer un número mudo; un mes mudo. Resulta que
sacan números mudos pero las historias no se entienden, y detrás
sacan el guión con lo que está pasando. O sea: los lectores
americanos no saben leer un tebeo sin palabras; o tienes que irte a
la página web de Marvel para que te expliquen lo que ha pasado en
ese tebeo, lo cual demuestra que las grandes ideas no siempre
llegan. Os quiero contar algo, aquí, en primicia, porque no sé si
lo voy a poder contar en otros sitios, o en los correos, que soy yo
quien los lleva, pero bueno... Eh... A nosotros se nos ocurrió una
idea muy, muy, muy fuerte. Sabíamos que nos íbamos a colar, pero,
aún así, se la planteamos a Marvel. Era contar de una puñetera
vez qué pasaba con los niños del Universo Marvel ¿Por qué los niños
del Universo Marvel desaparecen? Porque los niños del Universo
Marvel son un coñazo: en el momento en que un superhéroes es padre
ya no tiene tiempo de irse por las noches, o de ir al cine; tiene
que cambiar dodotis, haciendo mil cosas, y te das cuenta de
que eres viejo... Y nos percatamos de que todos los niños del
Universo Marvel, absolutamente todos, menos Franklin, habían
desaparecido: el hijo de Cíclope, el hijo que tuvo Lobezno con una
tipa en la Tierra Salvaje, el hijo de Coloso, el de Spiderman, el de
Rayo Negro... ¿qué había pasado con todos ellos, no? Entonces, se
nos ocurrió que Franklin era un niño que no quería crecer, que es
Peter Pan, y como Franklin podía hacer virguerías con una pelota
[risas], propusimos que Franklin en un sueño había presentido que
iba a haber un día la llegada de un gran cataclismo, la llegada de
un demonio (pues Abraxas es el demonio), e inconscientemente,
Franklin había salvado a todos los niños del Universo Marvel, y
llevándoselos al País de Nunca Jamás, que era un universo de
bolsillo donde los niños vivían felices y contentos siendo niños
superhéroes. Le dimos a Marvel la excusa perfecta para hacer los
Tiny Toons pero con superhéroes. Hacer Spiderboy, Wonderelady,
hacer el chiste ¿no? Y, conforme va llegando el mal, son los niños
los que se sacrifican y salvan el universo. La cosa era que cuando
los 4 Fantásticos entraban en ese mundo se encontraban con que
Campanita, o el equivalente a Campanita en este mundo, para que os
entendáis, era una hija que tuvieron los 4 Fantásticos y que murió.
Entonces, era una escena muy bonita donde Sue se encontraba con su
propia hija. Una escena muy bonita porque los niños de este
universo están olvidados en el resto de universos. Una escena muy
emotiva que mandamos a Marvel con todo nuestro cariño y todo
nuestro amor. [pausa] Bueno, no nos mandaron a los agentes de la CIA
porque el teléfono comunicaba, ¿no? Y, al final, tuvimos que
inventarnos otra solución de compromiso y así ha salido. Para qué
veáis que a veces las buenas ideas no son culpa nuestra, son culpa
de ellos. ¡He dicho!
JM:
Aparte
de que ellos dos [Pacheco y Marín] estén peleándose y yo estoy
por medio y me cuentan las cosas. Y lo peor que puede hacer Carlos
es contarme las cosas, pues yo encima le cambio las ideas. Y, al
final, Carlos vuelve a llamar a Rafa con lo que yo le he dicho, y se
vuelven a pelear. Rafa vuelve a traer el guión y mete cizaña también...
RM:
Una
cosa que yo sí he notado es... la velocidad de pensamiento. El
relativismo creativo. El guionista piensa y decide más rápido; el
dibujante piensa y decide más lento. Yo termino un guión y ya lo
doy por terminado, y mi mente está ya en otra cosa. Hay un desfase
de cinco o seis semanas entre que yo pienso el guión y ese guión
se termina y en ese tiempo, Carlos, que es coguionista, sigue
pensando. Yo estoy pensando en el número 33 cuando ellos están
trabajando en el 31; ellos no pueden evitar seguir cambiando y
seguir apuntando, y muchas veces se enriquece y otras yo creo que se
desvirtúa. Es muy divertido, desde fuera, sí, pero, si matas a un
personaje y días después decides resucitarlo, dices “¡Joé, que
ya lo había matado y estoy en el número 33!”. Si tuviéramos un
equivalente... Yo no sé quien tú serías, pero yo lo tengo muy
claro, yo sería Reed Richards. Carlos, el Dr. Muerte.
