La
colección Hombres Audaces de Molino (aquella tan querible
edición, llena de nostalgia para los mayores de 60...) fue publicada
sólo parcialmente en España y sí completa en la Argentina: la editorial
se había trasladado íntegramente a este país por causa de la guerra
civil española. Esto si es que puede llamarse "completa" a una selección
hecha por Molino, por momentos completamente arbitraria de diversos
pulps de origen estadounidense. Los datos sobre esta colección que
aparecen en los libros publicados hasta la fecha en España obvian
información sobre los verdaderos autores y otros aspectos fundamentales
para el "análisis físico" de una colección.
Detalles con los
que se podría completar la historia y el análisis de la mentada
colección son, por ejemplo: a pesar que muchas de las series tenían una
continuidad cronológica, Molino en muchos casos alteró alegremente el
orden original de publicación en EE UU, cambiando por tanto la lógica
narrativa sin causa aparente. También salteó (dejó de publicar) algunos
títulos en varias de las series (Bill Barnes, Doc Savage, The Shadow...)
sospecho que algunos por razones políticas o de censura -tanto en la
Argentina como en España- y en algunos casos, concretamente en las de
Bill Barnes a partir del número 46, mutando el nombre de los personajes,
de los aviones, suprimiendo párrafos enteros e insertando otros para
adaptar la trama a su aleatorio orden de publicación... ¡Una verdadera
infamia, pero que perdonamos en aras de los gratos momentos brindados en
los verdes años!
Con respecto a
la influencia de estos personajes de pulp en la historieta es
poco lo que puede decir. Los tres mencionados, Bill Barnes, Doc Savage y
La Sombra, incursionaron ya a comienzos de los años cuarenta en este
campo por el interés de la editora Street & Smith por captar al público
infantil, ya que los pulps iban dirigidos a los adolescentes y
adultos. En general no fue una experiencia muy feliz, pues precisamente
sucedió lo buscado: se infantilizaron (más, si es que cabía...). Con el
relanzamiento de los dos últimos a partir de los años setenta y ochenta,
los comic books de Doc Savage (Magazine Management) y The
Shadow (DC) de este período presentan personajes y situaciones muy
distintas de las del antecedente período pulp, entrando ya casi
en la categoría de los superhéroes con poderes. Los amantes de los
pulp, generalmente reniegan de este aggiornamiento de sus
héroes preferidos.
Los datos que se
aportan a continuación tratan de esquematizar toda la información
existente y faltante sobre los relatos del periodo dorado de la
narrativa pulp en un mínimo espacio. Algo de rápida consulta para
no iniciados o para quien no esté dispuesto a leerse una obra de más de
400 páginas, por otra parte magnífica.
LAS
PUBLICACIONES
Las novelas de
la serie “Hombres Audaces” hicieron su aparición en castellano
producidas por la Editorial Molino, de España, en 1936, interrumpiéndose
su publicación a los pocos meses por causa de la Guerra Civil. Se
reanudó la publicación en la Argentina, desde 1938 hasta 1953 mediante
la Editorial Molino Argentina, que editó en total 373 títulos. Después
de 1940 la publicación de la colección se reinició parcialmente en
España, por lo que algunos títulos existen en ambas ediciones con
distintas tapas.
La primer novela
fue protagonizada por Bill Barnes e hizo su aparición en la
Argentina el 2 de septiembre de 1938. El Nº 2 fue para Doc Savage
(9–IX–38). El Nº 3 para Pete Rice. (16– IX –38). El Nº 4 para
La Sombra. (23– IX–38). La frecuencia de las publicaciones fue
semanal en los comienzos, variando luego.
El primer
personaje en ser sustituído fue Pete Rice, que desaparece en el Nº 127,
reemplazado por
Jim Wallace en el Nº 131. El Vengador, del mismo autor de Doc
Savage, hará su aparición en el Nº 176. El último Bill Barnes será el Nº
240 y los primeros de El Mago, El Capitán y El Susurrador, los Nº
289, 290 y 291, respectivamente. Estos tres últimos personajes serán
héroes de corta vida, ya que solamente La Sombra y Doc Savage llegarán
al final de las publicaciones en la Argentina en marzo de 1953, siendo
la última publicada la Nº 373, “El águila verde”, protagonizada por Doc
Savage.