JM:
Y
yo La Cosa [risas]
RM:
Estás
más gordo, sí. [risas] Yo soy de pensamiento directo, pero Carlos
le da más vueltas a las cosas: soy feo, tengo una cicatriz, oh, y
venga a darle vueltas. De esa fricción salen o cosas buenas o cosas
malas...
MS:
Bueno,
antes de pasar al turno de preguntas. Quería disculpar a Carlos,
que ha tenido un problema personal y no ha podido asistir. Y Juan
Antonio Torres también ha tenido un problema en su editorial y no
hemos podido contar con él. Queríamos disculparles y que vosotros
supierais las razones, y nada más. Si tenéis preguntas, hacedlas.
Componente
del público.- [pregunta
sobre Valeria, casi inaudible]
RM:
A
Valeria la tuvimos que poner como hija de Reed Richards. Los
americanos nos han puesto verdes. Los españoles, también. Pero no
era originalmente así. Nosotros, lo que ponemos es que el niño
hace lo mismo, salva a la hermana, porque a los demás niños no sabían
cuando querían utilizarlos otros equipos creativos. Al final, la niña
vuelve a estar en la familia de la madre. De la idea original a lo
que sale hay una diferencia. Y además no se entiende el dibujo
tampoco, porque no está lo suficientemente explicado en los textos,
porque Loeb, no sé porqué, decidió no poner textos en los tebeos
y los que ponía eran del tipo: “Edificio Baxter, ahora”. Y
vemos el edificio Baxter. Y en la siguiente viñetas vemos que
estamos en el espacio y él pone: “Espacio. Poco después.”
[risas] ¡Tío, tontos no somos! Pero te tienes que aguantar con lo
que hay ¿no?
JM:
Las
quejas de los aficionados americanos eran más que nada por el hecho
de que se perdiera Valeria, como si Valeria tuviese algún valor
como personaje. Porque en ese momento ya no podía aparecer como lo
que era: hija de Susan Richards y el Dr. Muerte. Mas, si volvía a
aparecer en el Universo Marvel normal, ¿eh?, siendo hija de Reed
Richards y Susan, ya no era Valeria, era otro personaje. Entonces ¿qué
se perdía? El personaje.
RM:
[en
tono sarcástico] Además, es muy lógico que tú te cases con una
chica y le pongas a tu hija el nombre de tu novia. Lo más normal es
que si fuera la primera hija del Dr. Muerte y de Sue, se llamaría
Victoria. Pero Valeria no, tío, que era la novia del Dr. Muerte, tío.
MB:
Pero,
cuando habláis de la crítica americana, o de las críticas de los
aficionados americanos, ¿a qué os estáis refiriendo, a la revista
Wizard, a las cartas que van a Marvel...?
RM:
No,
a Marvel llegan cuatro cartas, que son positivísimas. Estoy
hablando de los foros de internet y de las páginas web de internet,
que no sabemos realmente si los internautas están licenciados en
toxicología o si son directamente toxicómanos. Que no sabemos con
quien estamos hablando, vaya.
MB:
O
sea, que no os referís a la crítica que pueda aparecer en Comicology,
The Comics Journal, Comics Buyer’s Guide...
RM:
No,
estamos hablando directamente de los fans, que son fans
que se han enganchado al título con Claremont y con Salva [Larroca]
y, entonces ... [inaudible] van a llegar otros y lo van a destrozar.
Pero, por ejemplo, no les vamos a decir cómo La Cosa vuelve a
convertirse en piedra. Eso no se lo vamos a decir nunca, que se
calienten los cascos. Porque la idea que teníamos era magnífica ¿Tú
la sabes? ¿La cuento?
JM:
Cuéntala,
cuéntala.
RM:
Había
un nuevo encuentro entre La Cosa y Gárgola Gris. Gárgola Gris volvía
a tocar a La Cosa y ésta no revertía. Y, ya a la tercera vez, le
dice: “¡pero, tócame, tío!” [risas] El cuerpo había creado
anticuerpos contra el contacto y ya no podía volver a convertirse
en piedra. En Marvel, que se compliquen la vida, que lo vuelvan a
exponer a los rayos cómicos o lo que puedan. De todas formas, el
personaje que está peor tratado y que yo quería hacer mío en la
medida de lo posible es Susan. Hay TANTO que se puede hacer con
Susan, y se ha hecho TAN poco.
MB:
En
EE UU te va a costar mucho hacer eso, porque el concepto de la mujer
como elemento que está apoyando al grupo y no como elemento
diferenciador e igualitario con respecto al grupo, es terriblemente
difícil de conseguir cambiarlo.
RM:
Absolutamente
imposible, pero yo ya no me refiero tanto a su papel como mujer, que
en el primer número nos lo volvieron patas arribe: porque
propusimos que comentase que los hombre del edificio Baxter siempre
dejan la ropa tirada y la pasta de los dientes abierta, y clamaron:
“Nooo, chistes sexuales no.” Yo me refiero a usar el poder. Coño,
Susan es el personaje más poderoso del Universo Marvel [pausa] No
solo por la invisibilidad, también por los campos de fuerza. Yo
creo que hasta que llegamos nosotros a nadie se le ocurrió que ella
podía fijar una factura en el brazo de un niño con un campo de
fuerza, o ya hacer invisible una parte del pelo para aparentar un
cambio de peinado. Son detalles muy tontos y que dan la talla del
personaje, a la que solamente le dicen: “Susan, haz esta cosita,
apágame aquello”. “Ya voy, Redd, ya voy”. Por favor... YO es
que pensaba que iba a llegar allí y me lo iban a permitir todo
[risas] pero no. Tuve una idea sobre que a Susan la entrevistaba una
pardilla que le hacía las preguntas de siempre y entonces llega un
momento en que Sue las contesta de puro cachondeo. Le preguntaban
que qué sentía siendo el más débil de los 4 Fantásticos, y decía
“No, no, mis poderes tienen ventajas, me ahorro un pastón en
peluqueros. Y en wonderbra no digamos”. [risas] Aquello,
evidentemente, no coló. Nos marcaron totalmente y tuvimos que ir
casi improvisando todo el trabajo sobre la marcha, y fue un coñazo.
Yo lo recuerdo, creativamente, como uno de los peores momentos de mi
vida. [pausa] Económicamente, no.
CP.-
[inaudible;
pregunta sobre cómo tratar a personajes consagrados]
RM:
Es
que es muy difícil... Los guionistas no tienen diatribas. Las
mujeres en los tebeos están poco más que para enseñar las cachas.
Si te lees los primeros tebeos Marvel tedas cuenta de que Sue Storm
es literalmente invisible. Sobra en todo el tebeo. Hasta que
no llega Byrne no la tratan un poco bien, y cuando llegó Claremont
le pusieron un escote hasta aquí, y no se trata de eso, simplemente
hay que hacer un personaje inteligente. Los únicos personajes
inteligentes femeninos que aparecen en el Universo Marvel son los
personajes femeninos de Conan, Red Sonja, Valeria... te los creas o
no te los creas, porque eso de ir por ahí con un bikini metálico...
pero están tratados de forma diferente. Claremont trata muy bien a
las mujeres, pero si en vez de llamarse Tormenta y Pícara se
llamasen Tormento y Pícaro, serían lo mismo, porque en el fondo
son hombres con tacones. Es difícil tratar a la mujer en un tebeo
que está dedicado en un noventa por ciento al público masculino ¿no?
MB:
Tienes
que cumplir todos los clichés, sí, pero Sue Storm no sale
perjudicada porque es la mujer más afortunada del Universo ¿No?
Esta casada con Reed, que es un señor que se estira mucho...
[risas]
JM:
¡Y
encima tiene La Cosa al lado!