En España, la
colección tendrá una secuela, a partir de 1942, con la colección
“Hombres Audaces–Nuevos Héroes” en las novelas de Ciclón, Hércules,
Yuma, Tres Hombres Buenos y Duke de los que solamente damos una
semblanza informativa. En 1981, el Centro Autónomo de Trabajos
Editoriales (C.A.T.E.), de Cataluña, España, intentó una reedición de
las novelas llegando a publicar dos decenas de títulos, todos ellos
editados anteriormente por Molino, con la excepción de la Nº 182 de Doc
Savage, “La Araña Roja” que retituló “Muerte en Moscú” y alguna otra de
La Sombra.
En los últimos
años, han aparecido algunas ediciones de escasísima tirada, hecha por
aficionados que rescatan títulos buscados o nunca publicados en idioma
español. Tal es el caso de las ediciones del Camello, la Nuevo Molino,
Ediciones Nostalgia o Siglo XXI.
LAS NOVELAS
Número de novelas
editadas en castellano por Molino Argentina (muchas de ellas también lo
fueron en España)
BILL BARNES: 58
DOC SAVAGE: 97
(una repetida)
PETE RICE: 30
LA SOMBRA: 96
JIM WALLACE: 40
EL VENGADOR: 24
EL MAGO: 6
EL CAPITÁN: 11
EL SUSURRADOR:
11
NUEVOS HÉROES
editadas
exclusivamente por Molino de España:
CICLÓN: 6
HÉRCULES: 6
YUMA: 14
3 HOMBRES: 14
DUKE: 10
LAS
PUBLIICACIIONES EN EE UU
Habían hecho su
aparición en distintos años:
La Sombra (The
Shadow) en enero de 1931;
Doc Savage en marzo
de 1933;
Pete Rice en
noviembre de 1933;
Bill Barnes en
febrero de 1934;
Estas publicaciones
se extendieron por espacio de una docena o más de años, según los
personajes, publicándose en inglés mayor cantidad de novelas de cada
uno: 84 de Bill Barnes; 325 de La Sombra; 181 de Doc Savage; 54 de El
Capitán (The Skipper); 32 de Pete Rice; 30 del Vengador (The Avenger),
etc.
LOS AUTORES
En las novelas
publicadas en la Argentina y España aparecen como autores los que a
continuación detallamos, tratándose en todos los casos de seudónimos de
a editorial tras los cuales se escondían diversos escritores.
Bill Barnes: George L. Eaton
Pete Rice: Austin Gridley
Doc
Savage: Kenneth Robeson
La
Sombra: Maxwell Grant
Jim
Wallace: Nick Carter
El
Vengador: Kenneth Robeson
El
Capitán: Wallace Brooker
El Mago: Phil R.
Sheridan
El Susurrador:
Clifford Goodrich
Ciclón: M. de
Avilés Balaguer
Hércules: Adolfo
Martí
Yuma: Rafael
Molinero
3 Hombres
Buenos: Amadeo Conde
Duke: J.Figueroa
Campos
LOS VERDADEROS
AUTORES
Hemos detectado
detrás de algunos de estos seudónimos los siguientes autores:
George L. Eaton:
Malcom
Wheeler Nicholson, Charles S. Verral, Harold P. Montayne, Arch
Whitehouse.
Kenneth Robeson:
Lester
Dent, Lawrence Donovan, Ryerson Jonhson, W.Bogart, Alan Hathaway, etc.
Maxwell Grant:
Walter
Gibson, Theodore Tinsley, Bruce Elliot, Lester Dent.
Austin Gridley:
Benjamin Conlon.
Wallace Brooker:
Laurence Donovan, William G. Bogart, Harold Davis, Norman A. Daniel.
M. de Avilés
Balaguer:
Manuel Vallvé López
Adolfo Martí
Cajá:
Manuel Vallvé López
Amadeo Conde:
José
Mallorquí
J. Figueroa
Campos:
José Mallorquí Figuerola
Rafael Molinero:
G.L.