CP.-
[inaudible;
pregunta sobre el problema de estar siempre “redefiniendo” a los
personajes, para volver a contar lo mismo]
RM:
Sí,
los tebeos Marvel tienen eso, que siempre están empezando. Hay una
cosa que no he comentado. Lo que siempre nos han hecho más hincapié
en los números que hemos hecho es que hay que presentar a los
personajes en todos y cada uno de los tebeos: Hay que buscar la
manera de poner: “Este es Ben Grimm. Es piloto de pruebas. Tiene
mal aliento. Es gruñón. Se convierte en piedra”, “Esta es Sue
Richards, etc., etc., etc.” Eso hay que contarlo en todos los
tebeos. Si pierdes cuatro páginas en eso... y si además has de dar
seis páginas de pelea y tienes que terminar con un
“Chan-chan-chaaaan” ¿Qué pasa entonces?” Joé, los fans
se quejan de que Forum ha comenzado con un número 1, y es normal,
porque cada vez que llega un equipo creativo parte de cero. Decía
nuestro amigo Pedro Angosto que nosotros teníamos que cerrar un
montón de huecos de la etapa Claremont. ¡Es que si yo cierro los
huecos de Claremont, no cuento mi historia! El que venga detrás de
nosotros tendrá cinco o seis números que imagino necesitará para
llegar al status quo anterior a nosotros.
MB:
Pero
eso está de acuerdo con la lógica de la continuidad que defendías
antes. Si crees que has de hacer caso de la continuidad, habrás de
hacer caso a lo que os dice Pedro Angosto.
RM:
Claro.
Es que es una pescadilla que se muerde la cola continuamente. Hay un
problema que los tebeos tienen, y es que por desgracia no son
televisión. La mejor serie de televisión de todos los tiempos es Canción
triste de Hill Street, o La ley de Los Ángeles, y hacen
así [va trazando en el aire una gráfica en descenso] y cuando ven
que están aquí, cortan. Nosotros, hacemos así [procede
igualmente, pero desciende mucho más] y seguimos. A nadie se le
ocurre decir: “¡Quiyo, vamos a dejar estos personajes. Vamos a
hacer una cosa nueva!” Estiramos y estiramos como el chicle a
personajes con los que ya nada se puede hacer a no ser que los
lleves a una situación drástica. Yo muchas veces pienso: ¿Y si se
le corta un brazo a Reed Richards... tendría un brazo postizo...
estiraría parte de su cuerpo para hacer otro brazo? Eso no me lo
dejan contar. Queríamos contar una historia en la que Reed Richards
dejaba a Sue por una chica más joven, de 18 años.
MB:
Pero,
eso, en un tebeo Marvel no pasa.
RM:
La
idea era que la chica los estaba manipulando y eso ya ha salido,
pero en el Universo Marvel Sue puede tener pensamientos libidinosos
con Namor, pero Reed, que es gilipollas, no puede tenerlos.
JM:
La
Antorcha Humana sí los tiene.
RM:
Sí,
pero, normalmente no fue una chica de rompe y rasga, y sobra en todo
el tebeo. Nosotros creamos una especie de Katherine Hepburn pero,
nada, ha desaparecido completamente. Además, ojo, que manejar
cuatro personajes en una historia es muy difícil.
JM:
Pues
imagínate con una historia de la JLA / JSA
RM:
Sí,
pero eso funciona en el “más es mejor”.
JM:
De
todas formas, ayer leía en la revista Wizard, que el nuevo
equipo de Los 4 Fantásticos, que son Mark Waid y Mike
Weiringo, estaban ansiosos por empezar con los personajes porque
habría muchas cosas que arreglar [risas] y aparte porque notaban
como los fans habían perdido el contacto con Los 4 Fantásticos.
Abundando en lo que todos, cada equipo creativo que llega, que
quiere arreglar las cosas del anterior y el Mark Waid piensa lo
mismo.
MS:
¿Alguna
pregunta más?
CP.-
[inaudible;
sobre si aprovecharán las ideas desechadas en Los 4 Fantásticos
y si tienen interés en publicar en España o en otro sitio este
material]
RM:
Se
nos ha quedado en el tintero material para otro año, porque paramos
de pensar, pero tampoco me apetece seguirlo. ¿Será por ideas? No,
no, yo en España estoy en paro. Estoy intentando encajar dos álbumes
en el mercado europeo, con amigos, pero depende de la mano de ellos
dibujando. También estoy preparando una novela. Si surge una
posibilidad de hacer tebeos, y lo pagan, pues lo haré, y no pasa
nada. Lo cierto es que yo soy un hombre orquesta: soy profesor de día,
travestí de noche, por la tarde me dedico a traducir, a hablar por
teléfono con Carlos, a dirigir una revista de estudio de la
historieta, a escribir guiones, a escribir novelas... a lo de
internet, que no veas.