Hipkiss
Las historias de
Jim Wallace, firmadas por Nick Carter, parecieran estar extraídas
de las mismas aventuras de Nick Carter, modificadas para darle las
características de la edición de Molino (origen del detective de sangre
hispana, etc) y el autor de ete cambio creemos pudo ser el mismo José
Mallorquí Figuerola.
LOS PERSONAJES
Bill Barnes:
Es un
audaz piloto y experto diseñador de aviones, que al frente de su
organización aeronáutica y en compañía de sus fieles pilotos, combate a
poderosas organizaciones criminales y a dictaduras en lejanos y exóticos
países.
Doc Savage:
Verdadero superhombre y avanzado hombre de ciencias, con sus cinco
compañeros y su prima Patricia lucha contra supercriminales que tienen a
su servicio las armas y seres más extraños que es posible imaginar.
Pete Rice:
El sheriff de la Quebrada del Buitre, con sus compañeros y su caballo
alazán lucha contra los depredadores de Arizona y Texas, en la fronteras
de México.
La Sombra (The
Shadow):
Misterioso justiciero que aterroriza al hampa con su escalofriante risa
y la capacidad para hacerse invisible a los ojos de sus enemigos. Es
asistido por numerosos ayudantes a los que en diversas circunstancias ha
reclutado salvándolos de destinos inciertos o fatales.
Jim Wallace:
Detective privado de origen hispano y discípulo del gran Nick Carter,
radicado en Nueva York lucha hábilmente contra la delincuencia soliendo
poner en ridículo a la policía oficial que no obstante lo respeta por
sus notables triunfos profesionales.
En Vengador (The
Avenger):
Justiciero maestro del maquillaje y el transformismo especialista en
suplantar a otros y que juntamente con sus ayudantes lucha con
archicriminales e inventores de horrorosas armas.
El Mago (The
Wizard):
así es llamado
“Cash” Gorman, un verdadero mago de las finanzas, ayudado por James
Roger en sus aventuras financieras para hacer dinero. Lleva siempre
encima enormes cantidades de efectivo y le encanta la leche malteada...
El Capitán (The
Skipper):
propietario y
comandante de un extraño superbarco de disimulado aspecto, desarrolla
sus aventuras por los mares del mundo.
Ell Susurrador (The
Whisperer):
personalidad oculta
y siniestra del Comisionado de policía “Wildcat” Gordon, que a semejanza
de La Sombra, aterroriza a los criminales con su risa y su pistola con
silenciador. |
LA “NUEVO MOLINO” O LA
CONCRECIÓN DE LA FANTASÍA.
El autor de este estudio
nos participa también un texto sobre los esfuerzos desarrollados por un
grupo de aficionados para rescatar las aventuras de sus Hombres Audaces
favoritos, que ha desembocado en nuevas ediciones facsímiles producidas
en Argentina que él presenta así:
«Siempre
fue nuestra intención hacer extensivos estos datos a la afición y hasta
ahora ha sido posible en formato CD-ROM, confeccionados artesanalmente.
Tal el caso de las 26 novelas de Bill Barnes que permanecían
desconocidas (Molino publicó 58 de las 84 editadas en los EE UU hasta
1943) y que traducimos, a veces ilustramos -pues carecían de dibujos -y
finalmente imprimimos colocándoles cubiertas que recordaran las de la
edición de Molino-. Las imágenes que encabezan este texto representan
nueva factura y la original (a la derecha) de la entrega 71 de Bill
Barnes, cuando ya carecía de protagonismo el personaje en el pulp
en que aparecía, por entonces de complemento de Doc Savage Magazine.»
Y todo comenzó como un
juego. Era un imperativo el tratar de leer algo más de los añorados
personajes de adolescencia. Medio siglo de vida, trabajo, ilusiones y
desencantos humanos había pasado y la necesidad de recuperar algo de la
frescura juvenil nos urgía.
En nuestro idioma, muy
poco había aparecido nuevo sobre los héroes de esos verdes años. Apenas
un tímido y frustrado intento del CATE a fines de los setenta, quedó en
una buena intención, y para muchos en la ignorancia, ya que esa edición
jamás fue distribuida en América. Solamente alguna referencia, algún
comentario de libreros especializados. Luego el vacío. A veces veíamos
impotentes algún librillo perdido, que raramente aparecía en librerías
de viejo, sobre las ediciones de Bantam en inglés y que se limitaban a
las novelas de Doc Savage.
Todo era conversar,
especular, imaginar y desear. Largas tenidas bajo los ombúes y las
araucarias del Parque Rivadavia, alguna mañana de domingo, eran
dedicadas a la añoranza: ¡Ochenta y cinco Doc Savage inéditos en
español! ¡Doscientos veintinueve de La Sombra, sin ni siquiera ver una
portada! Y para qué hablar de los demás: Bill Barnes, Pete Rice, El
Vengador, etc. Ni una referencia. La menor noticia. El olvido total.
Y de pronto llegó la PC,
el Ordenador para los peninsulares. Algunos cincuentones también
comenzaron a incursionar en él por razones laborales o por simple
curiosidad. El ver a los vástagos afanarse frente al monitor,
manipulando ratones y joysticks, fue para algunos el detonante, y allí
se largaron, Windows y Word mediante, a los primeros pinitos en la
materia.
Unos años después fue la
internet. Los primeros y tímidos contactos en alguna página dedicada al
tema. El cambio de información, el conocimiento a nivel humano, vía
cyberespacio de algún venerable señor (como lo es uno) distante 12 ó 15
mil kilómetros. El conocerse, el respetarse, el encontrar intereses
comunes y por fin, el desarrollar verdaderas amistades y afectos.
Y un buen día, uno de
esos afectos (y ese fue Pepe desde la Florida) nos mandó una inocente
lista y el descubrimiento de un misterio de 50 años develado. Uno de
aquellos héroes se movió en su tumba. Luego de 50 años de quietud y
silencio nos enteramos que del Aventurero del Aire, del gran Bill Barnes,
se habían escrito también más de dos docenas de novelas, ¡qué nunca
habíamos visto, de las que no habíamos tenido la menor referencia ni
encontrado el menor rastro en nuestras búsquedas en la red! ¡Qué
misterio encerraban aquellos nombres descubiertos: “El Sello de la
Salamandra”, “La Daga de Esmeralda”, “La Casa de la Muerte Repentina”!
¡Y qué remota nos pareció la posibilidad de ver sus portadas, que
imaginamos hermosísimas y de la pluma de Tinsley, sin sospechar que
nunca existieron y que el pobre Bill debió conformarse con esquemas de
novelas incluidas en el magazín del Hombre de Bronce!
Pero no importó. Algo
era algo, y como pequeño con juguete nuevo, copiamos esa lista,
traducimos esos títulos, imaginamos esas portadas. Y mirábamos y
remirábamos la lista sin la menor esperanza que se editaran jamás en
castellano, que pudiéramos acceder otra vez a las correrías del “Corcel”
o de quien sabe que otro avión que Bill hubiese construido para esas
aventuras desconocidas...
El tema durmió por algún
tiempo, pero en el ínterin, otro de esos afectos (y ese fue Fernando, el catalán) se puso, como jugando, a traducir a Doc en 1999. Con paciencia y constancia de metrónomo, hora tras hora,
día tras día, avanzó en los lapsos que lograba apoderarse para su uso
del ordenador compartido con la familia, en una kilométrica novela
inédita, en la que el broncíneo héroe de Manhattan, vagaba por los
bosques del norte, atravesaba pantanos, luchaba con gángsteres, se
mojaba en tormentas tremendas y volvía a caminar por los bosques hasta
desbaratar los planes de secuestradores y pistoleros de bandas diversas.