Me apetece descansar un poquito y plantear las cosas de otra manera.
Yo creo que hay que hacer tebeos para la gente que no lee tebeos.
Ayer leía en el U, que por cierto os lo recomiendo, una
entrevista con Jordi Bernet, que decía que los tebeos son el único
producto de la sociedad de consumo que se vende sin publicidad. Y es
verdad. Si tú quieres vender tebeos, anúncialos.
MB:
Ya,
pero, Rafa, se ha intentado anunciar tebeos en vallas, en la tele.
Lo han hecho, han llegado al tope de dinero que les pedían, les han
puesto a horas intempestivas, en un momento en que están viendo la
tele todos menos los adolescentes a quienes interesan esos tebeos.
Y, así, no.
RM:
Yo,
en octubre del año pasado, en Nantes, vi en una marquesina de autobús
que estaban anunciando XIII. ¡En una marquesina de autobús!
MB:
Claro,
es que XIII se vende entre los números 1 de libros en general en
Francia.
RM:
Y
había una lotería, en un estanco, que iba de personajes de BD.
Rascabas, y si salía XIII, u otro, ganabas. ¿Y por qué
tienen éxito XIII, Largo Winch o Thorgal...? Pues
porque no hace falta tener un Master en el Universo Marvel o en
Universo DC, cualquiera que lo lea lo entiende. Pero no así con el
número 547.543,5 de La Patrulla X cross-over con el
anterior. Tío, de verdad, somos una secta [risas]
CP.-
[inaudible;
sobre crear algo en el Universo Marvel que no se haya hecho antes]
RM:
Nosotros
en Los 4 Fantásticos teníamos un dicho: “Donde John Byrne
ha ido antes”. Y a empezar otra vez. Esto es muy difícil de
estirar, y lo que yo no comprendo es que (aunque ya el mercado
americano perdió el tren con las Secret Wars), los tipos
estos, se fueron a Image para hacer... ¡superhéroes! Para hacer lo
mismo...
JM:
Es
que como te pongas a plantearte si esto ya se ha hecho o no se ha
hecho, no sales de la primera casilla. O sea que...
RM:
La
gente no es tonta, porque la gente no ha estado leyendo tebeos toda
su vida [risas]. Entonces puedes volver a contar historias de antes.
Y no pasa nada. Hala, vamos a hacer una de un tío que viene a la
tierra a comerse el mundo. Pues, bueno. Y ahora de otro, y cuela. Y
ahora de otro, a comerse el mundo; o, mejor, que vengan tres.
[risas] [pausa] Una cosa, una cosa, ¿quiénes estáis aquí de los
foros de internet? [se levantan una docena de manos] ¿Cuántos odiáis
a Raimon Fonseca? [se levantan media docena de manos, titubeantes]
¿Pero no reconocéis el mérito de este tío, que lleva cuarenta y
siete correos inventados? [carcajadas] ¿No os habéis dado cuenta
que todo el mundo escribe igual, con el mismo estilo?
MB:
El
problema estriba en que Raimon publica el “contenido” de las
cartas. Yo, como correero, me he inventado cartas, no lo voy
a negar, me he inventado cartas. Lo suyo es todo un esfuerzo porque
es verdad que llegan poquísimas cartas. A favor de los correos de
Conan hay que decir que llegan cartas. La gente que lee Conan,
escribe. La gente que el Capitán América (o Los 4 Fantásticos)
no escriben tanto. La gente que lee superhéroes no escriben tanto.
Los lectores de Conan me han mandado relatos, dibujos, guiones,
historietas, novelas... el personaje parece que lleva a eso. Me he
inventado pocas cartas. Con los superhéroes hay mucho inventado, y
comprobaréis que muchas colecciones llevan respuestas a una o dos
cartas, solamente.
RM:
Yo
recibí más cartas a los correos de Iberia Inc. y Tríada
Vértice que a Los 4 Fantásticos.
JM:
No
me digas. Entonces ¿ese que decía que yo era muy bueno, que yo era
muy bueno...¿
RM:
Era
yo, era yo [risas] En Los 4 Fantásticos NO llegan cartas.