Y nos la mandó. Nos mandó el archivo vía Outlook Express. ¿El resto? Fue
como poner en marcha una mágica máquina. Ver tamaños, tipografías, darle
forma, paginarlo, poner alguna ilustración que lo adorne, sin desvirtuar
el sentido (el original, origen de la traducción era una edición de
Bantam, sin dibujos). La idea predominante fue reproducir, el colmo de
la nostalgia, el formato de la mítica edición de Molino de fines de los
años 30. Y fue como un homenaje a ella, a la compañera de tantos años y
que hoy descubrimos con fallos que a veces nos cuesta perdonar, o pasar
por alto, que copiamos su portadilla y los detalles de diagramación y
contemplamos admirados nuestra obra.
Ese fue el comienzo. A
esa de Doc, siguió otra y ya en Barcelona, en la Jefatura de Traducción,
comenzaban a trabajar en una tercera, cuando un insular amigo, Rodrigo, desde las
Afortunadas, nos hizo llegar una “novelette” del gran Bill. Apenas una
veintena de carillas tituladas “The Spy Master”, la número 78, según la
lista de Pepe, y que estaba de relleno en el Doc Savage de junio de
1942.
Allí comenzó el frenesí.
Se tradujo en cuatro días. Se ilustró en uno (traía unas espantosos
dibujos de algún aprendiz, que reformamos y adaptamos para darle
coherencia con el texto y sus descripciones: ya no estaba el gran Frank
Tinsley) y por fin se encaró el asunto de la portada inexistente
escaneando algún hermoso dibujo de avión de la época y tratando de darle
aspecto de un “verdadero Bill Barnes”. Y nuevamente un gran afecto (y
este fue José Antonio, el aeroerudito, y somos concientes de que lo
limitamos con este apelativo) nos impulsó con su entusiasmo por la
resurrección del Aventurero del Aire y nos abrumó con sus datos, sus
estadísticas de derribos y sus proyectos de nuevas aventuras de Bill. Su
devoción y alegría expresada al poder leer algo impensable por décadas,
nos sirvió de catapulta y junto con los caribeños y llenos de calidez
elogios de Pepe, nos lanzamos a la búsqueda de los originales inéditos
en la castellana lengua.
El resto, no fue
precisamente coser y cantar. Pesquisas en Internet, hallazgos en
librerías de Canadá, de California, etc. También pujas de rapiña en los
remates de E-bay y alguna traidora oferta de último segundo, nos
permitió hacernos de algún codiciado Doc Savage con la anhelada
novelette de Bill. Un amigo desde la lejana Nueva Inglaterra, David, con
presteza y voluntad, desinterés y generosidad sin par, nos mandó las
fotocopias de dos de “las largas”,(de las inexplicablemente omitidas)
con sus hermosas tapas originales de “Air Trails” y que seguramente
hubiera aprovechado la gente de Molino, de no habernos obsequiado con su
“túnel” esquivo, y valga la futbolera reminiscencia, cuando debieron
publicarlas: me refiero a “El Embarque de Oro” y “Las Cumbres de la
Cordillera”, las Nº 50 y 51 de la edición de Street & Smith. ¡Gracias
Dannysoar!
Sobre el resto de lo
conseguido, diseñamos portadas, buscamos dibujos, cuando no los había
dignos, y al cabo de un año: ¡Diez novelas inéditas en español de Bill
Barnes vieron la luz! ¡Bill Barnes Resurrexit!
Entretanto, Barcelona no
descansaba. Luego del Doc de los bosques norteños, llegó su lucha en el
infierno: Esa extraña última novela de la edición de Street & Smith del
año 1949 que nos dejó una rara sensación de la humanidad de Doc, de su
fracaso (o triunfo?) ante las fuerzas infernales. Y también la de la
piedra charlatana y los extraños “arribeños” sudamericanos, con los
técnicos aportes del Lic. Serra i Martí sobre la microfonería en
general. Sin darnos respiro, Fer nos mandó otra larguísima excursión por
los bosques septentrionales. Pero esta vez, devolviendo a nuestra
fantasía al amo de las sombras, al justiciero invisible, a ¡La Sombra!
Y luego llegó el Vengador, en la forma de dos novelas cortas, también
olvidadas por Molino, que terminó con la serie luego de 24 novelas,
dejando media docena en la palmera, y que lanzaremos el próximo mes.