MB:
Rafa,
te advierto que esto va a ser publicado en Tebeosfera.
RM:
NO
importa, no importa. Lo negaré todo [risas]
CP.-
[inaudible;
se pregunta cómo aguantan tanto los autores punteros sufriendo
tanto como se sufre creando en EE UU]
RM:
Porque
hay dinero. Antes Kirby tenía que currar como un negro, pero hoy un
americano que lo haga medio qué puede vivir de esto.
JM:
Yo
creo que el gran problema que tiene el cómic americano es que hay
mucha gente que no está viviendo del tebeo, sino del cuento.
Entonces, la mayor parte de los series que están saliendo ahora no
tienen sentido. Imagínate que se nos ocurre una idea genial, ¿para
qué dibujarla? Lo pones en internet y ya está. La gente no está
pendiente de las buenas ideas ya, sino de las ediciones con cuatro
portadas diferentes...
RM:
El
problema está en que los lectores no esperan lo que se hace, sino cómo
se va a hacer el próximo tebeo, el próximo equipo creativo. Y si
además los idiotas de las reseñas en Previews te cuentan el
tebeo de pe a pa, pues acabáramos. Por ejemplo. En el número 53,
la asamblea general de las Naciones Unidas, “Vamos a acabar con
los Inhumanos”, los Inhumanos piden asilo político, ¡algún país,
por favor!, y en la última viñeta se ve a un señor que dice,
“yo os acogeré en mi tierra”. Y es nada menos que el Dr.
Muerte, claro. Es la última viñeta. Bueno, tú compras el Previews
tres meses antes y lees: Los Inhumanos perseguidos. Ninguna nación
en la Tierra los quiere alojar. Pero ¿por qué el monarca de
Latveria los invita?” ¡Quiyo, machoooo! [risas]
CP.-
Parece
que ha quedado que habéis trabajado así debido a vuestra cercanía,
pero entre el resto de profesionales de
Marvel no necesariamente se
conocen dibujante y entintador...
RM:
Efectivamente,
nosotros nos hemos multiplicado. Normalmente hay un guionista un
dibujante y un entintador. Nosotros somos dos coargumentistas, un
dibujante a lápiz, y a veces dos porque Jesús se complementa con
Carlos, y luego el de
los diálogos, eran como muchos elementos dispersos. Pero yo he
aprendido muchísimo, he cogido berrinches muy grandes, pero al
final que salga el toro por donde quiera. De estar enfadado con mi
mujer a... Os cuento, una anécdota. La primera vez que publica
Carlos en América, un Flash, me llama y me dice: “Ya me ha
llegado la carpeta con los Flash... ¡Ya he roto tres!” Es
que esto no es lo que yo he hecho, se hace lo que se puede, ¿o no?
JM:
Sí,
es como tu dices, el estar tan cerca es peor todavía, quizá. Hay
una cosa que me he dado cuenta después de leer lo que dijo una vez
John Buscema: No me gustan los tebeos que hago. Y tenía razón, es
mejor no leerlos, porque voy a coger un berrinche, sería estúpido.
Y si lo coges, terminas por querer hacer otra cosa, Story Boards para
cine.
RM:
Algo
se nota en nuestro trabajo. Amamos muchísimo a los personajes, y
cuando ese background, esos conocimientos que tenemos sobre los
personajes no coinciden con los intereses que tienen los editores,
pues... Yo estoy seguro de que si Tom Breboth hubiera sido el editor
desde el principio, todavía estaríamos en Los 4 Fantásticos,
porque en los dos o tres detalles que nos ha dado, la ha clavado.
Recuerdo lo que decía Angosto: “¡Yo triunfaré en Marvel porque
yo amo los cómics!” Bah, no seas gilipollas, a los cómics los
amamos todos porque, si no, no estaríamos haciendo esto. La
publicidad da mucho más dinero. En el cine te forras. Escribir
cuentos pornográficos para Penthouse tiene que ser la leche,
pero no me da a mí por contar mi vida... [risas]
MS:
Lo
vamos a dejar aquí. Os agradezco que hayáis venido, y vamos a
estar hasta las 19:30 en el taller de cómic para que os firmen
materiales. No les agobiéis pidiéndoles dibujos.
RM:
Bueno,
si eso yo puedo hacer algunos... [risas] |