¿Qué le
espera ahora a la Nuevo Molino? Sin duda “más de lo mismo”, como suele
decirse ahora algo peyorativamente en estas tierras. Pero en nuestro
caso, “más de lo mismo” significa “Más de lo añorado, más de lo
esperado, más de lo deseado por 50 años”. Nada más, ni nada menos... Y
allí estamos traduciendo, tipeando, ilustrando y editando, para
concretar cada novela en una docena de ejemplares “artesanales”!
Las
posibilidades reales de hacer una “verdadera edición” escapan a nuestra
capacidad personal, por costos, disponibilidades de tiempo, realidades
de la distribución y tamaño del mercado. Tal vez un buen sustitutivo
pueda ser la casera edición de CD-ROM con una docena de novelas cada
uno, de bajísimo costo. Ya hemos hecho una experiencia piloto y la
dificultad principal del sistema es la falta de experiencia en el manejo
de este sistema por los destinatarios, todos ya sexagenarios (como el
“escriba” de esto) y que por lo menos por este rincón del planeta, están
ocupados en otros menesteres quizás más propios de su provecta edad,
jugando al ajedrez o a las bochas en la plaza más cercana, que con ganas
de iniciarse en los misterios de la informática...
No
obstante, “el Enmascarado Solitario No se Rinde”, como en el viejo
cuento escolar, y como dice el amigo y socio de la Condal, “cual mula
cerril” seguiremos en nuestro empeño, buscando originales y trayendo de
la mano de los ya resucitados, tal vez a El Capitán, al Susurrador y al
misterioso Jim Wallace...
La Nuevo
Molino, desde su sede en la inubicable Hidalgo, quiere dar para los
fanáticos de números y estadísticas, su balance de casi un año de
operaciones. Fueron a la fecha doce novelas editadas, cuya lista
reproducimos:
Nº 1 (DS110) El Bosque
Mágico
Nº 2 (DS181) Desde el
Centro de la Tierra
Nº 3 (BB 78) El Gran
Espía
Nº 4 (DS112) La Piedra
Habladora
Nº 5 (BB 84) La Casa
de la Muerte Repentina
Nº 6 (BB 63) El Ataque
del Halcón
Nº 7 (LS 96) El
Misterio de los Bosques del Norte
Nº 8 (BB 62) La Muerte
Dorada
Nº 9 (BB 30) El “Lanza
de Plata” Ataca
Nº 10(BB 74) Escuadrón
de Muerte
Nº 11(BB 50) El
Embarque de Oro
Nº 12(BB51) Las
Cumbres de la Cordillera:
Estas doce novelas
significaron en términos numéricos un total de 814 páginas editadas y
298.687 palabras escritas, según detallamos. Como despedida, podemos
afirmar: “Esto comenzó como un juego... ¡Pensamos seguir jugando!”
BB 78 El gran
espía 41 pág. 10.209 palabras
BB 84 La casa de la
muerte repentina 39 10.604
BB 63 El ataque del
Halcón 43 10.084
BB 62 La muerte dorada
36 8.067
BB 30 El Lanza de Plata
Ataca 84 28.554
BB 74 Escuadrón de
Muerte
40 10.311
BB 50 El Embarque de
Oro
61 22.633
BB 51 Las Cumbres de la
Cordillera 58 19.301
DS 110 El bosque
mágico 104 46.005
DS 181 Desde el centro
de la tierra 85 36.339
DS 118 La piedra que
hablaba 103 45.185
LS 96 El misterio de los
bosques del norte 116 51.395
Esta
reseña de ilusiones, intenciones y realizaciones compartidas es el
aporte del abajo firmante a la 1ª Convención Internacional de
Hombres Audaces realizada en Buenos Aires, Argentina, los días 6-7-8
de septiembre de 2001. En las imágenes que aderezan este texto
apreciamos
la cubierta del
CD-ROM editado en Argentina y que trata de recuperar en español las
aventuras noveladas faltantes de algunos de los personajes que formaron
parte de la colección Hombres Audaces editada por Molino en
España y Argentina y la totalidad de las cubiertas de la "Nuevo Molino"
disponibles a la fecha de la Convención. |